SÁBADO 30 DE JUlIO DEL 2016
¿Escopeta de dos cañones?
El primer mensaje de Pedro Pablo Kuczynski como presidente recoge el anhelo de un país unido y reconciliado y comparte el sueño de un Perú moderno, justo, culto, saludable, seguro y sin pobreza. PPK ha invocado a la paz y a la unión, con “igualdad, equidad y fraternidad entre todos los peruanos. Acceso a oportunidades; crecimiento, no sólo económico, sino también humano, a través de una magnifica educación; una prestación de salud sensible a las necesidades de las personas con acceso a prevención, cuidado y atención integral de la salud individual y colectiva; una justicia oportuna y predecible; así como las condiciones de seguridad para alcanzar la anhelada paz en nuestras calles y hogares”.
Nadie puede estar en contra de tan esperanzador panorama, pero le toca ahora al mejor jale de PPK, el primer ministro Fernando Zavala Lombardi, explicar cómo se cristalizarán esos buenos deseos. La doctora Martha Chávez recordó por twitter que el Artículo 118.7 de la Constitución exige precisiones, pero Kuczynski lanzó solo ideas optimistas y motivadoras. Y sin detalles técnicos y económicos esas son vaguedades. Ahora bien, es seguro que Zavala -exministro de Economía, con amplio conocimiento y experiencia exitosa en el manejo de las cosas del Estado y del sector privadosabrá esclarecer el “cómo”.
Kuczynski cerró su mensaje con la patriótica frase “Una sola República, firme y feliz, por la unión”, pero parece que algunos de los suyos prefieren profundizar la desunión. El congresista Alberto de Belaunde se lamentó ante la prensa porque “ni una sola vez la bancada fujimorista” aplaudió el discurso. ¿Y? Juan Sheput criticó al fujimorismo solo porque la congresista Cecilia Chacón considera inoportuna la rebaja del 1 % del IGV que propondrá el gabinete Zavala, y así otros más.
Kuczynski debería recordar a su bancada que casi la mitad de los electores no votó por ellos y que él necesitó gestar una alianza contranatura con la izquierda radical para triunfar en segunda vuelta. Así las cosas, sería de cortesía llamar a disciplina a los desatinados, esto si acaso quiere tender puentes con la mayoría parlamentaria fujimorista. De seguir esos ataques innecesarios contra los naranjas, solo quedaría pensar que Kuczynski está jugando con una obsoleta escopeta de dos cañones o que dentro de su propio grupo hay quien quiere petardearlo. Solo el tiempo nos dará la respuesta, mientras tanto solo queda desearle lo mejor al nuevo presidente y al gabinete Zavala, por el bien de nuestro país.