En nuestro país impera la peligrosa costumbre de pasar las cosas por agua tibia. Esto deriva en complacencia al tiempo de calificar hechos execrables. Así, en lo últimos días se habla de la 'niña muerta en el Vraem' o la 'pérdida de una niña'. ¿Por qué no llamar a las cosas por su nombre? La pequeña Sorayda Caso, de 8 años, no murió porque sufría alguna enfermedad ni por accidente, tampoco se 'perdió' en la tupida maraña del monte. ¡No! Ella fue a-s-e-s-i-n-a-d-a, sí asesinada. La palabra parece no gustarles a las autoridades, que prefieren usar términos que no evoquen lo que pasa hoy en el Perú. Y esto es que la población civil está entre dos fuegos: el de Sendero Luminoso (SL) y el de las fuerzas del orden. Sendero ha resurgido y el Estado reacciona con una adecuada estrategia de inteligencia.
Para los familiares de la niña, la bala que la mató era militar. La necropsia indica que una bala la atravesó por la espalda y que su cadáver fue arrastrado. Esto ocurrió durante una operación de fuerzas combinadas en Ranrapata, Junín, una zona donde SL sigue ganando terreno y cobrando vidas inocentes.
Las confusas circunstancias que rodean el asesinato de la pequeña hicieron que la oposición convocara al Congreso a los ministros del Interior y de Defensa, Wilfredo Pedraza y Pedro Cateriano, el jueves último. Se suponía que aclararían los hechos, pero en este país de medias tintas, del infame pacto de hablar a media voz (al que se refería Manuel González Parada) y de la especialidad criolla de evadir responsabilidades, surgieron más contradicciones. De paso los ministros quisieron pasar a sesión reservada. ¿Para encubrir qué?
El ministro Cateriano dijo inicialmente que los terroristas huían disparando y que fue entonces que una bala impactó en la niña, pero luego la versión cambió y se supo que la pequeña cayó muerta en un lugar alejado de la operación. Tamañas incoherencias han llevado a que el legislador Javier Diez Canseco plantee en la radio de Ideele: 'una censura' porque "la actuación ha sido deplorable sobre todo porque los ministros que no han estado en los hechos repiten una versión que no tiene ninguna consistencia".
Mientras los Cateriano y Pedraza balbuceaban ante el pleno, en Palacio de Gobierno se desarrollaba una gala para la Liga de Lucha contra el Cáncer. Un loable motivo para festejar, sin embargo una foto sonriente en un momento de crisis y duelo puede convertirse, antes que después, en un arma de doble filo a ser usada por los detractores de la pareja presidencial para distorsionar su imagen y mostrarla como frívola e insensible.
Una niña asesinada a los 8 años, en una operación para tratar de frenar a los terroristas. ¿Estamos volviendo al pasado?
ALERTAS. Una niña asesinada a los 8 años, en una operación para tratar de frenar a los terroristas. ¿Estamos volviendo al pasado?
El Comercio, 15 de setiembre de 2012
No hay comentarios.:
Publicar un comentario