lunes, diciembre 30, 2013

La tuberculosis viaja en combi por Lima

El transporte público limeño es un problema de salud pública. Con sus vetustas combis genera millares de accidentes (muchos de ellos mortales), por su inmundicia es foco de contagio de la tuberculosis, TB, y lleva la bacteria de extremo a extremo de la capital.
Mientras esta realidad amenaza a los vecinos de "ciudad caótica", la alcaldesa Susana Villarán de la Puente -siempre con una sonrisa de oreja a oreja- anda degustando potajes en Mistura y recomendándole al presidente de la República, Ollanta Humala, "digerir las encuestas con pisco". "Yo me he vuelto una experta en eso", dijo. Y como están las cosas parecería que no fue una metáfora.
En setiembre del 2011 la susodicha suscribió el pacto Respira Vida, Juntos contra la TB, pero parece que lo olvidó porque no toma acciones firmes y coordinadas para que los limeños y limeñas no sigamos contagiándonos de tuberculosis, cada vez más resistentes a los antibióticos. ¿Más pisco?
Quizá quien se confesó aficionada al destilado de uva no sepa que en Lima la variante TB-XDR, la más letal de las tuberculosis, prolifera en El Agustino, San Juan de Lurigancho, Santa Anita y Ate.
Desde que en 1999 fue diagnosticado el primer caso de TB-XDR, se han detectado cerca de 500 y dos de las terceras partes de los afectados murieron.
Lima es un peligroso caldo de cultivo para la TB, yo misma la he padecido y sé, de primera mano, las dificultades para su diagnóstico, la confusión de sus síntomas con los de otros males, el alto costo del tratamiento, los estragos hepáticos por los antibióticos para combatirla y la debilidad que dura por años (más aun en personas de escasos recursos, mal nutridas y que deben trabajar aun enfermos, muchas veces sin saberlo). Pero volvamos al transporte: Villarán no entiende que es una vía de transmisión de enfermedades, una suerte de gran insecto metálico convertido en vector.
En el 2008 una investigación de varias universidades determinó que 3 de cada 4 choferes y cobradores de combis, en Ate-Vitarte, estuvieron expuestos a la TB. Según el estudio, 76,6% de los 400 transportistas estaba infectado con el bacilo.
Tras un estudio posterior, la coordinadora nacional de la Estrategia Sanitaria Nacional de Prevención y Control de la TBC del Ministerio de Salud (Minsa) dijo que desarrollaban acciones de prevención y campañas de detección temprana en los paraderos del Metropolitano y el tren eléctrico. ¿Alguien ha visto allí algo más que un par de folletos?
Ahora bien, la señora que digiere con pisco su baja aceptación en las encuestas no ejerce la mano dura necesaria para reformar el transporte, donde una mayoría de vecinos pasa más de hora y media al día. Tampoco se preocupa ni ocupa por los estándares de salubridad, desinfección, limpieza y ventilación de los vehículos, ni coordina con otras instancias para que esto se haga. ¡Salud, alcaldesa!
Padecimientos
Los síntomas de la enfermedad
- Cada año en Lima se registran 20 mil nuevos casos de tuberculosis (60% de los del país). Los síntomas son: tos persistente por 15 días o más, pérdida de peso, generalmente con esputo amarillo, verde o incluso con sangre. Cansancio, fiebre mayor a 38 grados y malestar general.
Presencias
Estudios y evaluaciones del mal en la ciudad
- Según evaluaciones difundidas en el 2010 por la revista de la Unión Internacional Contra la Tuberculosis y Enfermedades Pulmonares, en Ate, de 506 infectados, 4,9% presentaba TB multidrogorresistente (TB MDR).

El Comercio, 11 de setiembre de 2013

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