sábado, agosto 05, 2017

¡Volverás Venezuela!

Venezuela es más grande que el corrupto proyecto bolivariano instaurado por el difunto analfabeto-funcional Hugo Chávez, y los venezolanos lo saben.

Venezuela es mucho más que el billullo narco y los petrodólares que hoy saquea el camionero colombiano Maduro, y los venezolanos lo saben, por eso resisten y salen a las calles dispuestos a entregar hasta la vida por esa Venezuela que ha de volver.

Ayer Maduro, monigote del Orinoco y títere de la inteligencia cubana, instaló una fraudulenta Asamblea Constituyente repudiada y no reconocida por la comunidad internacional, es decir por las naciones occidentales libres de la lacra castro-chavista-marxistoide-roja o cómo se llame ese veneno mental imbecilizante, generador de odios y miseria.

Venezuela fue, desde 1958, una de las democracias más estables de América del Sur mientras en el resto de la región campeaban las dictaduras militares de izquierdas y derechas, y luego incipientes y frágiles democracias. Venezuela fue un faro de libertad, el país que recibió con los brazos abiertos a los perseguidos políticos de la isla-cárcel castrista y a quienes huían de las dictaduras continentales.

Fue admirado país petrolero y nación industrializada que avanzaba por la senda del desarrollo. Miles de peruanos encontraron allá un nuevo hogar y oportunidades cuando, aquí, la “robolución” velasquista desconocía la propiedad privada y rapiñaba haciendas, bancos, minas, medios de comunicación, pauperizando al Perú.

En los últimos días la mayoría de nuestro Congreso (todos, menos los rojos) acordaron pedir al presidente Pedro Pablo Kuczynski, PPK, retirar al embajador venezolano en Lima, Diego Molero, en señal de protesta contra la dictadura madurista. 

En esa línea, el presidente ha tenido el acierto de convocar a una reunión en Lima en la que once Cancilleres de América evaluarán la insostenible situación venezolana, tras tres décadas de truhanesco proyecto castro-chavista.

El Perú no reconoce ni reconocerá los resultados de la ilegítima elección para la nueva Asamblea Nacional Constituyente instalada ayer entre fuertes protestas, porque como lo expresa un comunicado de Cancillería, esa elección “profundiza la fractura de la nación venezolana, rompiendo el orden democrático”.  Nuestro país ha condenado, además, “la represión violenta que ha causado más de un centenar de muertos”.

La inclaudicable oposición venezolana se mantiene en las calles porque sabe que su Venezuela, la verdadera, puede y debe volver, que ese país ejemplar no murió, ya no tiene miedo y palpita cada vez más fuerte.

¡Maduro, prepárate allá vamos!  

Martha Meier M.Q.

Expreso, 05 de agosto de 2017