sábado, diciembre 01, 2012

Un helado para salvar el planeta

CAPITALISMO Y MEDIO AMBIENTE


En el siglo XXI se ha comprendido -y constatado- el importante rol de la empresa privada como aliada en la lucha por preservar la naturaleza y elevar la calidad de vida de los menos favorecidos. Ese capitalismo que para algunos es un monstruo que todo lo engulle y destruye es el único sistema económico capaz de revertir la actual situación que atraviesa el planeta. Las palabras capitalismo y mercado fueron convertidas en sinónimo de miseria, pobreza, destrucción moral y ambiental. Jason Clay es un alto directivo de la World Wide Fund (WWF). Una de sus anécdotas ayuda a graficar el poder de los privados responsables, del capital y del mercado para conservar las selvas tropicales. A fines de la década de los ochenta, Clay estaba en la selva en un concierto benéfico. Allí conoció a Ben, un fabricante de helados que le preguntó: ¿Qué puedo hacer para salvar la selva tropical?". Clay le respondió que hiciera un helado del bosque, y que para ello usara nueces de la selva para mostrar que el bosque en pie tiene también valor. Un año después el helado Rainforest Crunch volaba de los anaqueles de las tiendas, generando más de un millón de dólares mensuales. El mercado jugó a favor del bosque y los recolectores brasileños de castañas. Estos lograron cobrar más por el insumo pues los fabricantes del helado pagaban hasta tres veces el precio anterior. Fue una operación de más de cien millones de dólares, pero fracasó. Probablemente a esas alturas del siglo XX los consumidores no estaban tan sensibilizados por la cuestión ambiental y el comercio justo, como hoy. Actualmente un proyecto como el del helado podría sacar a millones de personas de la pobreza, protegiendo el ambiente.





Para lograr esto, el capitalismo tiene que tener un rostro más humano y no ser aquello que Juan Pablo II llamó capitalismo salvaje, que en realidad es mero mercantilismo. Para que un proyecto como el del helado no fracase es necesario lograr que la sostenibilidad sea la ventaja competitiva del producto, así como el aprovechamiento racional de las materias primas, el comercio justo, el trabajo digno, el cuidado del agua y los suelos, entre otros. Clay está convencido de que está en manos de las empresas y empresarios comprometidos con el destino del planeta cambiar con rapidez los modos de producción.

Mars -la chocolatera de los populares M&M's o Snickers- está involucrada también en la fabricación de comida para gatos -Whiskas-, y para ello solo compra pescado sostenible y certificado. Esta empresa viene invirtiendo, además, importantes sumas de dinero para investigar la genética del cacao. Están seguros de que lograrán un incremento de 320% por cada 40 hectáreas, beneficiando a su propio negocio y a millares de familias cacaoteras. Así como el helado, miles de productos pueden generar riqueza, conservar el ambiente. De las marcas globales más potentes dependerá su ingreso en el mercado. Y el sistema capitalista habrá demostrado una vez más sus bondades.

El capitalismo es el único sistema económico capaz de revertir la actual situación que atraviesa el planeta.

Para lograr esto, el capitalismo tiene que tener un rostro más humano y dejar de ser mercantilista.

Así como el helado, miles de productos pueden generar riqueza, conservar el ambiente.

El Comercio, 05 de agosto de 2012 (Página de Ecología)





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