Hasta ayer martes la gripe AH1N1 había cobrado tres vidas. Estas son muertes
registradas oficialmente, pues ocurrieron en instituciones de salud. ¿Cómo
detectar cuántas otras personas han fallecido en sus casas o están infectadas
sin saberlo?
El 9 de julio se registró el primer caso del año 2013 de una enfermedad
activa, en nuestro país, desde 2009. La alerta sonó tras la muerte de un hombre
de 58 años en Barranca, al norte de Lima. Pero ayer se confirmó que ese no fue
el primer caso, pues una mujer de 38 años murió un día antes, es decir el 8 de
julio, de ese mismo mal, llamado gripe porcina y no por las causas que se
pensaron.
En el ámbito nacional hay 73 infectados, de los cuales 51 están en Lima y
Callao. En el hospital Sabogal del Callao hay pacientes de San Martín de Porres,
San Juan de Lurigancho y Magdalena.
El letal virus respiratorio hace de las suyas, pero las autoridades de salud
han descartado en todos los tonos que esto sea una epidemia.
Si estuviéramos en Estados Unidos o en Francia, y sin ir muy lejos en Chile,
los mejores epidemiólogos ya estarían siguiéndole el rastro al letal virus
respiratorio para encontrar el foco de contagio. Aquí el Ministerio de Salud
(Minsa), descarta la epidemia e informa que la enfermedad se comporta, hasta
ahora, como cada invierno.
Faltaba! Estamos, señores y señoras, ante la más grave epidemia de
irresponsabilidad jamás vista en los predios del Minsa, hoy a cargo de una
experta en macroeconomía.
¿Qué nos queda? Por lo pronto aquí un pedido expreso de esta humilde
columnista a nuestro presidente Ollanta Humala: si no va a elegir como ministros
de Salud a los mejores médicos peruanos o a algún reconocido experto en salud
pública (con experiencia de campo, por favor), siquiera considere a un
hipocondríaco para el cargo. Por lo menos así sabremos que un enfermo imaginario
anda preocupándose por la salud (la suya propia, y por extensión de la de todos,
es decir la nuestra).
Gracias y gracias dobles si este 28 de julio manda a su casa a la señora
ministra de salud Midori de Habich Rospigliosi, economista, ex jefa del
departamento de indicadores macroeconómicos del BCR y "coordinadora" de un
proyecto que analizó los sistemas de salud a fines de los años 90.
Bien haría De Habich en ocuparse de la salud y menos de estar de
rompehuelgas.
Podría de paso leer (o releer) la notable obra de Marcos Cueto, "El regreso
de las epidemias. Salud y sociedad en el Perú del siglo XX" (IEP):
"Cuando la señora Figueroa vestía el cuerpo de su hijo Pedro para el
entierro, palpó una extraña hinchazón en el cuello del cadáver. Nadie le dio
importancia hasta días después cuando diez de los setenta trabajadores del
Molino donde laboraba Pedro Figueroa enfermaron gravemente [...]. Ésta fue una
de las primeras noticias en el Perú de una terrible epidemia de peste bubónica
[...]".
¿Será que la señora De Habich quiere pasar a la historia como Midori la de la
gripe porcina? Esperemos que deje las circulinas y vuelva a sus números.
El inicio del mal
El virus llegó desde los Estados Unidos
- La gripe AH1N1, que ya va causando estragos por estos días, llegó al Perú
el 4 de mayo de 2009, cuando una joven peruana de 27 años, procedente de Nueva
York, Estados Unidos, arribó al país, sin síntomas. Aquel año, fueron 6 mil 961
las personas infectadas en Lima por el virus.
Según el MINSA
La AH1N1 ya mutó a virus estacional
- El Ministerio de Salud confirmó que en los próximos años el virus se
presentará en igual medida que ahora, debido a que ha mutado hasta convertirse
en un virus estacional. Esto ha sucedido en aquellos países donde se presentó el
mal en el 2009.
El Comercio, 17 de julio de 2013
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