Ya no ya; el Congreso vota mayoritariamente por tres profesionales de trayectoria para integrar el directorio del Banco Central de Reserva, BCR, y los perdedores señalan a los fujimoristas diciéndoles “volvieron a las andadas”. ¿Cuáles andadas? Aquí no caben insinuaciones, estimadísimos zurdos, en democracia gana la mayoría y punto.
Desde hace casi cinco décadas los voceros de la izquierda criolla y sus variopintas vertientes se han dedicado a petardear sutilmente el sistema democrático. “Dictablanda” o “dictadura” bautizaron a todo gobierno que prefirió no aliarse ni convocar a sus microscópicas agrupaciones. Estos mismos siguen llamando revolución a la dictadura militar de Juan Velasco Alvarado que destruyó la institucionalidad política, pero pródiga en cargos para ellos. Por lo visto nuestro rojerío cree que solo hay democracia cuando ellos tienen la sartén por el mango, o comparten buena parte de la sartén.
Las izquierdas agrupadas a regañadientes en el Frente Amplio, FA, cuestionan hoy todo acuerdo adoptado por la mayoría en el Congreso. Usan como excusa que esa mayoría es fujimorista, pero lo cierto es que no soportan ser minoría sin espacio ni poder para tejer alianzas. Su actuar muestra repudio a la voluntad del pueblo, expresada en las urnas. La composición actual del Congreso es la que los electores decidieron.
La bancada roja debería contribuir con proyectos de ley para sacar adelante a nuestro país y elevar la calidad de vida de los más necesitados, algo que todos apoyarán; sin embargo hasta ahora solo nos exhiben pugnas internas por el poder y silencio cómplice ante las corruptelas del toledato (Ecoteva), del humalismo, de las vinculaciones de su candidata Verónika Mendoza con las agendas de Nadine Heredia y del despilfarro de US$ 4,600 millones de dólares para la ‘rehabilitación’ de la refinería de Talara; dispendio vinculado a Humberto Campodónico, su fallido candidato para el directorio del BCR.
Ayer Aldo Mariátegui escribió “¿Qué tanto escándalo hacen la Glave y el Frente Amplio con los otros candidatos del Congreso al directorio del BCR si ellos postularon a Humberto Campodónico, el señor que le está costando varios miles de millones de dólares al Perú por el disparate de la Refinería de Talara?”. Recordemos: Campodónico fue presidente del Petroperú-humalista cuando se decidió lo de Talara (con un sobrecosto de 57% según expertos). Con ese lastre ¿era un buen candidato para el BCR? ¡No!
Ya es hora de que los zurdos entiendan: democracia no es sinónimo de “rojocracia” y mayoría gana; así de simple.
Martha Meier MQ.
Expreso, 29 de octubre de 2017
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