sábado, noviembre 02, 2013

Magdalena: de los ichma al todo vale

Magdalena del Mar fue alguna vez el curacazgo de Huantille, hoy bien podría llamársele la "chacrita de Francis". Y es que su alcalde James Francis Allison Oyague hace lo que quiere, lo que no debe ni puede. Lo suyo es otorgar licencias a diestra y siniestra, rebasar los parámetros establecidos por la Municipalidad Metropolitana de Lima, atentar contra el espíritu residencial y pretender que se le reconozca autoridad inclusive en una zona que no le corresponde: la zona limítrofe en litigio con San Isidro.
Ese problema de límites parece haberle resultado un muy buen negocio a un cuarentón que purgó prisión en Estados Unidos por mover decenas de miles de dólares no declarados y de procedencia, aún, no aclarada.
¿Esos dineros podrían tener como origen en la constante violación de parámetros de construcción, quizá resultaron de su paso por el Ministerio de Vivienda en el segundo gobierno de García o de sus no explicados vínculos con la firma de chuponeo telefónico Business Track, BTR? A estas alturas pareciera que las autoridades debieran levantarle el secreto bancario y seguir la pista de su dinero. Aunque sea por simple curiosidad. ¿O no?
En los últimos días la Municipalidad de San Isidro ha denunciado, nuevamente, a Magdalena del Mar por otorgar licencias de construcción para edificios de más de 20 pisos (en una zona donde el máximo son 15), violando la zonificación establecida.
Cosa curiosa, Magdalena del Mar (o la "chacra de Francis") ha otorgado tanto como el 80% de las licencias de construcción en la zona de conflicto con San Isidro. Algo que huele bastante mal y que llama un poco a la sospecha. Más allá de si esto es producto de las corruptelas o desconocimiento urbanístico, es un hecho que estas amenazan aumentar desproporcionadamente la densidad, generar desorden y caos vehicular en un distrito de vocación residencial de baja densidad, muy especialmente en su límite con San Isidro.
La historia de Magdalena del Mar se remonta al Intermedio Tardío. Fue en esos tiempos precolombinos cuando los pobladores del interior del valle del Rímac empezaron a abandonar paulatinamente sus asentamientos para establecerse cerca del mar, donde construyeron poblados de barro y dedicarse a actividades como la pesca. Surge entonces la tradición cultural Ichma que se extendió ampliamente por Lima.


Para el desarrollo urbano de Lima, Magdalena del Mar jugó un importante rol, pues fue el primer poblado y balneario que dio origen a una serie de nuevas urbanizaciones. Y por su estratégica ubicación lo sigue haciendo, pero nada de esto parece interesarle a Allison, más preocupado en ver cómo seguir quebrando los parámetros de edificaciones y engatusar a los vecinos para ser reelegido una y otra vez en el cargo (es alcalde por tercera vez), un cargo que le ha permitido acumular dinero suficiente para tener una nada despreciable cuenta bancaria en Miami (tomando en cuenta que en una sacó de ella más de 50 mil dólares). ¿Suertudo?

Bautizos

El origen de su nombre y su trascendencia
- Tras la fundación de Lima, la Iglesia Católica empezó la evangelización de los indígenas. Para 1557 se estableció la Doctrina de Santa María Magdalena, que le dio el nombre de Magdalena a esa zona del valle bajo del Rímac. Y ya para 1857, se crearían los primeros distritos.

Alcances
Disputas y conflictos de dos distritos limeños
- El conflicto limítrofe entre San Isidro y Magdalena del Mar data de algunos años. Ambos distritos limeños se disputan 42 manzanas, ubicadas entre las avenidas Juan de Aliaga, Faustino Sánchez Carrión y Felipe Santiago Salaverry.

El Comercio, 31 de julio de 2013

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