Este martes 3 de setiembre, Lima será sede del Foro Global sobre Minería
Artesanal y de Pequeña Escala (ASGM, por sus siglas en inglés). Organizado por
el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Pnuma, pondrá en el
ojo de la tormenta a la muy contaminante y devastadora minería ilegal e informal
y la reciente cadena de errores de las autoridades peruanas para su regulación.
El Perú es uno de los mayores compradores de mercurio de la región y nada se
está haciendo para revertir esa situación.
El Gobierno Peruano, para evitar conflictos, no ataca frontalmente a las
mafias que perpetran una actividad que aniquila ecosistemas enteros, genera
corrupción, focos de prostitución y de trabajo infantil, y envenena a las
personas con el neurotóxico mercurio. Esto sin mencionar la devastación de
ecosistemas altamente biodiversos y la contaminación de suelos y ríos y, con
ello, los ingredientes de algunos platos típicos de nuestra culinaria.
¡Ojo, organizadores y cocineros de Mistura! Tienen un importante rol en la
difusión de esa contaminación que afecta, también, a los peces amazónicos, base
de la dieta selvática y de varias recetas que rescatan el espíritu y los sabores
de la Amazonía. A este paso la tan mentada cocina peruana más que novoandina se
conocerá como 'mercurial'.
El doctor Luis Fernández, director del Proyecto Carnegie Mercurio Amazónico
(Camep), de la Universidad de Stanford, divulgará -en paralelo- los resultados
de un estudio de gran envergadura que midió los niveles acumulados en el pelo de
cientos de personas en más de veinte ciudades y poblados (incluidas comunidades
nativas) de Madre de Dios.
En la batalla contra este venenoso metal hay que sumar y no restar. Todos y
todas las peruanas debemos declararle la guerra al mercurio, especialmente las
madres pues -como lo ha mencionado el biólogo tropical Enrique Ortiz- es una
cruzada por la salud, especialmente de los niños. Esperemos que el eterno
aspirante al premierato y actual ministro del Ambiente, abogado Manuel
Pulgar-Vidal, se aúne a esta campaña ambiental, en vez de perseguir a la primera
dama Nadine Heredia para aparecer junto a ella en fotos de actividades que a él
no le competen. Lo que sí le compete es lograr que el Perú empiece a frenar el
uso de mercurio, más aun en el marco de la Convención de Minamata que se viene
negociando desde hace cuatro años. Una "tarea hercúlea", según Fernando Lugris,
el diplomático uruguayo que presidió la última serie de negociaciones.
El nombre Minamata tiene un gran sentido histórico. Hace setenta años surgió
una extraña enfermedad neurológica en la ciudad japonesa de ese nombre. Miles de
personas sufrían movimientos involuntarios, debilidad muscular, problemas
auditivos y del lenguaje, y las madres daban a luz a niños enfermos y con
deformidades.
No debe haber caído muy bien en el ámbito internacional la claudicación de
los representantes del gobierno frente al gremio de mineros ilegales, en la
reunión en la Presidencia del Consejo de Ministros, ni las medias verdades de
Pulgar-Vidal.
Encuentros
La gran convocatoria de la convención
- En el foro de Lima participarán representantes de los 140 países
signatarios de la Convención de Minamata, aprobada en Suiza, el pasado enero.
Esta será aceptada en una reunión el próximo octubre en Minamata (Japón), y
entrará en vigor cuando cincuenta países la ratifiquen.
Proyecto
Propuestas para reducir el uso de mercurio
- Diversos ingenieros peruanos han propuesto el Proyecto Mercurio Cero. Esta
iniciativa busca reducir, en una primera etapa de tres años, el 50% del uso de
este metal en la actividad minera. Y en cinco años más, erradicar su consumo.
El Comercio, 28 de agosto de 2013
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