sábado, octubre 21, 2017

UN TAL RAFAEL

Un día se le cayeron todas las caretas, afloró su gusto por insultar a las mujeres y usó la violencia verbal como arma: “Gordita horrorosa y majadera” dijo sobre una periodista incómoda. El asunto le gustó y semanalmente profirió insultos injuriosos.
Quienes conocen al tal Rafael dicen que es incapaz de autoanalizarse, que tiene un agudo complejo de inferioridad, que se siente perseguido y por eso vive en guerra permanente contra algo o contra alguien.
Con el paso del tiempo sus agresiones verbales escalaron convirtiéndose en un ejemplo viviente de deplorable misoginia. Las amistades no le dijeron que se pasaba de la raya porque “es malhumorado y no tiene paciencia. Si alguna crítica llega, se le acaba la risa, se enciende como un fósforo y responde severamente”, que oye pero no escucha, que es tozudo, soberbio y arrogante, que parece “un niño y, como tal, tiene rabietas infantiles”.
Alguien que lo repudia sinceramente sostiene -con su misma violencia verbal- que “es solo un miedoso lleno de inseguridades, que actúa irresponsablemente en base a los despeños estrogénicos de su crisis mensual”.
Es fácil imaginar al tal Rafael paladeando vinos franceses para sentirse menos sudaca, rodeado de su anillo de amigos, ensoberbecido porque algunos celebraban sus agresiones contra toda mujer inconveniente para él y su costra.
Un psicólogo que no lo estima afirma que su personalidad presenta rasgos psicopáticos, según definición del doctor Robert Hare en “Psychopathy Checklist” (PCL), es decir: capacidad verbal y encanto personal superficial, tendencia a mentir de forma patológica, comportamiento malicioso y manipulador, falta de culpa o de cualquier tipo de remordimiento, falta de control sobre la conducta, actitud impulsiva, incapacidad patológica para aceptar responsabilidad sobre sus actos, entre otras.
Alguien soltó maliciosamente el rumor de que el tal Rafael es gay o bisexual, entonces para demostrar su “machura” arreció en insultos contra las mujeres con poder político o económico: “falsa, mediocre, desadaptada, sesgada, seudo ecologista, mentirosa, manipuladora, fracasada, mujer que miente todo el tiempo, muñequita de pastel, pobre señora, neuróticas de siempre, malcriada, soberbia, desquiciadas”.
Por suerte para el hermano país del Ecuador, Rafael Correa dejó el poder tras diez años y su sucesor Lenin Moreno está abocado a erradicar la violencia de género: “Hay que poner fin a esas muertes, a las violaciones, al acoso y al insulto”, dice; obviamente Rafo lo considera y llama traidor.

Martha Meier M.Q.
Diario Expreso, 21 de octubre de 2017