El ex procurador fujimorista y hoy presidente de Transparencia Internacional José Ugaz ha pedido que el Congreso no investigue los sobornos de Odebrecht para evitar la “politización” del tema.
La indecente solicitud de Ugaz no ha sido cuestionada por la #ProstiPrensa, los periodistas multiplanilla, los indignados ni por la autoproclamada reserva moral peruana, o sea la caviarada y demás hierbas rosas y rojas. Toda esa laya mantiene un disciplinado silencio. ¿Quieren proteger o protegerse? Veremos.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos informó que Odebrecht y su filial petroquímica Braskem pagarán una multa de US$ 3.5 billones de dólares por sobornar a funcionarios de los gobiernos de Suiza, Estados Unidos y Brasil. Sung-Hee Suh, subprocuradora de Justicia norteamericana, dice que estos “usaban una unidad de negocios clandestina, eficiente y funcional”, un verdadero “Departamento de soborno” y pagar millones de dólares a las autoridades para ganar licitaciones y contratos sobre valorados.
Pasó en el Perú del 2001 al 2015, y Odebrecht lo está contando todo. La coima brasilera compró legisladores, ministros, líderes de opinión, periodistas y puede que hasta presidentes. Por ese dinero ahora varios hablan despacito, y buena parte de los medios tratan de confundir con la vieja treta de "informar" excesivamente sobre irrelevancias que confunden, enredan y desvían la atención de lo puntual que es conocer a los ilustres peruanos de tan corrupto andamiaje.
El grupo El Comercio derrama tinta y no aporta nada y el muy inquisidor Gustavo Gorriti, de IDL-Reporteros, anda tibiecito. Y eso que en abril publicó una serie de informes sobre “el histórico caso Lava Jato –la más grande investigación anti-corrupción que se haya realizado en Brasil y en Latinoamérica”, donde afirmó que “el consorcio IIRSA Norte (formado por las empresas Graña y Montero, Andrade Gutierrez y Odebrecht) transfirió (en 2007) alrededor de 11 millones de dólares” a una cuenta offshore en Barbados, para esconder el dinero y hacerlo llegar a secretos destinatarios. Ver:https://idl-reporteros.pe/los- pagos-secretos-de-odebrecht- en-el-peru/
¿Gorriti mantendrá la versión de que la constructora Graña y Montero, GyM, realizó transferencias ilícitas? Por medio está la credibilidad del diario El Comercio con “textorrea” sobre la corruptela brasilera, pero ni pío sobre la vinculación con GyM, empresa de uno de sus accionistas.
Hernán P. Floríndez, periodista de la revista Ideele (Nº 257) le sacó una frase para la posteridad a Alejandro Miró Quesada Cisneros, presidente del Consejo Editorial de ese diario (junto al ex vice ministro aprista de Cultura, Bernardo Roca Rey). Y dijo así: “Bueno, tampoco pidan que El Comercio sea un detractor de José Graña, a no ser que sea una cosa grosera…El directorio tiene que priorizar a sus accionistas…” (¿?).
Sumando lo dicho por Ugaz, la repentina tibieza de Gorriti y la reflexión (por decir) de AMQC, parece que los socios privados de los brasileros la tendrán fácil. Me parece...
Martha Meier M.Q.
Expreso, 24 de diciembre del 2016
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