La ‘martinbelaundización’ de la agenda política
distrae de los verdaderos problemas del país y de la incapacidad humalista para
comunicarse con sus gobernados. ¿Ejemplo? La ley de promoción del empleo
juvenil –‘ley pulpín’–, que sigue movilizando a millares de jóvenes para pedir
su derogación.
En el caso de la ‘martinbelaundización’ no está
claro quién se beneficia con tanto laberinto por Belaunde Lossio. De hecho, a
la pareja presidencial le ha hecho más daño y encima ha debido negar a ese su
amigo.
El foco puesto sobre ese personaje y la empresa
constructora española Antalsis, mediana nomás, solo puede estar beneficiando a
otras constructoras extranjeras que quieren internacionalizarse.
Este 15-1-15, los jóvenes que marcharán contra la
‘ley pulpín’ le harían favor al país si pidieran, también, infraestructura de
garantía para nuestras ciudades y que Estado y municipios no contraten a
constructoras que nos usan de cuyes para su internalización, como ocurre con
OAS y su socia mayor, Invepar (creada con los fondos de jubilación de la
estatal Petrobras, entre otros).
Marcha de jóvenes contra la conocida 'Ley Pulpín'. (Archivo El Comercio) |
Ayer, en su columna de “Perú21”, Aldo Mariátegui
escribió: “Hablando de constructoras brasileñas, la calificadora acaba de darle
categoría de ‘bono basura’ (junk bond) o ráting C a OAS por impagos, esa
empresa favorita de Villarán y Ollanta que está construyendo la Vía Parque
Rímac […] mientras que tiene a su presidente detenido por el caso Petrobras […]
la revista Forbes considera a OAS ‘one of the biggest jokes’ [una de las
mayores bromas] de la construcción brasileña. Con este tipo de compañías sigue
nuestro Estado contratando”.
Esto es para indignar no solo a los ‘pulpines’. La
cosa con OAS va más o menos así. En setiembre del 2011, Gustavo Rocha,
presidente de Invepar, se reunió en Palacio con Humala y al año siguiente con
la entonces alcaldesa Susana Villarán de la Puente, con quien dejó firmado,
oleado y sacramentado lo de “Línea Amarilla” (hoy Vía Parque Rímac), gestado
por su antecesor, el ahora reelecto alcalde Luis Castañeda.
Lima no está para que brasileños ni nadie de buen
lobby vengan a arriesgar la seguridad e integridad de los limeños con obras que
un simple huaico se trajo abajo (como pasó con uno de los muros de ese
proyecto) y menos empresas con directivos presos. Cuando ocurrió el colapso del
muro, allí nomás debieron regresarlos a bailar samba.
No estamos para empresas que son una “broma” (como
dice “Forbes”), porque antes que después Lima será escenario de un gran
terremoto, como lo sostienen todos los expertos (esto debido al largo silencio
sísmico desde tiempos virreinales). La infraestructura limeña debe cumplir con
los más altos estándares de construcción antisísmica, entre otras, de lo
contrario podríamos atestiguar una tragedia masiva. ‘Pulpines’, que su voz sea,
también, por la seguridad de todos. Se agradece.
Vía Parque Rímac
Las obras que cayeron en el Río Hablador
— Una crecida del río superior al nivel medio de
diciembre generó el colapso de un muro de contención del proyecto Vía Parque
Rímac, en el año 2012. No hubo heridos y la obra siguió su avance, pero se
ajustaron los planes de contingencia para los años posteriores.
En Brasil
La corrupción persigue a la constructora OAS
— La firma ha ganado licitaciones como el Centro de
Convenciones de Lima (S/.534 mlls.) y Vía Parque Rímac (US$700 mlls.). Pero su
presidente en Brasil está preso por un millonario escándalo de lavado de dinero
y corrupción con Petrobras.
http://elcomercio.pe/lima/obras/marcha-pulpin-infraestructura-segura-martha-meier-mq-noticia-1783141
Martha Meier MQ.
Editora Central
El Comercio, 07 de enero de 2015
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