Más de cuatro mil seiscientos millones de dólares de sobrecostos se detectaron en quince obras de Odebrecht. Ver: https://idl-reporteros.pe/los-sobrecostos-de-odebrecht-en-peru/
Más de cuatro mil seiscientos millones de dólares equivalentes a 102 veces el presupuesto anual destinado al cuerpo general de bomberos.
Más de cuatro mil seiscientos millones de dólares que representan la construcción de 18 modernos hospitales del niño, en un país donde uno de cada tres niños padece anemia.
Repele la conducta de Marisol Pérez Tello de Rodríguez, ministra de Justicia y Derechos Humanos, y su decisión de despedir a la Dra. Katherine Ampuero, procuradora ad-hoc para el caso Odebrecht; despido que propició la salida de la Dra. Julia Príncipe, de la presidencia del Consejo de Defensa Jurídica del Estado, ente encargado de que ni propios ni extraños nos hagan “cholitos”.
La ministra-notaria pretende convencernos de que su desatino fue una “decisión de Estado”, esto pese a que dijo: “a mí nunca me gustó esa señora” [Ampuero]. ¿Sus gustos son tema de Estado?
Según el constitucionalista Natale Amprimo ningún reglamento sustenta la actitud de Pérez Tello. “No hay causal de sacar a la procuradora porque no es de mi confianza, eso no existe”, dijo a canal N.
Pérez Tello botó a la procuradora el miércoles durante el programa de televisión Todo Se Sabe, conducido por Milagros Leiva, en RPP. Dijo que la separaba por desconocer el Decreto de Urgencia N°003, e interponer una medida cautelar que frenó la venta de la participación de Odebrecht en Olmos (pequeño detalle, Ampuero se enteró vía t.v. de su despido, mientras la entrevistaba el periodista Beto Ortiz, en ATV).
Una “cuestión de Estado” sería, por ejemplo, intervenir Olmos para controlar la venta pretendida, y así cobrar a los brasileros una monumental reparación civil por el perjuicio económico y moral generado.
Perez Tello anunció que enviará un recurso de "amicus curiae" al juez Richard Concepción Carhuancho, quien admitió el pedido de Ampuero para evitar la venta de los activos de Odebrecht. Es el mismo juez que envió a prisión preventiva a la ex pareja presidencial, a César Álvarez (La Centralita) y, oh, oh, oh, tres veces oh, a Martín Belaunde Lossio, el preso por el que tanto se preocupó Pérez Tello cuando ella era congresista.
La indignación que todo esto ha generado demuestra que los decentes somos legión y minoría quienes chapotean en las aguas servidas de la corrupción. ¡Chau Marisol!
Martha Meier M.Q.
Expreso, 22 de julio de 2017