Martha Meier M.Q.
DERECHO DE GUERRA
Sábado 25 de julio del 2015
El periodismo se pudre porque buena parte de los periodistas son operarios de lo que Umberto Eco llama “La Máquina del Fango”, la más sutil técnica del desprestigio.
El intelectual y autor italiano dice, “no es necesario descubrir delitos, son insinuaciones, sospechas… basta con poner algo bajo una rara”.
Lo que antes fue propio del juego político ha infestado las redacciones. ¿Ejemplo? La mendaz campaña contra la candidata Keiko Fujimori (Fuerza Popular-K), que siembra dudas sobre su declaración patrimonial.
El periodista (denunciador) sin contrastar cifras ni las fluctuaciones del dólar, escribió: “En ese año [2009] Keiko Fujimori reportó 298 mil 100 soles. En el breve plazo de tres años, en 2011, informó al Jurado Nacional de Elecciones que la suma alcanzaba el millón 272 mil 385 soles”. Sí pues, si hubiese realizado una simple operación matemática aplicando el tipo de cambio, se habría percatado de que la candidata de Fuerza Popular (K) incrementó su patrimonio en poco más de 3.5 %. Tal como lo demostró y el diario de marras se vio obligado a informar.
Aclarado el tema, “La Maquinaría del Lodo”, intentó opacar a Mark Vito Villanella, esposo de la candidata: “no tiene movimientos bancarios”, se sentenció.
A poco de ese titular, el congresista oficialista Santiago Gastañadui dijo que la “Fiscalía de lavado de activos debía investigar al esposo de Keiko Fujimori”. ¿Lavado de activos? Suena feo ¿no?, Aquí lo curioso…
El mismo medio que sacraliza las palabras de Gatañadui, lo había denunciado por sus vinculaciones con “Todograph”, empresa pantalla (según ellos) de la Primera Dama, Nadine Heredia. Cuando conviene, la “Maquinaria del lodo”, olvida. Ya pues, señores, los peruanos no somos idiotas.
Igual se le da tribuna al presidente de la Comisión de Fiscalización, señor Wong Pujada, para que se lance con “está abierta la posibilidad de investigar el origen del dinero en efectivo con que Keiko Fujimori financió sus estudios”, como si este fuese el de la santa palabra.
A quienes entendemos el periodismo como una permanente búsqueda de la verdad, y de opiniones que reconcilien al país y no lo sigan polarizando, nos resulta doloroso la actitud de quienes pecan de soberbia, de ira y de narcisismo, en los que se pierde la verdad.
Para el Papa Francisco el periodismo “nos hace particularmente cercanos, porque la Iglesia existe precisamente para comunicar esto: la Verdad, la Bondad y la Belleza”. ¡Ojalá!
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