A mediados de setiembre de 1925 siendo Augusto B. Leguía presidente del Perú,
el vapor Oroya atracó en el puerto del Callao y desembarcó un hombre de tez
oscura y barba cana con un turbante sobre la cabeza. Era Sardar Fateh Singh, de
la dinastía Ahluwalia y tercer majarás reinante de Kapurthala (de 1801 a 1837).
Se alojó en el muy de moda Hotel Bolívar.
El majarás, entre otras cosas, pasó una tarde en el hipódromo de Santa
Beatriz, otro lugar que años más tarde se convertiría en símbolo de la
tumultuosa historia de la política nacional. El arribo de este personaje
despertó la curiosidad y el interés de los limeños que poco o nada sabían de la
India británica y menos de sus gentes.
En 1997, al conmemorarse medio siglo de la independencia de la India, el
historiador César Coloma Porcari recordó la nota publicada en El Comercio el
domingo 13 de setiembre de 1925, en la página 5: "Un príncipe oriental visita
Lima. El maharajá de Kapurtala llega hoy a nuestra ciudad". En esta se
mencionaba que el soberano era un "potentado hindú que goza de mayor prestigio y
popularidad en Europa" y explicaba que Kapurthala, su estado, "forma parte del
grupo de los Sikh".
Hoy Kapurthala (o Kapurtala), una ciudad del estado de Panyab, en la India,
es el centro administrativo del distrito del mismo nombre, uno de los más
pequeños de ese país.
El Comercio difundió fotos del príncipe vestido a la usanza de su país y en
traje occidental, así como de su familia e ilustraciones del magnífico palacio
real (inspirado en los de Versalles y Fontainebleau).
El lunes 14 este diario divulgó: "La estadía del maharajá de Kapurtala el día
de ayer en Lima" y comentó que "apenas instalado el príncipe pasó a hacer una
visita de cortesía al presidente de la República". Leguía lo recibió con
honores. Eran tiempos en los que la India aún seguía en manos del Imperio
Británico.
El majarás aprovechó esa tarde para recorrer Lima en carro y asistir al
hipódromo de Santa Beatriz (parte de su estructura sigue en pie en el Campo de
Marte). Allí fue aclamado por los aficionados y pasó buen rato en el palco del
presidente Leguía, disfrutando ambos de las carreras de caballos.
Todos sus movimientos eran registrados, hasta el momento de su partida: "En
las últimas horas de la tarde se dirigió de regreso al Callao para embarcarse en
el mismo vapor que lo trajo, con rumbo al norte. Fue despedido por los miembros
de la cancillería, el personal de la legación británica y algunos caballeros
ingleses".
Tras la partida del majarás sucedieron hechos que marcarían al país: ese día
en el hipódromo de Santa Beatriz, Leguía pasó su última tarde como presidente.
Después sería derrocado y encarcelado. Y allí también, en 1933, fue asesinado el
presidente Sánchez Cerro mientras pasaba revista a las tropas. Lejos estaba de
saber el majarás de Kapurthala que el hotel donde se alojó y el hipódromo donde
se entusiasmó en 1925 quedarían inscritos en la historia política peruana del
siglo XX y principios del XXI.
Gran rey
El origen de la palabra y su transformación
- Majarash, majarás o marajá es un término en varios idiomas de la India que
significa 'gran rey' (de majá: 'grande' y raja: 'rey'). Proviene de la palabra
sánscrita maharaja. En los idiomas modernos de la India perdió su sílaba final,
y se pronuncia /majarásh/.
Captó atención de la prensa
Honores y ovaciones al visitante ilustre
- La presencia del majarás de Kapurthala causó revuelo en Lima. El Comercio,
así como las revistas "Mundial" y "Variedades" se encargaron de seguir todos sus
pasos. Y en cada sitio que iba recibía muestras de simpatía y ovaciones.
El Comercio (Lima), 07 de agosto de 2013
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