La mayor parte del año Lima es una ciudad gris y húmeda. Los malecones en las
playas ventosas de mar chúcaro y frío no son una urgencia. Pero como la
alcaldesa Susana Villarán de la Puente vive en su propia e imaginaria Habana
tropical, se empeña en el proyecto Costa Verde Sur (CVS), innecesario y caro.
Villarán quiere dotar de infraestructura playera a las playas Barlovento
(cuyos usuarios son mayormente pescadores de orilla) y Venecia, que desde hace
bastante tiempo cuenta con lo indispensable para atender a los bañistas, que no
pasan de unos dos mil en el pico del calor.
Ambas playas pertenecen al pujante distrito de Villa El Salvador, el del
emporio del Parque Industrial de muebles.
La Costa Verde Sur, según lo prometido por la señora a la que nada le sale
bien, debió inaugurarse en el verano del 2012. La temporada 2014 ya está aquí y
ayer nuestro Diario informó que solo se ha avanzado 65% del proyecto.
Además, los estudios para la construcción de malecones en esta parte del
litoral estuvieron plagados de errores técnicos, por los que el concejo debió
ampliar el presupuesto en S/.1'784.137, sumado a los casi seis millones de soles
desembolsados con anterioridad.
En el mejor de los escenarios climáticos hablamos de infraestructura que se
usará apenas tres meses anuales, con un costo total mayor a S/. 7 millones.
Parece que la alcaldesa tiene las prioridades de nuestra capital desenfocadas.
Descendiente por línea paterna de don Manuel Villarán y Barrena (abogado de
la Real Audiencia de Lima en el Perú) y por línea materna de Manuela de Oyague y
Carrión (VII condesa del Portillo), ¿nuestra linajuda burgomaestre vive en otro
siglo o en una ciudad imaginaria?
La Costa Verde Sur no es una obra fundamental. Hay otras que sí, como
dignificar la calidad de vida en Ciudad Gosen (Ticlio Chico), de Villa María del
Triunfo.
Cada invierno allí la humedad fluctúa entre el 97% y 100%, las temperaturas
alcanzan mínimos de 11 grados y la llovizna imparable produce desplazamiento de
lodo y piedras que afectan las casas. Para calentarse, familias enteras duermen
cuerpo a cuerpo (con todos los riesgos que eso conlleva).
Con los más de siete millones de soles dilapidados en el "balnearito" de
marras, la alcaldesa Susana Villarán podría haber impermeabilizado las casas de
la zona más alta de Gosen, instalado decenas de atrapanieblas para dotar de agua
potable a los pobladores y, de paso, reducir la humedad ambiental. También pudo
empedrar los caminos, construir un muro de contención para frenar los
deslizamientos y crear un vivero para recuperar la flora y fauna nativa de las
lomas y crear empleos. Pero no.
La frivolidad, el amiguismo y la ineficacia han llevado a la alcaldesa
Villarán a ganarse la desaprobación de la inmensa mayoría de limeños
(especialmente del C,D y E). Mientras, manda a pintar los acantilados de verde y
prioriza la infraestructura.
Disculpen, pero la señora es una reverenda candelejona.
Ignora la desaprobación
La alcaldesa y la reelección
-Pese a que prácticamente el 80% de la ciudad está en contra de su gestión,
Susana Villarán no le cierra las puertas a una posible reelección y dice:
"Siento que Lima está avanzando". Ella ocupó el tercer puesto entre los
personajes negativos del año según una encuesta de Ipsos.
Retraso de tres años
¿Qué se prometió en la Costa Verde Sur?
-En noviembre del 2011, Villarán anunció que en tres meses se entregaría el
proyecto Costa Verde Sur, en el kilómetro 20 de la Panamericana Sur. Este
tendría malecones, baños y áreas verdes, y beneficiaría a tres millones de
personas en la ciudad.
El Comercio, 18 de diciembre de 2013
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