sábado, agosto 12, 2017

Guardianes de la corrupción

El gobierno pepekausa propició la salida de Julia Príncipe, hoy ex presidenta del Consejo de Defensa Jurídica del Estado (CDJE), tras que se destituyera a Katherine Ampuero, procuradora ad hoc del Caso Odebrecht. Ampuero pidió investigar al presidente Pedro Pablo Kuczynski y logró congelar los activos de Odebrecht para evitar que vendan, se vayan y nos paguen un sencillito como indemnización, esto mientras nada se decide.
El jueves PPK justificó el alejamiento de Ampuero: [ella] “pensó que su papel era ser un fiscal [cuando] es defender los intereses del Estado. Eso quiere decir evitar la corrupción. En mi caso me denunció en base a un testimonio de alguien en Nueva York, en Queens”, dijo a Caretas. A ver: lo de Queens no es un testimonio son transferencias bancarias que vincularían a PPK con Odebrecht; algo que debiera al menos aclararse.
Como ministro del Alejandro Toledo, PPK le reabrió las puertas a Odebrecht para contratar con el Estado y firmó la Ley N° 28670 (2006) que le permitió adjudicarse tres obras entre ellas las IIRSA Sur y Norte que nueve años después le valió al Estado sobrecostos cercanos a los dos mil quinientos millones de dólares. La comisión Lava Jato (1), del Congreso 2011-2016 evacuó en minoría el “informe Pari”; este sostiene que a ambas obras “se les dio una apa­rente legalidad, creándose una ‘nor­matividad’ ad hoc”.
El actual gobierno emitió el Decreto de Urgencia (DU) 003-17 que, en la práctica, favorece a Odebrecht y a sus socios locales. Curioso que en su primera actuación pública, el reemplazo de Ampuero, Jorge Miguel Ramírez, solicitase dejar sin efecto la resolución que prohíbe a la brasileña vender sus acciones en Olmos; y lo hizo el mismo día que PPK afirmó: “Rutas de Lima lo ha tomado Brookfield, un fondo de inversión [..]. Olmos lo va a tomar el mismo grupo. Esos son cuatro contratotes”. Esto como si el daño moral no contase y los implicados estuviesen presos, seriamente investigados o hubiesen pagado una reparación proporcional al saqueo.
Decía la filósofa Ayn Rand (1905-1982) “Cuando el dinero fluye hacia quienes trafican favores; cuando muchos se hacen ricos por el soborno y las leyes no lo protegen a usted sino a ellos; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez un autosacrificio, podrá afirmar sin equivocarse que su sociedad está condenada”.
Condenados estamos, y avisados también.
Martha Meier M.Q.
Expreso, 12 de agosto de 2017