Los agricultores de café ya lo sienten. Sus cosechas padecen lo que otros discuten en foros internacionales. En la Sierra Nevada de Colombia, por ejemplo, los cafetos florecen anticipadamente y sus bayas son más pequeñas.
México, Kenia, el Perú y Nicaragua fueron escenario de una investigación, financiada por Alemania, que constató cómo los agricultores de montaña han de trepar sus cafetales, tres o cuatro metros anualmente, buscando temperaturas más bajas. Por cierto, el rendimiento cafetalero peruano cayó 30% este último año.
En distintos puntos del globo, las aves y mariposas cambian sus patrones migratorios. Esto podría estar afectando, ya, la polinización y con ello la reproducción y supervivencia de plantas y ecosistemas. No hay que irse a los polos para constatar el retroceso de los hielos. En Áncash el glaciar Pastoruri, hoy todo un “stripper” de sus nieves (40% se ha derretido), fue hasta hace poco destino para practicar esquí. En Arequipa las nieves del volcán Misti son un bonito recuerdo: lo que se ve hoy son unas mínimas pinceladas blancas.
Mientras tanto la reciente reunión de Bangkok, Tailandia, —penúltima ronda de negociaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre cambio climático de cara a la Cumbre de Copenhague—, ha dejado sinsabores.
Yvo de Boer, secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, comentó que no se lograron avances en asuntos claves: “Ya es hora de que el interés común prevalezca sobre el propio”, ha dicho. Representantes de 179 países discutieron durante dos semanas básicamente para nada. Las conversaciones continuarán del 2 al 6 de noviembre, en Barcelona, la última cita antes de Copenhague. Algunos países en desarrollo, liderados por China, acusan a Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y Canadá de querer “matar” el Protocolo de Kioto (que vence el 2012) solo para negociar un nuevo acuerdo, más duro. Pero las cosas, mal que bien, están andando.
En los últimos días la administración Obama convocó a la India para consultas de alto nivel sobre el cambio climático. Se espera, además, que la próxima visita del presidente estadounidense a China sirva para llevar a buen puerto el diálogo bilateral con el presidente Hu Jintao. Como se sabe, China, Estados Unidos y la India son los principales emisores de gases invernadero, generadores del calentamiento global. En Bangkok, la delegación de Estados Unidos (país que nunca ratificó el Protocolo de Kioto) no tuvo empacho en adelantar que si su Congreso no aprueba, a tiempo, el proyecto de ley de cambio climático —actualmente en debate—, “será difícil presentar un compromiso en Copenhague”. Uno de los principales obstáculos para un acuerdo es la permanente evasión de las potencias industrializadas a tratar el tema sobre los fondos requeridos por los países en desarrollo para combatir el cambio climático.
Hay optimismo en la próxima ronda de Barcelona, donde se espera lograr un texto de posible acuerdo para la cita de Dinamarca, la más importante reunión del siglo XXI, en la que se juega el destino de la humanidad.
México, Kenia, el Perú y Nicaragua fueron escenario de una investigación, financiada por Alemania, que constató cómo los agricultores de montaña han de trepar sus cafetales, tres o cuatro metros anualmente, buscando temperaturas más bajas. Por cierto, el rendimiento cafetalero peruano cayó 30% este último año.
En distintos puntos del globo, las aves y mariposas cambian sus patrones migratorios. Esto podría estar afectando, ya, la polinización y con ello la reproducción y supervivencia de plantas y ecosistemas. No hay que irse a los polos para constatar el retroceso de los hielos. En Áncash el glaciar Pastoruri, hoy todo un “stripper” de sus nieves (40% se ha derretido), fue hasta hace poco destino para practicar esquí. En Arequipa las nieves del volcán Misti son un bonito recuerdo: lo que se ve hoy son unas mínimas pinceladas blancas.
Mientras tanto la reciente reunión de Bangkok, Tailandia, —penúltima ronda de negociaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre cambio climático de cara a la Cumbre de Copenhague—, ha dejado sinsabores.
Yvo de Boer, secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, comentó que no se lograron avances en asuntos claves: “Ya es hora de que el interés común prevalezca sobre el propio”, ha dicho. Representantes de 179 países discutieron durante dos semanas básicamente para nada. Las conversaciones continuarán del 2 al 6 de noviembre, en Barcelona, la última cita antes de Copenhague. Algunos países en desarrollo, liderados por China, acusan a Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y Canadá de querer “matar” el Protocolo de Kioto (que vence el 2012) solo para negociar un nuevo acuerdo, más duro. Pero las cosas, mal que bien, están andando.
En los últimos días la administración Obama convocó a la India para consultas de alto nivel sobre el cambio climático. Se espera, además, que la próxima visita del presidente estadounidense a China sirva para llevar a buen puerto el diálogo bilateral con el presidente Hu Jintao. Como se sabe, China, Estados Unidos y la India son los principales emisores de gases invernadero, generadores del calentamiento global. En Bangkok, la delegación de Estados Unidos (país que nunca ratificó el Protocolo de Kioto) no tuvo empacho en adelantar que si su Congreso no aprueba, a tiempo, el proyecto de ley de cambio climático —actualmente en debate—, “será difícil presentar un compromiso en Copenhague”. Uno de los principales obstáculos para un acuerdo es la permanente evasión de las potencias industrializadas a tratar el tema sobre los fondos requeridos por los países en desarrollo para combatir el cambio climático.
Hay optimismo en la próxima ronda de Barcelona, donde se espera lograr un texto de posible acuerdo para la cita de Dinamarca, la más importante reunión del siglo XXI, en la que se juega el destino de la humanidad.
El Comercio, 17 de octubre de 2009
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