lunes, febrero 09, 2015

Turismo: el gran aliado de la conservación

Inkaterra en el Perú y el grupo Punta Cana en República Dominicana son ejemplo de turismo que mejora el ambiente.

 La actividad turística es un potente motor para la conservación ambiental. Puede contribuir con el ordenamiento territorial, la protección de espacios naturales, el aprovechamiento racional de los recursos y el desarrollo de las comunidades aledañas.

Los empresarios turísticos son cada vez más respetuosos con el entorno. Algunos porque han comprendido que la rentabilidad va de la mano con la sostenibilidad, y otros por una profunda convicción conservacionista. Este es el caso de José 'Joe' Koechlin, cabeza y corazón de Inkaterra.
Ejemplo Perú

Desde hace casi 40 años, Inkaterra impulsa el turismo con una visión pionera. Koechlin fue de los primeros en reconocer el potencial de la selva sur, al establecer inicialmente un lodge, en Puerto Maldonado, a orillas del río Madre de Dios. Varios hoteles más tarde (Cusco, Aguas Calientes y Puno) reciben a unos 65 mil turistas anualmente. Su "huella de carbono" es neutra (es decir, sus emisiones de gases de efecto invernadero son cero).

Entre sus logros se cuentan la conservación y recuperación de orquídeas, y variada flora y fauna; el constante estudio y monitoreo de la vida natural en los bosques que rodean sus hoteles; y el hallazgo de nuevas especies. Ahora está abocado a promover la creación de una nueva área protegida marina para conservar y usar racionalmente los ecosistemas y especies de la costa norte, desde Cabo Blanco hasta el banco de Máncora.

A la dominicana
El grupo Punta Cana es ejemplo de una gran inversión turística y urbana enfocada en la sostenibilidad. Reciclaje de residuos orgánicos para abono, reúso de aguas para riego de campos de golf, cosecha de miel, huertos orgánicos para abastecer los restaurantes y hogares de sus urbanizaciones. Esto es una pequeña parte de lo que realizan, en una porción de selva bañada por el Caribe en el extremo este de República Dominicana.

En 1969, un grupo de inversores norteamericanos, liderados por Theodore W. Kheel, compró 48 kilómetros cuadrados de tierras: selvas, lagunas naturales, millares de cocoteros y un frente de playas de arena blanca. Muy lindo, pero sin vías de acceso. Al poco tiempo se sumó el reconocido empresario dominicano Frank Rainieri, quien tuvo la idea de desarrollar turísticamente la zona. Para 1997 el diseñador Óscar de la Renta y el cantante español Julio Iglesias apostaron por el proyecto.

Desde 1994 el grupo está enfocado en la protección y recuperación de los recursos naturales: "reforestación" de los dañados bancos de coral y reproducción del casi extinto aguilucho de la Hispaniola, por ejemplo.
Punta Cana es ejemplo de emprendimiento y búsqueda de soluciones del sector privado sin contar con apoyo estatal. Es, además, el mayor proyecto socioambiental que puede exhibir ese país al mundo.
Jake Kheel, el joven director ambiental del grupo Punta Cana, está convencido de que "las empresas turísticas que no protegen los recursos naturales y no buscan enriquecer a los habitantes y recursos humanos no prosperarán en el tiempo".



RESCATE
Salvar al gavilán
Entre los proyectos de conservación del grupo Punta Cana, figura el rescate de una de las aves más amenazadas del planeta: el gavilán de la Hispaniola.
Jake Kheel, director ambiental de ese grupo empresarial, comenta que trabajan con la Sociedad Ornitológica de la Hispaniola y la Peregrine Fund, en coordinación con la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales. "Es una de las especies más amenazadas del mundo -explica-. Solamente hay trescientos ejemplares que se concentran básicamente en el parque Los Haitises. Ha sido cazado hasta su casi exterminio, pues en el campo equivocadamente creen que matan a sus aves de corral, cuando en realidad es un ave pequeña que se alimenta de lagartijas y ratones".
Kheel indica que este proyecto ya tuvo logros. "Trasladamos unos a la zona de Punta Cana para ampliar el área en que habita, y protegerlo. En el 2009 introdujimos tres gavilanes que se adaptaron muy bien y ya hemos logrado su reproducción en cautiverio. Poco a poco queremos que esta área albergue a una población establecida del gavilán".

El Comercio, 06 de mayo de 2014

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