Una carta del pintor Paul Gauguin a su amigo el escritor y dramaturgo sueco
Johan August Strindberg contiene frases para la reflexión. "Si nuestra vida está
enferma -escribió Gauguin-, también ha de estarlo nuestro arte".
Si aplicamos ese sentir a la política y la vida nacional, que reflejan los
medios, bien podemos decir: "Si nuestras noticias están enfermas, también ha de
estarlo nuestra vida". No es exagerar, diversos estudios científicos muestran
que las malas noticias literalmente nos dañan.
De un tiempo a esta parte los medios de comunicación parecen decididos a
convertirse en mensajeros de lo disfuncional, como si nada anduviera bien. Y en
esta mensajería de lo perturbador, los periodistas tenemos nuestra cuota de
culpa.
Es cierto que los medios y periodistas no estamos para hacerle la vida fácil
a los poderes de turno, pero tampoco para convertir en insufrible la vida de los
lectores, de las audiencias, y menos generar desesperanza y frustración. Este
mensaje va, también, para los políticos, quienes finalmente marcan la agenda,
con sus inconductas y arrebatos.
"Los medios creen que tendrán más éxito focalizándose en lo disfuncional,
olvidando lo que funciona", dice Arianna Huffington, la mujer más poderosa de la
comunicación de masas del planeta. Nacida en Grecia, en 1950, con el apellido
Stassinopoulou, es la fundadora y presidenta del "Huffington Post", el mayor y
más influyente diario de Internet.
Actual vecina de Nueva York, esta refrescante periodista y activista integra
además el consejo directivo del quebrado grupo español Prisa (diario "El País")
junto a los fondos norteamericanos que intentan reflotarlo. Y está ligada al
Centro de Estudios del Sueño, de la Universidad de Harvard. Este interés surgió
tras su colapso en el 2007 por exceso de trabajo e "hiperconexión tecnológica".
Está convencida de que el éxito depende del buen dormir y por eso en su
centro de operaciones hay dos cuartos de siesta: "Para recuperar energías sin
que nadie tenga que recurrir a sobredosis de cafeína".
Arianna estuvo la semana pasada en Miami entre las principales expositoras
del Continuity Forum, de la Fundación ABC*, encabezada por Fernando Henrique
Cardozo. Huffington habló, fuerte y claro, sobre el futuro de los medios y su
relación con lo positivo.
"La gente no solo busca información, cada vez más quiere significado. Créanlo
o no, prefieren compartir buenas noticias, consejos e información sobre cómo
guiar sus vidas para que sean más productivas, saludables y felices, en vez de
saber sobre el último atraco o asesinato", afirma.
Las malas noticias ya no funcionan y esa es la mejor noticia. Así las
cosas...¿los políticos empezarán a actuar bien para ganar titulares? ¡Ojalá!,
porque sus entuertos enferman.
EL Comercio, 09 de noviembre de 2013
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