Páginas

jueves, junio 04, 2015

Dolor asháninka

Muerte en Masisea

El asesinato de cuatro líderes asháninkas a manos de madereros ilegales demuestra cómo las mafias se apoderan, poco a poco, de nuestro país.
Edwin Chota, Leoncio Quincima, Francisco Pinedo y Jorge Ríos son los nombres de nuestros compatriotas, gigantes de la conservación, hijos del bosque y luchadores solitarios contra la tala ilegal y el narcotráfico. Ambas mafias tan unidas que ya se habla de la 'narcomadera'.
Duele saber que quienes defienden nuestros recursos naturales de los delincuentes depredadores -a falta de un Estado fuerte y eficiente que los erradique-no cuenten con apoyo ni protección de las autoridades.
Aterroriza que nuestros desorientados padrastros de la patria se hayan enterado de tan brutales crímenes una semana después de ocurridos y por una ONG brasileña. ¿Hay gobierno nacional o su radio de acción se reduce a Lima, balnearios y la feria gastronómica Mistura?
Indigna saber que en abril del año pasado Edwin Chota, una de las víctimas, pidió garantías. Dijo que estaba amenazado, que lo podían matar. "Es un riesgo de vida para nosotros mismos", comentó en un video. Y así fue.
El nombre de Edwin ha dado la vuelta al mundo y ocupado titulares de los principales medios internacionales. De los cuatro, este valiente y simpático cincuentón era el más conocido. Desde comienzos del 2000 se entregó en cuerpo y alma a defender los derechos de los suyos -el pueblo asháninka- y a denunciar la alianza de los madereros ilegales con el narcotráfico, al punto de que ya puede hablarse de 'narcomadera'.
La mafia de la 'narcomadera' -como la minería ilegal- tiene tentáculos que llegan a lo más alto del poder político y privado. Solo así se entiende que, pese a estar cantados, hayan ocurrido estos crímenes en la comunidad nativa del Alto Tamaya-Saweto, cabecera del río Tamaya, distrito de Masisea, región Ucayali. Y esos tentáculos podrían ser la razón por la cual el gobierno no tiene una política de frontera. "No hay presupuesto para la policía, la Marina, el Ejército", como denunció el propio Edwin.


La Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) ha publicado un fuerte comunicado para exigir al Estado Peruano y al Poder Judicial "hallar a los responsables y sancionarlos con todo el peso de la ley". Algo que todos los peruanos de bien suscribimos. El presidente Ollanta Humala dice que estos crímenes no quedarán impunes, habrá que darle el beneficio de la duda.
Humala, sin embargo, no puede seguir con su política de mirar hacia otro lado en el tema del contrabando de madera. Es sabido que 80% de nuestras exportaciones en ese rubro son ilegales. ¿Qué se hace al respecto? Nada.
Los ingenieros forestales vienen pidiendo sin suerte que se implemente un sistema de certificación por ADN, pues la documentación actual (permisos) se falsifica fácilmente. ¿Por qué no se implanta ese sistema que impediría tanto el tráfico de madera ilegal?
La Agencia Estadounidense de Investigación Ambiental (EIA), especializada en delitos ambientales, elaboró un amplio informe sobre la 'narcomadera'. Ninguna alta autoridad lo ha comentado. ¿Hasta dónde está infiltrado realmente el narcotráfico?

Mientras tanto las viudas de los mártires de la selva no han recibido ningún apoyo. ¿Es este el Perú que queremos?

