La devastación causada por la minería ilegal se profundiza, es comentada casi a
diario en los medios y escandaliza al mundo, pero al ministro del Ambiente,
Manuel Pulgar-Vidal, el asunto no le quita el sueño.
La minería ilegal sigue haciendo de las suyas y el abogado Manuel
Pulgar-Vidal tiene una ineficiente "estrategia" para enfrentarla. La destructiva
actividad prolifera a lo largo y ancho del Perú, especialmente en Madre de Dios,
una de las zonas de mayor biodiversidad del planeta. Allí hay miles de hectáreas
aniquiladas, como lo ha denunciado al mundo -para vergüenza del Perú- el
extraordinario documental "Amazon Gold", producido por Sarah DuPont (sobre el
cual ya nos hemos referido en esta misma sección).
Las inmensas dragas utilizadas por los informales (léase ilegales y dizque
artesanales) han destruido ya más de 32 mil hectáreas de bosques en Huepetuhe,
Lamal y Guacamayo. Pero la cosa afecta también la selva norte.
Loreto en peligro
El reconocido biólogo José Álvarez Alonso publicó en el diario "La Región"
(mayo, 2012) una nota sobre la contaminación de la cuenca del Marañón, Loreto,
con metales pesados.
En ella expresaba que "estudios preliminares realizados por el IIAP
demostraron los altos niveles de contaminación con metales pesados de varias
especies de peces capturados en lagos del bajo Marañón".
Álvarez Alonso mencionaba como una de las fuentes de esa contaminación "a la
minería, tanto formal como informal, en toda la cuenca alta del Marañón. Cabe
recordar que hasta ahora sigue operando un número de dragas ilegales en la zona
de Saramiriza, dedicadas a la extracción de oro. También la deforestación que
desnuda las rocas andinas en las vertientes orientales de los Andes contribuye a
incrementar los niveles de metales pesados y otros contaminantes (por ej.,
aluminio) en los cuerpos de agua amazónicos [...] Como se sabe, la mayoría de
los metales pesados [incluyendo el mercurio usado por los mineros ilegales para
amalgamar oro] son bioacumulables y pasan al ser humano a través de la cadena
trófica [vía el pescado, principalmente]".
También mencionó, entonces: "Ahora se suma una nueva y gigantesca amenaza
desde el otro lado de la frontera ecuatoriana: minería [...]".
Tierra de nadie
Los mineros ilegales convierten en tierra de nadie las zonas donde operan. Se
considera que Madre de Dios es el lugar de mayor desgobierno del país. La ley la
imponen los mineros [ilegales, informales y artesanales] y no hay quien frene la
prostitución de menores, el trabajo forzado, el pase de drogas y, de paso, una
forma de extraer oro propia de siglos pasados o de naciones que ni siquiera
pueden ser consideradas subdesarrolladas.
Ese tipo de actividad ya no es compatible con una visión extractiva moderna,
que usa tecnología de punta, cumple estándares ambientales internacionales,
adopta medidas de seguridad laboral, planes de contingencia ambiental, todo
dentro de una visión de desarrollo sostenible. Eso es lo que necesita el país,
no un corredor de destrucción, contaminador, e imperio de la inmoralidad y el
vicio, que debería ser ya declarado de emergencia ambiental.
El doctor Antonio Brack, el primer ministro del Ambiente que tuvo nuestro
país, alertó la amenaza para la salud de las personas de la zona que significa
ese tipo de minería. Enfrentó, además, con mano dura el uso de dragas, pues
cambian "la ecología de la zona, impidiendo la pesca, la reproducción de peces y
contaminando con mercurio aquellos que son ofertados en los mercados de la
ciudad de Puerto Maldonado".
Estos graves problemas ecológicos, ambientales y sociales parecen no ser
comprendidos por Pulgar-Vidal.
PRESENCIA ECUATORIANA
Incursiones en la frontera
En el 2011 una comisión nacional verificó la existencia de minería informal
en territorio peruano por parte de ciudadanos ecuatorianos que ingresan, desde
hace muchos años, mediante túneles para extraer oro en la zona del Alto
Comainas, en distrito de El Cenepa, en la provincia de Condorcanqui.
Cianuro y mercurio
Los mineros informales ecuatorianos extraen tierra con minerales en sacos,
luego lavan y procesan con químicos para extraer oro y plata y dejan a su paso
una fuerte contaminación. En la zona del Alto Comainas se observaron aguas
residuales con presencia de cianuro o mercurio.
Enfoque ecosistémico
Se requiere una participación más inteligente del Estado
Alberto Giesecke*
La minería informal es una relación parasitaria, entre un grupo humano y el
medio ambiente a diferentes escalas. Tenemos los casos de Huepetuhe, Ananea,
Puerto Maldonado, Puno y también el área colindante con la frontera con Bolivia.
Es una minería que trabaja con una tecnología capaz de cambiar el paisaje. Hay
una red de intereses que son parte del sistema. Es una lacra, un cáncer y esta
enfermedad es parte del sistema humano. Por eso hay que hacer algo.
Conozco una mina en la parte alta de Ananea; ellos empezaron a poner orden
para cambiar sus errores en la relación con el medio ambiente. Luego de trabajar
por 10 años y recuperar un tramo de su río, este se volvió a contaminar por la
informalidad. Estamos hablando de un sistema y todas las partes se
interrelacionan; basta que un sector esté mal para que todos lo estén.
La tecnología que aplica la minería informal es un desperdicio, no pagan
impuestos y es el país el que pierde. A ello se suma el impacto sobre el
ambiente. Las zonas donde operan son riquísimas y las convierten en un paisaje
lunar, donde no hay vida. Lo peor es que en la zona viven personas que se quedan
sin nada.
Es necesario que el Ministerio del Ambiente tenga capacidad de hacer,
incidir. Es necesario tener leyes y normas, pero también hay que poder incidir.
Para resolver este tema hay dos cosas. Primero, capacidad de acción, el segundo,
fuerza y política. En este último, el Ministerio del Interior debe tener una
política clara, enviar a la fuerza policial y no permitir que se siga
desarrollando esta actividad; mientras el Ministerio de Energía y Minas debe
acceder a un mayor conocimiento de las causas y de cómo reordenar ese paisaje
lunar y acabar con la contaminación.
Hay comunidades enteras que se dedican a esta actividad. Es decir, ya no se
está relacionando uno con un par de aventureros, sino con todo un pueblo. Hay
una economía muy fuerte que se articula a su alrededor.
El Ministerio del Ambiente debe ser una institución con capacidad de
respuesta específica al problema. Si esto no se va a hacer con el ADN de toda la
administración pública, no estará preparada para ser la autoridad ambiental. El
tema del medio ambiente no es sectorial. La organización y el conocimiento
tienen que basarse en lo que ahora llamamos "enfoque ecosistémico", es decir, de
manera global.
* El reconocido politólogo y ex jefe de la Unidad de Cambio Climático de la
Comisión Nacional de Medio Ambiente (Conam) fue entrevistado en el 2008 por
Pamela Galarreta Santillana para la revista "Generacción" sobre la minería
informal. Aquí extractos de una lúcida comprensión de este grave problema.
Alerta máxima
"El país no necesita un corredor de destrucción, contaminador e imperio de la
inmoralidad y el vicio".
El Comercio (Ecología), 20 de agosto de 2013
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