La noche del jueves 450 salas de cine, a lo largo y ancho de Estados Unidos, se enlazaron para proyectar en simultáneo el documental “A Powerful Noise” (Un ruido poderoso), transmitido vía satélite desde Nueva York. Un evento sin precedentes que contó con 120.000 espectadores. Un anticipo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Luego se desarrolló un panel, transmitido también en vivo, en el que participaron personalidades de la talla de la ex secretaria de Estado Madeleine Albright, quien refirió sus coordinaciones con nuestro compatriota Hernando de Soto para formalizar a las mujeres y lograr su acceso a los sistemas de justicia, financieros y de propiedad. Albright enfatizó la necesidad de convertir a los hombres (padres, hermanos, parejas) en aliados del empoderamiento de las mujeres y niñas. Brillaron también celebridades como la modelo Christy Turlington, promotora de salud materna de la institución de lucha contra la pobreza CARE, y la actriz Natalie Portman, vocera de Finca International (microcréditos en los países en desarrollo), quien también codirige con la reina Rania de Jordania la campaña Village Banking, de banca rural. El columnista del “New York Times” y ganador del premio Pulitzer, Nicholas Kristof, mencionó cómo las mujeres pobres al contar con algún dinero lo invierten en el bienestar familiar mientras los hombres, por lo general, evaden sus responsabilidades y lo gastan con los amigos.
“A Powerful Noise”, dirigido por Tom Capello, narra la historia de tres mujeres cuya acción individual ha impactado profundamente en sus comunidades. Una travesía que nos lleva a Vietnam, Mali y Bosnia para conocer a: Hanh, Jacqueline y Nada.
Hanh es una joven viuda vietnamita y seropositiva. El sida mató a su hija y a su marido. Su vergüenza y tristeza fueron la semilla de Flor Inmortal, un grupo de autoayuda, de consejería, apoyo emocional, legal y de salud para quienes sufren y han padecido como ella. Flor Inmortal acoge anualmente a decenas de personas y realiza campañas de prevención del sida y programas contra la adicción y el intercambio de jeringas (una de las principales vías de contagio en Vietnam).
En Mali encontramos a Jacqueline, Madame Urbaine, una africana inmensa y hermosa que agradece a su padre haberla motivado a completar su educación escolar en los años 50. Madame Urbaine, fundadora de APAF, lucha en la barriada de Bamako contra el trabajo doméstico forzado que afecta a miles de niñas analfabetas. Esta mujer sabe que la educación es el único camino de salida. Recordemos que en los países en vías de desarrollo existen 600 millones de niñas con un inmenso potencial para cambiar la fisonomía social, cultural, política y económica de sus comunidades, cuando adultas, lo que dependerá de la oportunidad que se les brinde hoy para alfabetizarse, capacitarse en algún oficio y vivir en un entorno saludable y seguro.
Nada vive rodeada de perfumados campos de frambuesas. Es una sobreviviente de la guerra de Bosnia, una madre trabajadora. La angustia y el miedo acompañan su mirada pero de rato en rato una chispa de alegría asoma. Esa chispa, sin duda, es la que la llevó a formar Maja Kravica, una asociación de mujeres para integrar social y económicamente a serbios y bosnios, en una zona donde la destrucción fue masiva.
Tres historias de esperanza. Tres mujeres como las hay por miles en nuestro país, que en silencio trabajan por un mañana mejor para todos y todas.
“A Powerful Noise”, dirigido por Tom Capello, narra la historia de tres mujeres cuya acción individual ha impactado profundamente en sus comunidades. Una travesía que nos lleva a Vietnam, Mali y Bosnia para conocer a: Hanh, Jacqueline y Nada.
Hanh es una joven viuda vietnamita y seropositiva. El sida mató a su hija y a su marido. Su vergüenza y tristeza fueron la semilla de Flor Inmortal, un grupo de autoayuda, de consejería, apoyo emocional, legal y de salud para quienes sufren y han padecido como ella. Flor Inmortal acoge anualmente a decenas de personas y realiza campañas de prevención del sida y programas contra la adicción y el intercambio de jeringas (una de las principales vías de contagio en Vietnam).
En Mali encontramos a Jacqueline, Madame Urbaine, una africana inmensa y hermosa que agradece a su padre haberla motivado a completar su educación escolar en los años 50. Madame Urbaine, fundadora de APAF, lucha en la barriada de Bamako contra el trabajo doméstico forzado que afecta a miles de niñas analfabetas. Esta mujer sabe que la educación es el único camino de salida. Recordemos que en los países en vías de desarrollo existen 600 millones de niñas con un inmenso potencial para cambiar la fisonomía social, cultural, política y económica de sus comunidades, cuando adultas, lo que dependerá de la oportunidad que se les brinde hoy para alfabetizarse, capacitarse en algún oficio y vivir en un entorno saludable y seguro.
Nada vive rodeada de perfumados campos de frambuesas. Es una sobreviviente de la guerra de Bosnia, una madre trabajadora. La angustia y el miedo acompañan su mirada pero de rato en rato una chispa de alegría asoma. Esa chispa, sin duda, es la que la llevó a formar Maja Kravica, una asociación de mujeres para integrar social y económicamente a serbios y bosnios, en una zona donde la destrucción fue masiva.
Tres historias de esperanza. Tres mujeres como las hay por miles en nuestro país, que en silencio trabajan por un mañana mejor para todos y todas.
El Comercio, 07/03/2009
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