Nadine Heredia voló a Europa para asumir la dirección de la oficina de enlace de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, en Ginebra, Suiza. Según la congresista Lourdes Alcorta, el gobierno de Kuczynski fue cómplice: “todo estaba arreglado” dijo el jueves informando que Cancillería supo del nombramiento la mañana del lunes, pero guardó silencio hasta la noche anulando la posibilidad de presionar al juez y al fiscal para evitar “que la señora se vaya”. Y hay más.
La reciente protesta de Cancillería por el nombramiento de Heredia le regala argumentos para autoproclamarse “perseguida política”, aunque no será necesario. Ayer la directora de Información de la ONU en Ginebra, Alessandra Velluci, confirmó que Heredia gozará de privilegios e inmunidades propias de la ONU.
Nadine hiló fino. ¿Qué necesitaba para que su plan cocinado desde febrero no abortara? Simplemente un aliado en Naciones Unidas y un embajador en Suiza al que tuviera llegada. Lo primero lo consiguió gracias al canciller pepekausa Ricardo Luna, y lo segundo por su esposo Ollanta Humala, quien usó su prerrogativa presidencial para nombrar en abril a Thierry Roca Rey como embajador político en Suiza. Roca Rey es un diplomático de cuyas capacidades nadie duda, pero resulta curioso que Luna lo haya dejado en el cargo dada su designación directa por Humala.
El embajador en Suiza es hermano paterno de Bernardo Roca Rey, cocinero, ex viceministro de Cultura de Alan García, miembro del Consejo Editorial de El Comercio y presidente de la Asociación Peruana de Gastronomía, Apega. El susodicho es “primito” de esta columnista y hombre cercano a Nadine, comprobable por un sinfín de fotografías, además de su endose a la “embajadora de la quinua” y la elección de Apega a dedo calato para “asesorar” a Qaliwarma.
La hipótesis de la complicidad se refuerza porque “El Comercio” generó dudas sobre una empresaria de reconocida trayectoria, nacional e internacional, cuyo nombramiento como representante permanente ante la ONU era inminente. El diario vinculado al cocinero sembró dudas sobre ella y Luna ratificó a Gustavo Meza Cuadra en la ONU. Listo el pastel, las dos fuentes que pudieron alertar sobre el nombramiento tenían deudas con los Humala.
Un observador de la FAO declaró que “la ex primera dama peruana tiene cero experiencia en desarrollo agrícola, pero vasta experiencia en lavado de dinero y escándalos”. El semanario “The Italian Insider” reveló que el director general de FAO, José Graziano da Silva, nombró a la “ex primera dama peruana, pese a que está bajo investigación por presunta corrupción vinculada al caso ‘Lava Jato’ de Brasil, tierra de Graziano”. El ‘padrino’ de Nadine fue ministro del gobierno de Lula y premió al sacha-dictador Nicolás Maduro por su lucha contra el hambre en Venezuela. El nexo del humalismo con el castro-chavismo y el rojo Foro de Sao Paulo nunca fue más claro.
Martha Meier M.Q.
Expreso, 26 de noviembre de 2016