La prensa global agoniza por la falta de rigurosidad, por intereses ajenos al de la comunidad y propietarios que los usan para desprestigiar a los incómodos o simplemente vengarse y demostrar poder.
El casi quebrado diario español “El País” nos ha regalado un payaso mal armado cuando dice que el señor Miguel Atala Herrera fue “sobornado” por Odebrecht cuando no era director de Petro Perú por la firma de un acuerdo “para estudiar la ejecución de una planta petroquímica de 3.000 millones de dólares”, cuando tampoco era director.
No conozco al señor Atala, ex vicepresidente de Petro Perú durante el segundo gobierno del presidente García, y desconozco si tiene alguna denuncia concreta distinta a la “investigación” del diario español, pero sé distinguir la verdad de algo que pretende parecérsele.
“El País” sostiene que Odebrecht sobornó al ex vicepresidente de Petro Perú, Atala, un año antes de que asumiera el puesto y por un acuerdo adoptado por directivos del gobierno posterior. Lo peor es que buena parte de los medios locales hicieron eco sin contrastar el dicho de los españoles cuyos intereses desconocemos.
Joaquín Gil y José María Irujo afirman que en 2007 Miguel Atala Herrera (ex vicepresidente de Petro Perú del 2008 al 2011), recibió 900 mil dólares de Odebrecht en una cuenta en Andorra, por un “acuerdo” suscrito cinco meses después de dejar el cargo.
La verdad es que el 5 de julio de 2007 inmobiliaria Toscana s.a.c., empresa que le tenía una deuda, realizó una junta para vender un terreno y saldarla parcialmente. El accionista mayoritario (97.32%) era entonces Mem s.a.c., representada por el señor Yamil Tali Hamideh (también presidente de Toscana); y los otros dos accionistas eran hijos de Atala Herrera: Samir y Miguel José Atala Nemi.
Los acuerdos adoptados constan en actas notarizadas y son: “Venta de los derechos de posesión por la suma de 1’312,000 dólares del inmueble ubicado en jirón Rivera y Dávalos No. 555, urbanización Santoyo, distrito de El Agustino […] para cancelar en forma parcial las obligaciones […] en favor de Faresh Miguel Atala Herrera”; así mismo se otorgó poder al señor Yamil Tali Hamideh para materializar “algún eventual contrato…”. Y así fue.
El apoderado vendió el predio a Odebrecht Perú y en el contrato estipuló que el dinero se transfiera a BPA, Andorra. ¿Destape?
Solo cabe una pregunta para Atala; ¿por qué ese banco?
Martha Meier M.Q.
Expreso, 23 de setiembre del 2017
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