Beto Ortiz ha sido víctima de la portada más infame de Caretas. Sí, la misma publicación que en un pasado remoto fue referente de periodismo bueno y decente. Con su última carátula, Caretas ha caído en el silo de la crónica roja-mentirosa, es decir en el más perverso tipo del morboso género.
La revista fundada por la legendaria Doris Gibson y hoy timoneada por su nieto, Marco Zileri, ha usado el asesinato del videasta José Yactayo para lanzar sospechas sobre el escritor y periodista Ortiz. Vaya usted a saber si por antipatía, encargo o para tratar de crear una cortina de humo intentando lo imposible: tapar la magnitud de la corrupción de cuello y corbata instaurada en el Perú por la constructora brasilera Odebrecht y sus pares peruanas, o la incapacidad de las actuales autoridades para proteger a la ciudadanía.
Zileri, el junior, seguramente justificará con mil excusas esa vocación tan suya para intentar dañar honras, cosa muy distinta es que pretenda que los periodistas nos callemos ante sus bajezas. No pues. Su portada muestra a Beto Ortiz cruzado por un cintillo negro con el llamativo titular “Crimen Yactayo”; en una llamada a su lado se lee “La pista de Piedras Gordas y la evidencia manipulada por Beto Ortiz”. Y así, sibilina y subliminalmente pretende vincular a Ortiz con el asesinato. La nota interior es más de lo mismo y no lleva firma, confirmando que Caretas cuenta con escriba-sicarios, capaces de todo por su quincena, mientras no quede rastro de su santo y seña.
Conozco al periodista Beto Ortiz y lo admiro como escritor y como colega. No somos amigos, pero de una u otra manera nuestros caminos se cruzan de tanto en tanto. No puedo más que expresar la náusea al ver cómo ciertos medios trafican con la tragedia ajena (el asesinato de Yactayo) y repiten acusaciones irresponsables y sin fundamento, sin citar las aclaraciones dadas por Ortiz.
Vaya en estas líneas toda mi solidaridad con Beto, mis sentidas condolencias a la madre y hermana del buen Pepe Yactayo y mi exigencia, como ciudadana y contribuyente, a las autoridades pertinentes para que investiguen a fondo y con seriedad el asesinato de un creador que vivirá por siempre en sus exploraciones con la cámara, el sonido y la palabra escrita. Con ustedes Yactayo en: http://rutatransmedia.blogspot.pe/
Martha Meier M.Q.
Expreso, 11 de marzo de 2017