Nairobi acogerá la Primera Asamblea de las Naciones Unidas sobre Medio
Ambiente (UNEA) "Una vida digna para todos".
Más de 160 países se darán cita en Nairobi del 23 al 27 de junio. La capital
keniana -considerada la capital ambiental del planeta- será escenario de la
Primera Asamblea de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente (UNEA, por sus
siglas en inglés), en la que se discutirá una amplia gama de temas relacionados
con el desarrollo sostenible, la economía verde, la batalla contra el tráfico de
vida silvestre y otros crímenes ambientales.
La UNEA -de reciente creación- integra a los 193 estados miembros y
observadores de las Naciones Unidas. Es fruto del fortalecimiento del Programa
de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) y fue creado en la
Conferencia Río+20 (Brasil, 2012).
Cambio de hábitos
Bajo el lema "Una vida digna para todos", se discutirán -por primera vez y a
profundidad- los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), incluido el consumo
y producción sostenible, un asunto en el que las empresas y los consumidores
juegan un papel fundamental. Y es que los ODS se alcanzarán en la medida que la
población cambie sus hábitos y patrones de consumo y que esto cree un nuevo tipo
de demanda a las empresas. De la misma manera a las empresas les compete generar
un nuevo tipo de oferta de productos saludables, amables y compatibles con la
conservación ambiental, entre otros.
Según Achim Steiner, subsecretario general de las Naciones Unidas y director
ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma),
con esta sesión de UNEA nace "una nueva era para la comunidad medioambiental del
mundo, con un nivel de representación, legitimidad y autoridad únicos".
En Nairobi participarán también los principales actores de la economía, las
finanzas, las ciencias sociales, la legislación, el Poder Judicial y el
desarrollo mundial, quienes jugarán un papel clave para perfilar la nueva agenda
global del ambiente, bajo la supervisión de la Asamblea de las Naciones Unidas
sobre el Medio Ambiente (UNEA). Steiner sostiene que hoy más que nunca "ha
quedado claro que la dicotomía entre sostenibilidad medioambiental y desarrollo
económico y social debe ser superada por una gestión cuidadosa de los recursos
naturales como clave para una sociedad estable y próspera".
La Asamblea del Medio Ambiente (UNEA) como nuevo órgano de gobierno del Pnuma
tiene el mandato de adoptar decisiones estratégicas y señalar las directrices
políticas del Pnuma. Una de sus tareas principales es promover la sólida
comunicación entre ciencia y política.
A estas alturas se ha constatado, además, el papel fundamental de las normas
y la aplicación de la justicia en la construcción de sociedades sostenibles, por
lo que se reunirá a representantes de la comunidad jurídica internacional,
incluidos jefes de Justicia, fiscales generales y jueces.
Y en esta cita no pueden estar ausentes los agentes que brindarán las
herramientas necesarias para consensuar las reformas que moldearán la llamada
"economía verde", por lo que en Nairobi se encontrarán los principales líderes
mundiales de los negocios, las finanzas y la industria, en la brega por "una
vida digna para todos".
Tráfico de vida silvestre
Erradicar la barbarie
Uno de los temas a los que se prestará especial atención en la reunión de
Nairobi es el cruel negocio del tráfico ilegal de especies silvestres y la caza
furtiva. Como bien explica Achim Steiner, "el contrabando de vida animal no solo
amenaza a las especies, sino también a la economía y las comunidades locales. El
contrabando de animales y la caza furtiva representan un fenómeno creciente,
multimillonario y subestimado durante mucho tiempo".
Se ha detectado que la cacería furtiva y el tráfico de vida silvestre son una
de las fuentes de financiamiento de los grupos alzados en armas y de los
conflictos armados. No olvidemos que se trata del tercer negocio ilegal más
grande y lucrativo del mundo, después del narcotráfico y contrabando de armas.
Según Interpol, la caza furtiva y el tráfico silvestre generan más de 17.000
millones de dólares anuales; dinero sucio que corrompe, degrada moralmente y
entra en un circuito que se vincula a otros negociados también ilegales.
Esta actividad bárbara y cruel amenaza directamente el equilibrio de los
ecosistemas y el potencial turístico de las zonas rurales más deprimidas del
planeta.
El Comercio, 03 de junio de 2014
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