No estamos en julio, pero el circo llegó con sus payasos. Mientras a lo largo y ancho del país los conflictos sociales dejan saldos mortales, el megaproyecto minero Conga sigue entrampado, la inestabilidad climática produce inundaciones y desbordes aislando comunidades enteras, se incendian los almacenes del Ministerio de Educación y millares de niños y maestros se quedan sin material educativo para empezar el año escolar, el circo congresal presenta espectáculos patéticos. Lejos de ocuparse de lo importante, de lo urgente, de lo que requerimos para avanzar como país, nuestros padrastros de la patria se entrampan en discusiones del ayer.
El show de la semana lo dio la Comisión de Fiscalización. Los congresistas Becerril y Mulder llegaron a las manos porque el primero (fujimorista) le dijo al segundo (aprista) que su gobierno había sido corrupto. ¡Novedad! Martín Belaunde Moreyra, presidente de esa comisión, increpó a los alterados para que retiren los "agravios al mismo tiempo".
¿Agravios? ¿Si el ex zar anticorrupción del toledato cree que el gobierno aprista fue un cristal, entonces por qué lo investiga? Belaunde Moreyra informó, luego, que su comisión recomendaba investigar un poco más hasta al emolientero de la esquina por la debacle del Banco de Materiales, Banmat. Dicho sea de paso varios de los hoy "investigables" -entre ellos directores del Fondo Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado, Fonafe- recomendaron el cierre del Banmat en tiempos del paniaguato. Asunto que no prosperó porque el acciopopulista Valentín Paniagua y sus compañeros de la lampa defendieron la desfasada obra del arquitecto Belaunde en su segundo gobierno. Impuestos tirados al agua en una investigación que no prosperará por desenfocada, figuración y sed de venganza.
En las últimas semanas se ha desatado, también, una campaña de diretes contra Nadine Heredia. ¿Su "pecado"? Acompañar y apoyar a su esposo, el presidente Humala, a varias actividades y tener propuestas propias para resolver lo urgente e importante. Hoy es blanco de quienes la ven como una eventual Cristina Kirchner, la sucesora del presidente en el 2016, un asunto imposible dentro del marco legal actual. Mientras tanto, lo importante ¿dónde queda?
Hace pocos días la pareja presidencial estuvo en Huaral, repartieron desayunos y el presidente mencionó la importancia de que los estudiantes menos favorecidos recibieran al menos dos raciones de alimentos diarias para garantizar una adecuada nutrición, uno de los grandes secretos del buen rendimiento. Finlandia es un país del que deberíamos aprender algunas cosas. Ya desde el siglo 17 se comprendió que las raciones escolares eran decisivas para mejorar la capacidad de aprendizaje. Los sucesivos gobiernos siguieron por ese camino, elevando además la calidad educativa hasta convertirse en un ejemplo mundial. Por cierto, no hay payasos en su Congreso.
El Comercio, 17 de marzo de 2012
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