Antes la gente hablaba del clima para iniciar una conversación. Digamos que de algún comentario climático debía fluir la charla. Pero eso fue en el siglo pasado, ahora hay mucho qué decir. “El cambio climático es una de las grandes amenazas que afronta el mundo moderno”, sostiene la ministra finlandesa de Medio Ambiente, Paula Lehtomaki, de visita en el Perú. Lehtomaki, prominente figura de la política de su país, arribó para participar en el III Congreso de Energías Renovables y Biocombustibles (Cober), junto con una delegación de empresarios, académicos, inversionistas y expertos en energías alternativas y ecotecnologías. Su visita estrecha más los lazos de amistad entre nuestros países y promueve las inversiones para enfrentar el cambio climático.
El clima ha dejado de ser “eso” que se miraba a través de la ventana para saber si nos poníamos una chompa o más bien una prenda ligera. El tema es hoy de preocupación mundial. Nunca como en el siglo XXI se ha sido tan consciente de lo “loco que anda el clima” y cómo nos afecta cotidiana y globalmente. Un frente frío fuera de temporada nos arruina las vacaciones veraniegas. También hace colapsar la floración en bosques y campos, lo que reduce drásticamente, por ejemplo, la cosecha de miel afectando la economía de miles de familias rurales y pequeñas empresas, a lo largo y ancho del país. Crece la pobreza en el campo y en las ciudades nos cuesta más encontrar miel para el yogur de la mañana.
El Gobierno de Finlandia, a través de su Instituto de Meteorología, capacitará a especialistas peruanos para que puedan predecir con mayor exactitud los cambios climáticos, lo que “redundará positivamente en la economía peruana, pues se podrá planificar más adecuadamente las actividades agrícolas, la producción hidroeléctrica y el transporte, entre otros”, explicó el embajador Pekka Orpana. Frente al actual escenario del cambio climático este tipo de cooperación resulta fundamental. Para la ministra Lehtomaki, tras el diálogo en la Cober III, ya “está en marcha una revolución industrial limpia mediante la utilización de energías renovables que son inagotables, no contaminan y crean cinco veces más puestos de trabajo que las fuentes convencionales”. Anunció que su gobierno invertirá desde el próximo año seis millones de euros (alrededor de nueve millones de dólares) en la ejecución de proyectos con energía limpia en el Perú, Bolivia, Colombia y Ecuador.
El cambio climático es el gran desafío del siglo XXI. Un problema global que es reto y oportunidad. Empezar a revertir este proceso requiere de compromiso político, pero también de creatividad, de responsabilidad, de innovación tecnológica, de un cambio de conducta frente al medio que nos sustenta. Ya no va más un esquema “monoenergético” basado en los combustibles fósiles dándoles la espalda a las fuentes alternativas y amigables con el ambiente. Estamos frente a una gran revolución: el sol, el aire, el mar, las aguas termales, los ríos, son las fuentes de energía limpia que moverán este nuevo mundo que empezamos a dibujar.
El clima ha dejado de ser “eso” que se miraba a través de la ventana para saber si nos poníamos una chompa o más bien una prenda ligera. El tema es hoy de preocupación mundial. Nunca como en el siglo XXI se ha sido tan consciente de lo “loco que anda el clima” y cómo nos afecta cotidiana y globalmente. Un frente frío fuera de temporada nos arruina las vacaciones veraniegas. También hace colapsar la floración en bosques y campos, lo que reduce drásticamente, por ejemplo, la cosecha de miel afectando la economía de miles de familias rurales y pequeñas empresas, a lo largo y ancho del país. Crece la pobreza en el campo y en las ciudades nos cuesta más encontrar miel para el yogur de la mañana.
El Gobierno de Finlandia, a través de su Instituto de Meteorología, capacitará a especialistas peruanos para que puedan predecir con mayor exactitud los cambios climáticos, lo que “redundará positivamente en la economía peruana, pues se podrá planificar más adecuadamente las actividades agrícolas, la producción hidroeléctrica y el transporte, entre otros”, explicó el embajador Pekka Orpana. Frente al actual escenario del cambio climático este tipo de cooperación resulta fundamental. Para la ministra Lehtomaki, tras el diálogo en la Cober III, ya “está en marcha una revolución industrial limpia mediante la utilización de energías renovables que son inagotables, no contaminan y crean cinco veces más puestos de trabajo que las fuentes convencionales”. Anunció que su gobierno invertirá desde el próximo año seis millones de euros (alrededor de nueve millones de dólares) en la ejecución de proyectos con energía limpia en el Perú, Bolivia, Colombia y Ecuador.
El cambio climático es el gran desafío del siglo XXI. Un problema global que es reto y oportunidad. Empezar a revertir este proceso requiere de compromiso político, pero también de creatividad, de responsabilidad, de innovación tecnológica, de un cambio de conducta frente al medio que nos sustenta. Ya no va más un esquema “monoenergético” basado en los combustibles fósiles dándoles la espalda a las fuentes alternativas y amigables con el ambiente. Estamos frente a una gran revolución: el sol, el aire, el mar, las aguas termales, los ríos, son las fuentes de energía limpia que moverán este nuevo mundo que empezamos a dibujar.
El Comercio, 14 de noviembre de 2009
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