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sábado, diciembre 14, 2013

Un caballo en el bar del hotel Maury

Cuenta la leyenda urbana -es decir la versión que vale la pena recordar porque es siempre sazonada por quienes la oyen, repiten y recrean- que la tarde del 19 de julio de 1965 don Óscar Berckemeyer Pazos entró al bar del hotel Maury con Dárdanus, su caballo, que tomó pisco sour como un parroquiano más.
El purasangre era hijo de Datour, un padrillo francés, y con apenas 4 años tenía ya en su haber una larga lista de triunfos en la pista de carreras.
Ese día, Dárdanus, haciendo gala de su bien ganada reputación de campeón, venció ni más ni menos en el Premio Internacional de América, una prueba en la que solo participaban los mejores.
Ahora bien, ¿por qué y para qué llevó Óscar Berckemeyer a su potrillo al bar de un hotel?
El porqué es un hecho real, el para qué es parte de una leyenda urbana que ha calado tan hondo que es reinterpretada una y otra vez.
Pese a que desde esa tarde del caballo en el bar ha pasado más de medio siglo, la anécdota sigue siendo comentada por las nuevas generaciones de aficionados a las carreras y de, tanto en tanto, es mencionada en revistas internacionales (últimamente apareció una pequeña nota en la revista "In" de LAN).
¿Por qué Berckemeyer llevó a su campeón al bar del Maury? Pues resulta que el empresario don Antonio Bergna Maturo, por entonces dueño del hotel Maury, le hizo una apuesta a Óscar: "Si tu Dárdanus gana el Premio Internacional de América, lo traes al bar".
Así ocurrió y don Óscar, hombre de palabra y feliz con el triunfo, apareció, para regocijo de los asistentes en el bar, acompañado por su caballo. Fue en ese preciso instante cuando nace la leyenda urbana.
El asunto causó tanto revuelo -cuentan- que los presentes llenaron una champañera con el famoso pisco sour que se preparaba en el tradicional bar, cuya historia se remonta a principios de la República: en 1826 ya funcionaba por la zona la famosa Posada de don Pedro Maury, un emprendedor francés que se dedicó a los negocios y prontamente se integró a la Lima de la época.
Pero sigamos con el cuento del caballo. El anecdotario limeño afirma que tras la carrera quedó sediento y que al acercársele la champañera (llena de pisco sour) creyó que era agua y tomó el emblemático coctel. Todo es cierto, pero hay un pequeño detalle: era agua fresca lo que le dieron de beber al campeón.
Pero, como decíamos al principio, en estas cosas lo que vale es la leyenda urbana. Y esta empezó en el mismísimo instante en que el siempre elegante Óscar Berckemeyer Pazos, precedido por un corcel, entró a un tradicional bar limeño donde otros ya celebraban la victoria del caballo del amigo con las famosas y deliciosas catedrales (pisco sour servido en un gran vaso).
Después de tomarse una catedral cualquiera podría creer que efectivamente Dárdanus celebró con ese trago y hasta comentó lo rico que estaba.
Una tradición limeña
Un clásico licor y una leyenda del Maury
- Durante más de 8 años el bar del Maury fue llamado el bar de Dárdanus, por el caballo que supuestamente tomó allí pisco sour. El emblemático coctel de Lima, el pisco sour, tal y como lo conocemos hoy, es una receta perfeccionada en el Maury por el barman Cuadros.
Premio internacional
Un corcel que hizo historia en el país
- Dárdanus ganó en 1965 el Premio Internacional de América en el hipódromo de Monterrico, inaugurado pocos años antes, en 1960. Hijo de un padrillo francés, el caballo ya había ganado varias carreras cuando apenas tenía 4 años.

El Comercio (Lima), 14 de agosto de 2013

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