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sábado, noviembre 10, 2012

Río+20 en su laberinto

La cumbre verde de la ONU está por empezar, pero por diestra y siniestra se cuestiona su enfoque. La opinión general es que el discurso ambiental se ha alejado de la pobreza.


Río de Janeiro se convertirá en breve en la capital ecológica del planeta. Los principales líderes mundiales se darán cita del 20 al 22 de junio en la conferencia Río+20. La reunión se da dos décadas después de la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD o Eco-92) y a cuarenta de la histórica Conferencia de Estocolmo (1972), que puso el tema ambiental en la agenda política internacional. Pero las cosas no parecen tan fáciles como se esperaba.


¿Sostenibilidad?
El pensador danés Bjørn Lomborg (1965) -cercano a la derecha- cree que el problema de Río+20 y su documento preliminar "El futuro que queremos" es que se centra en la sostenibilidad, "una palabra que antes se refería a las necesidades humanas", escribió recientemente en un artículo en la revista "Newsweek".

Lomborg, autor de "El ecologista escéptico" y cabeza del Consenso de Copenhague, considera que la definición de la ONU sobre sostenibilidad se ha alejado de la originaria, publicada en 1987 en el reporte de Gro Harlem Brundtland: "Nuestro futuro común". Entonces la sostenibilidad se asumía como "el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades". Hoy, sin embargo, el término se usa para lo que sea. Lomborg refiere que el embajador Andréa Corrêa do Lago, negociador en jefe de Río+20, afirmó en una entrevista que "la marca sostenible es deliberada, porque se vende globalmente más fácil que la del cambio climático".

Desde las canteras rojas la cita también es criticada. Para el teólogo, pedagogo y pensador brasileño Leonardo Boff, el documento preliminar carece de una renovada visión que garantice la esperanza del "futuro que queremos", lema del encuentro. Para Boff, Río+20 peca de "egocentrismo y arrogancia de los seres humanos que ven a la Tierra como un almacén de recursos solo para ellos. Él apuesta por la biocivilización de la buena esperanza, de ciudadanos responsables y conscientes de que el mundo natural y sus servicios no son una mercancía, sino el sustento de la vida toda sobre el planeta.

Optimismo institucional
Hasan Tuluy, vicepresidente del Banco Mundial (BM) para América Latina y el Caribe, cree firmemente en las bondades de la reunión de Río. El funcionario recalca que en la región latinoamericana más de 73 millones de personas han salido de la pobreza en la última década, registrando un crecimiento promedio del 4%.

Nuestra región es vista como un oasis de estabilidad en medio de la incertidumbre mundial, pero tan "formidables conquistas podrían verse amenazadas en caso de no ser ambientalmente sostenibles. La región tiene la necesidad de continuar creciendo para combatir la pobreza y resguardando la naturaleza. Esta es la esencia de una agenda de crecimiento verde con beneficios para todos".

Para el danés Lomborg, lo malo es que damos vueltas a iniciativas verdes mientras que en el planeta 900 millones de personas están desnutridas, mil millones carecen de agua potable, 2.600 millones no cuentan con adecuado saneamiento, y 1.600 millones viven sin electricidad.

"Anualmente -menciona- 15 millones de muertes son causadas por enfermedades fácilmente curables, un 7% de esas muertes derivan de la contaminación del aire y más de mil millones de personas sobreviven con menos de US$1,25 diarios". Con esto queda claro que para el grueso de la población los temas ambientales son una suerte de lujo lejano. Como dice Lomborg, "si tu familia se está helando, cortarás el ultimo árbol para energía".

En contraste, Tuluy, el representante del BM, sostiene que "América Latina tiene ante sí la oportunidad de escoger un camino que derive en un crecimiento robusto y sostenible. Las opciones que se tomen ahora definirán las próximas décadas para sectores cruciales".

Una cita clave
El nombre oficial de la cumbre Río+20 es Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable. Se llevará a cabo 20 años después de la histórica cumbre de Río de 1992.

Riqueza y cuidado ambiental
Para el pensador danés Bjørn Lomborg, la pobreza es la mayor desventaja para las comunidades. Promover la riqueza para satisfacer las necesidades inmediatas de las familias: comida, agua limpia y educación, permitirá que empiecen a preocuparse por el cuidado ambiental. Erradicar la pobreza es una de las mejores cosas que se puede hacer por el medio ambiente.

El frágil tesoro verde de Latinoamérica
Más del 97% del PBI latinoamericano se da en países exportadores de materias primas: petróleo, minerales y productos agrícolas.

Los recursos podrían reducirse en menos de una generación si la extracción no se hace racionalmente y se adoptan nuevas tecnologías agropecuarias.

Latinoamérica está a la vanguardia con algunas prácticas verdes: tiene la matriz energética de menor emisión de carbono del mundo en desarrollo, por ejemplo.

La región puede liderar el uso de medios de transporte de carga más eficientes y ecológicos, como ferrocarriles e hidrovías.

El problema es que 20% de la población mundial controla y consume el 80% de todos los recursos naturales.

El 50% de las grandes selvas han sido destruidas y el 65% de las tierras cultivables se han perdido.




El Comercio, 17 de junio de 2012 (Suplemento Internacional)





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