lunes, febrero 09, 2015

El hombre que contagiaba

HOMENAJE A LUIS 'CARTUCHO' MIRÓ QUESADA GARLAND

Luis 'Cartucho' Miró Quesada Garland (1914-1994) se adelantó a su tiempo. Y supo entender la creación como expresión de una forma de ser, de ver y de habitar el espacio.
El arquitecto contagió a toda una generación de su visión sobre la modernidad; derribó paradigmas sobre la arquitectura y las artes, y logró cambios profundos en el ámbito urbano, social y político.
Opuesto a los movimientos nacionalistas e historicistas, consideraba que las manifestaciones del pasado no comunicaban, necesariamente, un mensaje válido para otra época. Para él cada tiempo poseía un espíritu propio y cada forma expresiva respondía a un determinado momento.

"Una nueva sociedad, una nueva emoción, una nueva sensibilidad, un espíritu nuevo han dado origen a la nueva ciencia, al arte nuevo y a la nueva arquitectura como espacio en el tiempo", escribió en "Espacio en el tiempo", obra fundamental para entender la arquitectura peruana del siglo XX. En ese libro acuñó el término "arquitectura viviente", la cual no tenía "trabas ni fórmulas académicas" y solo buscaba "expresar con verdad, en nuevas y puras forma estéticas, la magnífica evolución espiritual y técnica de la humanidad hoy". La consideró "engendrada en consonancia con su época y su colectividad" y "aquella que vive nuestro vivir".

'Cartucho' fue hombre cultivado y sensible. Impulsó el arte contemporáneo y sin él, sin duda, el movimiento vanguardista peruano hubiera tardado en gestarse.
Creó la legendaria Agrupación Espacio (1947), cuya influencia sobre posteriores narrativas y nuevos lenguajes de la arquitectura y las artes sigue siendo evidente. Ese grupo congregó a "contagiados" de sus innovadoras ideas: talentosos jóvenes arquitectos, artistas plásticos y estudiantes de su alma máter, la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).



Este Diario fue, de 1947 a 1950, la principal plataforma de difusión de las ideas de esa agrupación, masificando su mensaje, sus propuestas y propiciando el debate sobre la estética de la época: "Lo que interesa en el arte es gozar la imagen artística y no comprender, dilucidar o explicar su pretendido mensaje", escribió a mediados de los años 60.

Arquitecto, pensador, periodista, crítico de arte, ensayista, director alterno de El Dominical y maestro de varias generaciones, 'Cartucho' fue esencialmente un aniquilador de prejuicios, de normas establecidas y de las cadenas impuestas por la tradición y la academia.

Este miércoles 14 de mayo se conmemoran cien años de su nacimiento. La UNI ha organizado un nutrido programa de actividades para resaltar sus aportes intelectuales y culturales, y resaltar su obra arquitectónica (porque 'Cartucho' supo convertir su pensamiento en algo tangible, como una casa o un edificio). En cada una de sus construcciones, como en la obra de su gran amigo el maestro Fernando de Szyszlo, están plasmadas las palabras del "manifiesto" de la Agrupación Espacio: "Las revoluciones son desplazamientos y evolución de masas, no actitud de seres específicamente individuales. Un hombre puede ser un revolucionario pero nunca una revolución".

'Cartucho' fue un revolucionario del saber. Un revolucionario que contagió del virus de la libertad a quienes tuvimos el privilegio de conocerlo, y por lo mismo hoy lo extrañamos.

El Comercio, 10 de mayo de 2014

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