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martes, octubre 11, 2011

Cutervo: primer Parque Nacional del Perú cumple medio siglo de olvido



Don Salomón Vílchez Murga impulsó la ley de creación. El Guácharo, rara ave cavernícola andina, promovió protección de la zona

Un maestro, unas aves cavernícolas cuya existencia se desconocían en el Perú y restos arqueológicos llevaron a la creación de nuestro primer Parque Nacional de Cutervo, en Cajamarca. A punto de cumplir medio siglo de fundación, y cuando deberíamos celebrar sus bodas de oro exhibiendo internacionalmente los logros en conservación, la cosa está para llorar: invasión de tierras, tala ilegal de maderas, caza furtiva, quema de bosques para abrir paso a la agricultura y a la ganadería, amenazan el lugar.

PROTEGER TARROS
El Parque Nacional de Cutervo se creó para preservar la diversidad de flora y fauna, así como los vestigios arqueológicos de la Cordillera de Tarros, que albergan los últimos bosques de neblina de Cajamarca así como variados ecosistemas con especies propias, y algunas únicas, de cada zona. En ningún otro lugar, por ejemplo, se encuentra la orquídea ‘Gongora spp’. Además, es territorio de los últimos árboles de quina (sí, el de nuestro Escudo Nacional), así como palmeras, cedros, ‘Podocarpus sp’ (única conífera peruana, es decir pariente de los pinos), jacarandás, nogales, gigantescos helechos arbóreos y plantas medicinales.

Estos bosques son hábitat de animales en peligro, como el oso de anteojos, que no se ven desde hace algún tiempo justamente por las alteraciones que sufre esta área (des)protegida. Es hogar, también, del gallito de las rocas –ave nacional del Perú–; el casi extinto tapir de altura (o pinchaque, el mayor y menos estudiado herbívoro del continente); venados, pumas, jaguares, la pava de montaña, el bagre de las cavernas (‘Astroblepus rosei’), entre otras especies raras y en peligro. Y está, por supuesto, la colonia de guácharos, unas aves cavernícolas que se alimentan exclusivamente de frutas y nueces, para cuya protección se establecieron los dos primeros parques nacionales del Perú: Cutervo y Tingo María (con su mal llamada cueva de las lechuzas).

DON SALOMÓN
Cerca de tres décadas le tomó al educador, biólogo y político don Salomón Vílchez Murga (1907-1993) convencer a las autoridades que debíamos contar con un sistema de áreas protegidas. Vílchez comentaba: “El Comercio nos apoyaba inclusive en la página editorial, y con eso se logró sensibilizar a los políticos”. Muchos años antes del establecimiento del primer Parque Nacional, El Comercio publicó una noticia que alborotó a la comunidad científica y que es considerada la génesis del parque. El 11 de diciembre de 1947, este Diario informó que un profesor de biología [Vílchez Murga] acompañado por sus alumnos del Colegio Nacional Toribio Casanova, encontró unas cavernas habitadas por aves que se creían exclusivas de Venezuela: los guácharos (‘Steatornis caripensis’) o “pájaros aceiteros”, descritos para la ciencia en el siglo dieciocho por el barón Alexander von Humboldt, en las cuevas de Caripe, Venezuela. Se despertó así el interés en la zona, pero Cutervo es más que verdor…

NATURALEZA Y CULTURA
En el Parque Nacional y su zona de amortiguamiento, la naturaleza y una historia que se remonta a miles de años conviven y esperan eficiente protección. Allí puede observarse, por ejemplo, los restos arqueológicos La Ramada, de piedras talladas; y las Torres de Llipa, hechas con piedras planas. No faltan cabezas clavas, pinturas rupestres y una suerte de fortaleza en la cumbre del Ylucán. Este legado se complementa con piezas de cerámica, hachas de piedra, morteros, entre otras, de un período histórico del que muy poco se sabe.

Así las cosas, el jueves se cumple medio siglo de abandono de nuestro primer Parque Nacional. ¡Que viva el Perú, señores!

MÁS DATOS
Se alteró el paisaje
Creación: 8 de setiembre de 1961.
Ubicación: Cordillera de Tarros, provincia de Cutervo, Cajamarca.
Extensión: 8.215,23 hectáreas, según la Ley 28860, del 5 de agosto del 2006 que amplió las 2.500 originales. La Resolución Jefatural Nº 238-2007-Inrena creó un área de 23,021.713 hectáreas como zona de amortiguamiento.
Situación: vulnerable.
Problemas: tala ilegal, invasión de tierras, quema de bosques con fines agrícolas y ganaderos, alteración del paisaje, caza furtiva, huida de especies a otras zonas.


El Comercio, 05 de setiembre de 2011

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