En 1595 fueron condenados a la hoguera en Portugal, el exitoso comerciante
judío de origen sefardí Juan López y su esposa. El trágico suceso llevó a que
décadas más tarde los tres hermanos León Pinelo arribaran al Nuevo Mundo, para
bien de la cultura. ¿Cómo se vincula su presencia en América con la muerte de la
pareja portuguesa?
Las víctimas de la Inquisición eran los abuelos paternos de los León Pinelo;
el fuego asesino llevó a que el hijo de la pareja, el capitán Diego López de
León y su esposa, Catalina de Esperanza Pinelo, se refugiaran en Valladolid,
España, donde en 1590 nació Antonio, el segundo hijo de los hijos, quien sería
un influyente intelectual.
De Valladolid, Diego, el padre, partió a Buenos Aires para forjarse una mejor
situación. Su facilidad para el comercio le permitió alcanzar cierta prosperidad
y pudo reunir a la familia en tierras americanas, en 1605.
Al cabo del tiempo, Diego llegó a Lima con sus dos hijos mayores, ya como
judíos conversos (para evitarse problemas y persecuciones se ordenaron como
sacerdotes católicos). Antonio estudió en la Universidad de San Marcos y Diego,
el menor, llegó a ser rector de ella.
A Antonio de León Pinelo llegó a llamársele el oráculo de América, por su
vasto conocimiento sobre todas las materias del Nuevo Mundo, según Guillermo
Lohmann Villena.
Antonio fue un destacado jurista y erudito, es considerado el primer gran
bibliógrafo de temas americanos, pues reunió información detallada, siendo
relator y cronista del Consejo de Indias.
Entre sus obras destaca una muy singular, en la que conjuga historia,
geografía, teología y filosofía: "El paraíso en el Nuevo Mundo. Historia natural
y peregrina de las Indias Orientales",1656. Allí afirma que el jardín del edén
se ubica en la Amazonía, convencido de que los exuberantes escenarios descritos
en el Génesis eran ese interminable verdor cruzado por inmensos y serpenteantes
ríos.
Fue al dejar Lima y volver a España que se dedicó incansablemente a escribir
sobre el Nuevo Mundo (siempre llamó así a América). Sus últimos años los pasó en
Madrid, admirado como el oráculo de América.
Sus obras abarcan la geografía, historia, poesía, bibliografía y hasta la
culinaria, como en su pequeño tratado litúrgico-gastronómico, "Cuestión moral
sobre si el chocolate quebranta el ayuno eclesiástico" (1624).
El manuscrito de "El paraíso..." no se encontró por muchos años pero, a
mediados del siglo XVIII, apareció en poder del historiador peruano José Eusebio
Llano Zapata, quien lo recibió en Buenos Aires, como obsequio del arzobispo de
Charcas. El historiador hizo una copia para el rey, que hoy se encuentra en la
Biblioteca del Palacio Nacional de Madrid.
Para 1943, Raúl Porras Barrenechea publica ese texto, en dos tomos,
considerando que contenía la "realidad viva y esplendorosa, visión radiante de
un nuevo mundo visto con los lentes de hipérbole de un cosmógrafo saturado de
textos medievales".
El colegio de la comunidad judía en Lima lleva el apellido de estos tres
hermanos que destacaron en su campo, pero principalmente honra a Antonio, quien
creyó encontrar en nuestra Amazonía el paraíso terrenal.
Tratado sobre América
"El paraíso en el Nuevo Mundo"
- Antonio de León Pinelo regreso a España en 1622 y dedicó todas sus horas a
"El paraíso en el Nuevo Mundo", un libro sobre la naturaleza, la prehistoria y
las sociedades americanas que intentó probar que el edén -con sus cuatro ríos-
se ubicó en el centro de América del Sur.
Los orígenes
El inicio de la crónica de lo real maravilloso
- "El paraíso en el Nuevo Mundo" es considerado por muchos estudiosos como el
libro que marca la senda de lo que cientos de años después sería la crónica de
lo real maravilloso con Alejo Carpentier, Juan Rulfo y Gabriel García Márquez.
El Comercio, 26 de marzo de 2014
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