El gobierno de Ollanta Humala ha decretado por ley la moratoria por diez años del ingreso de organismos vivos modificados (OVM), más conocidos como transgénicos. Se trata de una medida acorde con las tendencias de los mercados internacionales en los que la demanda de alimentos orgánicos es creciente. La moratoria resulta positiva para la imagen del Perú como centro de productos naturales y líder sudamericano en la conservación de la rica agrodiversidad y los ecosistemas y sus riquezas naturales. El asunto no ha gustado a los lobbistas de las trasnacionales productoras de tales semillas que ya generan problemas a lo largo y ancho de los países donde han sido introducidos.
En las últimas semanas, ha saltado a la palestra un inesperado pro transgénico, ni más ni menos que el ex (y posible futuro) candidato presidencial Pedro Pablo Kuczynski. PPK ha sentenciado que la moratoria "no tiene sustento científico". Según él: "las ideas que flotan por allí de que los transgénicos son una especie de plaga que van a destruir toda nuestra flora y nuestra fauna son completamente falsas". Y añadió que países como Argentina y Colombia, que son potencias agrícolas, "han aceptado el ingreso de semillas transgénicas". Parece que PPK está bastante desinformado de lo que ocurre en Argentina, donde la soya transgénica de Monsanto (y resistente al herbicida Roundup de la misma compañía) está siendo literalmente devorada por las malas hierbas que normalmente invaden ese tipo de cultivos y que ahora se han vuelto inmunes también al herbicida. Olvida PPK, además, las investigaciones en las que ratones alimentados con maíz transgénico fueron más propensos -especialmente las hembras- a desarrollar tumores, daños en distintos órganos y muerte temprana. En conferencia de prensa con el "Washington Post", el biólogo e investigador en jefe Gilles-Eric Seralini, de la Universidad Caen de Francia, afirmó: "tras un año [de dieta transgénica] hubo un notable incremento en el número de tumores". Lógicamente aparecieron los críticos a la metodología del estudio, pero sin resultados de otra investigación que demuestre lo contrario.
El político de los PPkausas y del PPKuy -¿transgénico será su roedor?- ha dicho, además, que en nuestra sierra debe impulsarse el cultivo de trigo modificado. Esto ad portas de celebrarse en el mundo el año internacional de la quinua, grano andino cuyas propiedades alimenticias son altamente valoradas y cuyas variedades están perfectamente adaptadas a nuestra realidad geográfica y climática. Personajes como la destacada primatóloga Jane Goodall, la física Vandana Shiva, entre otros, vienen advirtiendo sobre los potenciales peligros (para la salud, el medio ambiente, la agrodiversidad y la economía de los pequeños agricultores) de los transgénicos, algo por lo que PPK está jugándose su vigencia política.
El Comercio, 04 de diciembre de 2012
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