El tema del indulto al ex presidente Alberto Fujimori está siendo usado para todo: como cortina de humo para tapar algunos escándalos del actual gobierno y una herramienta de polarización de una izquierda que necesita al Perú desunido para avanzar, mentir y seguir mendigando fondos internacionales. Se usa, también, para tantear los ánimos de la población. Y más.
Los opositores de la primera dama, Nadine Heredia, ruedan la fantasiosa versión de que el moribundo Fujimori será canjeado por el favor de la bancada de Fuerza Popular (FP) para que pueda lanzarse en las presidenciales del 2016. Y los adversarios de Keiko Fujimori, lideresa naranja de Fuerza Popular (FP), le increpan que ha elegido ser política antes que hija o que probablemente quiere la liberación del padre para que él postule en el 2016. ¿Total? Mientras tanto las encuestas siguen preguntándole a la población su opinión sobre el indulto y esta se muestra favorable y mayoritaria.
Ayer las declaraciones de la actual ministra de Justicia, Eda Rivas Franchini (ex de García-Sayán), fueron de antología. Pidió que "no se politice el tema" (como si el asunto pudiese estarlo más todavía); a renglón seguido dijo que el tema "tiene repercusiones políticas en la instancia en la que se encuentra", para después añadir que no las tiene. ¿Total?
El zafarrancho verbal de la ministra parece ser reflejo del zafarrancho emocional por el que, suponemos, debe estar pasando. Después de todo se trata de indultar (o no) a su ex jefe, un hombre del que fue estrechísima colaboradora (en diversos cargos) al punto de haber sido una de las personas de confianza de Alberto Fujimori para sacar adelante la, hoy tan cuestionada, reforma del Poder Judicial en tiempos del fujimorismo, fujimorato, fujimontesinismo o como prefiera llamarse a ese período.
La ministra negó también que existan "intereses ocultos" para no otorgarle el indulto a Fujimori como se infiere de la carta que este dio a conocer el jueves. "No hay ningún interés ni del Ministerio de Justicia ni del Gobierno, menos aun de la Comisión de Gracias Presidenciales que ha trabajado arduamente y de forma complicada", dijo Rivas. Y de paso negó que hubiese demoras en la elaboración del informe sobre el indulto. ¿Nueve meses no son demora? Hasta un embarazo hubiera llegado a término.
Como si se tratara de una carrera de caballos indicó que todo está "en su tramo final". La ministra brindó estas declaraciones tras inaugurar una cuna en el Penal de Mujeres de Chorrillos, antes Santa Mónica, un espacio -el penal- que no le ha sido ajeno a varias de sus colegas que trabajaron en el Poder Judicial, que ella ayudó a reformar, durante el fujimorato. Mejor que los Fujimori encuentren sillas cómodas, porque esta película tiene para rato y bien podría llamarse "En el limbo".
Martha Meier M.Q.
EDITORA DE FIN DE SEMANA Y SUPLEMENTOS
El Comercio, 11 de mayo de 2013
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