lunes, marzo 16, 2009

Un poco de memoria

A lo largo de los años 80 y principios de los 90 dos grupos terroristas asolaron el Perú: Sendero Luminoso (SL) y el MRTA. Sendero, con su marxismo-leninismo-maoísmo-pensamiento Gonzalo, inició la guerra contra los peruanos el 17 de mayo de 1980, en Ayacucho. Para abril de 1983 irrumpieron en Lucanamarca y asesinaron a 69 campesinos, para vengar la muerte de uno de los suyos. Los genocidas senderistas aniquilaron a 11 mujeres (varias embarazadas), a 18 niños (incluido un bebe de seis meses) y a varios ancianos de alrededor de 70 años. Lo hicieron a machetazos y hachazos, quemándolos y disparándoles en la cabeza. Abimael Guzmán justificó el baño de sangre al declarar a “El Diario”: “El punto principal era hacerles entender que éramos una nuez dura de romper y que estábamos listos para todo”. Y por “todo” se refería también a la violación masiva de mujeres y niñas.
El informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) recoge los testimonios de estas víctimas. Una de ellas menciona que fue violada por varios senderistas “en presencia de su esposo e hijos”. Otra recuerda que senderistas armados entraron a su casa y “violaron a su hija. La joven resultó embarazada”. Un padre de familia no olvida el secuestro de su hija, sacada a empellones de su propio hogar y haber encontrado al día siguiente su cadáver “con las manos atadas, semidesnudo”, ensangrentado y apuñalado: había sido violada. Se menciona que llegaban a abusar hasta de “una niñita”.
Tanta barbarie no justifica, de manera alguna, la brutal represión desencadenada desde los años 80 por las Fuerzas Armadas en su desorganizada y violenta estrategia antisubversiva, como tampoco la condena a priori de los soldados y policías que, desde la línea de fuego, expusieron y perdieron la vida en defensa de la nación.
Sendero Luminoso alcanzó la selva central, esclavizó al menos a 5 mil asháninkas, asesinó a 6 mil y forzó a desplazarse de sus tierras ancestrales a cerca de 10 mil. Allí la violencia sexual fue una estrategia colonizadora y de dominación, que melló el poder de los varones asháninkas, incapaces de defender a sus mujeres.
El reconocido periodista José María Salcedo, investigador del fenómeno, declaró a El Comercio: “Hubo violaciones masivas para que tuvieran hijos que ya no fueran asháninkas. De esto no se ha hablado mucho”.
Santiago Roncagliolo, autor de “La cuarta espada” —historia de Guzmán y SL— comentó a la periodista Cecilia Valenzuela en una entrevista televisiva que “arrepentimiento” o “perdón” son palabras inexistentes en el vocabulario senderista. Esos criminales mataron a pedradas a una periodista de este Diario: la ambientalista Bárbara d’Achille, asesinaron a María Elena Moyano frente a sus dos pequeños hijos y dinamitaron su cuerpo por invocar a Villa El Salvador a dejar atrás el miedo y a luchar por la paz.
Con acierto Abelardo Sánchez León escribió en esta misma página: “La izquierda legal en el Perú tiene una deuda: no ha hecho un deslinde tajante con el terror que desataran Sendero Luminoso (SL) y el MRTA”. Deslinde fundamental para la democracia y la reconciliación entre peruanos. Deslinde que requiere del pronunciamiento público de influyentes personajes de esa izquierda legal, como Sinesio López, docente universitario, columnista de opinión y ex director de la Biblioteca Nacional durante el toledismo, quien el 31 de agosto de 1983, en plena barbarie, escribió en la página 2 de “El diario de Marka”: ¿Quién es más patriota: Abimael Guzmán, que está dispuesto a morir y a matar por lo que cree —equivocadamente o no— bueno y justo para su país o Carlos Rodríguez Pastor, que sin arriesgar su pellejo, ha puesto la economía del Perú en manos de las trasnacionales y de la banca extranjera?”.
El Comercio, 14/03/09

Un ruido poderoso

La noche del jueves 450 salas de cine, a lo largo y ancho de Estados Unidos, se enlazaron para proyectar en simultáneo el documental “A Powerful Noise” (Un ruido poderoso), transmitido vía satélite desde Nueva York. Un evento sin precedentes que contó con 120.000 espectadores. Un anticipo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Luego se desarrolló un panel, transmitido también en vivo, en el que participaron personalidades de la talla de la ex secretaria de Estado Madeleine Albright, quien refirió sus coordinaciones con nuestro compatriota Hernando de Soto para formalizar a las mujeres y lograr su acceso a los sistemas de justicia, financieros y de propiedad. Albright enfatizó la necesidad de convertir a los hombres (padres, hermanos, parejas) en aliados del empoderamiento de las mujeres y niñas. Brillaron también celebridades como la modelo Christy Turlington, promotora de salud materna de la institución de lucha contra la pobreza CARE, y la actriz Natalie Portman, vocera de Finca International (microcréditos en los países en desarrollo), quien también codirige con la reina Rania de Jordania la campaña Village Banking, de banca rural. El columnista del “New York Times” y ganador del premio Pulitzer, Nicholas Kristof, mencionó cómo las mujeres pobres al contar con algún dinero lo invierten en el bienestar familiar mientras los hombres, por lo general, evaden sus responsabilidades y lo gastan con los amigos.
“A Powerful Noise”, dirigido por Tom Capello, narra la historia de tres mujeres cuya acción individual ha impactado profundamente en sus comunidades. Una travesía que nos lleva a Vietnam, Mali y Bosnia para conocer a: Hanh, Jacqueline y Nada.
Hanh es una joven viuda vietnamita y seropositiva. El sida mató a su hija y a su marido. Su vergüenza y tristeza fueron la semilla de Flor Inmortal, un grupo de autoayuda, de consejería, apoyo emocional, legal y de salud para quienes sufren y han padecido como ella. Flor Inmortal acoge anualmente a decenas de personas y realiza campañas de prevención del sida y programas contra la adicción y el intercambio de jeringas (una de las principales vías de contagio en Vietnam).
En Mali encontramos a Jacqueline, Madame Urbaine, una africana inmensa y hermosa que agradece a su padre haberla motivado a completar su educación escolar en los años 50. Madame Urbaine, fundadora de APAF, lucha en la barriada de Bamako contra el trabajo doméstico forzado que afecta a miles de niñas analfabetas. Esta mujer sabe que la educación es el único camino de salida. Recordemos que en los países en vías de desarrollo existen 600 millones de niñas con un inmenso potencial para cambiar la fisonomía social, cultural, política y económica de sus comunidades, cuando adultas, lo que dependerá de la oportunidad que se les brinde hoy para alfabetizarse, capacitarse en algún oficio y vivir en un entorno saludable y seguro.
Nada vive rodeada de perfumados campos de frambuesas. Es una sobreviviente de la guerra de Bosnia, una madre trabajadora. La angustia y el miedo acompañan su mirada pero de rato en rato una chispa de alegría asoma. Esa chispa, sin duda, es la que la llevó a formar Maja Kravica, una asociación de mujeres para integrar social y económicamente a serbios y bosnios, en una zona donde la destrucción fue masiva.
Tres historias de esperanza. Tres mujeres como las hay por miles en nuestro país, que en silencio trabajan por un mañana mejor para todos y todas.
El Comercio, 07/03/2009