La mañana de ayer un pescador artesanal notó a alguien luchando para no ahogarse en el furioso mar de la playa Marbella, en Magdalena. Lo rescató, era un joven soldado, otros más estaban también en peligro.
Un entretenimiento del Ejército Peruano en Marbella terminó con la vida de cuatro jóvenes del Batallón de Intendencia Nº 511, del cuartel de Pueblo Libre. Desde muy temprano el grupo hacía ejercicios a lo largo de la orilla de la playa Marbella, conocida por la bravura de su mar, sus fortísimas corrientes y sus olas cargadas de piedras.
Obligar a alguien a entrar en esas aguas reconocidas por chúcaras es lo mismo que empujarlo sobre los rieles del tren a segundos de que este pase. ¿Quién o quiénes dieron la orden para que hombres cansados se sumergieran allí o permitió que se acercaran demasiado a esas olas capaces de jalar piedrones de peso considerable? ¿Quiénes son responsables de la muerte de los jóvenes: sargento de segunda Bryan Lizana Chávez (19), al cabo Percy Gálvez Pareja (21) y a los soldados Miguel Ángel León Lamas (20) y Edison Huangal Alvarado (18)?
En un país como el nuestro, campeón de campeones del “saca-cuerpismo”, la institución a la que pertenecían los ahogados informó que el entrenamiento no estaba programado ni autorizado por el comando. Así las cosas, algunos militares aburridos, sin que nadie lo supiera, decidieron sacar al amanecer a más de 40 jóvenes del cuartel para que pasen frío, corran sobre piedras y luego entren al frío mar.
Las múltiples versiones aparecieron –operación confusión que le llaman-; un diario local afirmó que “pudo conocer que durante la práctica se generó una discusión entre los soldados. El mayor responsable del grupo habría llevado a los muchachos hacia la orilla para conversar. Al parecer las aguas de la playa Marbella arrastraron a los soldados y los llevaron mar adentro”. Y bueno está también la “teoría de la foto” del ministro de Defensa, Jorge Nieto Montesinos: “tras los ejercicios de entrenamiento el grupo paró a la altura de la playa Marbella para tomarse fotos y una ola arrasó a algunos soldados” ¡Por favor! Mejor es callarse y solo darle las condolencias a esas familias.
Martha Meier M.Q.
Expreso, 03 de junio de 2017