Martha Meier MQ.
Editora Central

El Comercio, 13 de setiembre de 2014

Un voto, un sueño

"A medida que la civilización y la técnica progresan y el crecimiento urbano absorbe el campo, el hombre se aleja más y más de la naturaleza sustrayéndose al impacto confortante de sus manifestaciones". Esta frase pertenece al "padre" de nuestro primer parque nacional, el entrañable maestro, músico, biólogo y político cutervino, Salomón Vílchez Murga (1907-1993).
Sus palabras son un campanazo ahora que se acercan nuevas elecciones municipales. Y sirven para recordarnos que debemos exigirles a los candidatos propuestas viables de "verdor".
Lima y la mayoría de sus distritos requieren de grandes áreas verdes para el disfrute de actividades al aire libre, el sano esparcimiento, el encuentro de los vecinos y albergue de especies de la flora y avifauna representativa de Lima, así como de especies ornamentales y frutícolas introducidas por los españoles y que son parte ya de nuestro paisaje: los jazmines, los geranios, las rosas, los naranjos y limoneros, entre tantas otras.
Vílchez Murga fue autor del libro "Parques nacionales del Perú", entre otros. Un soñador que llegó a alcalde y luego a diputado con el solo deseo de crear conciencia sobre la necesidad de que el Perú contara con una red de áreas protegidas. Para eso se requería una nueva ley y así se metió de cabeza hasta lograr la creación del Parque Nacional de Cutervo, en Cajamarca.
Concretado su proyecto se alejó de la política y se dedicó a promover la conciencia conservacionista en nuestro país. Ese es el espíritu de desprendimiento que pocos candidatos exhiben hoy.
Esta carrera electoral que observamos es, en su mayoría, más de egos que de propuestas, más de trampolines para futuros puestos que de vocación de servicio, más de afán de enriquecerse que de dar a la ciudad lo que necesita y a los vecinos lo que esperamos.
Tuve el honor de conocer a don Salomón cuando él estaba ya bastante entrado en años. Mantenía, sin embargo, una extraordinaria lucidez, un gran sentido del humor y un incansable afán de compartir sus experiencias sobre los inicios de la lucha "verde".
Cuando lo visitaba en su casa, salíamos a caminar. Al frente había una canchita de fútbol y el resto de una huaca.
"Encima de gris, esta ciudad es una polvareda. La falta de verde deprime a cualquiera". Cierto, pero no perdía el optimismo. "Ya llegará -decía- un alcalde o alcaldesa que entienda la importancia de crear nuevos y grandes parques. Sabes, hijita (así me decía), a mí me gusta votar, porque cada voto es un sueño. Ahora la cosa es que todos soñemos más o menos con lo mismo para que Lima no sea cada vez peor".
Y así, caminando con uno de los grandes peruanos que las nuevas generaciones probablemente ni siquiera han oído nombrar, entendí que el derecho a ejercer el voto es algo más que elegir, es imaginar y apostar que las cosas pueden ser mucho mejores.
No nos decepcionen, candidatos. No otra vez porque esta ciudad nuestra ya no está para más desilusiones, fracturas ni polarizaciones.

Arturo Eichler
Ciudad mal planeada
- "Una sociedad democrática puede ser arruinada por ciudades mal planeadas, con la misma facilidad que con el establecimiento de un régimen totalitario. No hay campo para la participación ciudadana cuando el ambiente social es cada vez menos transparente", dijo el conservacionista Arturo Eichler.
Apenas 3,7 m2 por persona
El déficit de áreas verdes de la capital

- La capital del país tiene solo 3,7 metros cuadrados de área verde por persona. La cifra está muy por debajo de los 9 m2 recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Lima, además, presenta el aire más contaminado de América Latina.

Martha Meier MQ.
Editora Central

El Comercio, 10 de setiembre de 2014

Urresti y el cáncer de piel

El ministro Urresti propone la eliminación de las lunas polarizadas de los vehículos en nombre de la seguridad. Su medida "desprotege" de los dañinos rayos UV.

¿Puede una medida que pretende proteger a la población de la creciente delincuencia favorecer para que esa misma población se vea más expuesta a padecer cáncer de piel? Así es.
El ministro del Interior, Daniel Urresti, ha propuesto que ningún vehículo lleve lunas polarizadas (sin indicar grados) para evitar que la opacidad favorezca el traslado de delincuentes con armamento.
La medida es ingenua, favorece que los rayos ultravioletas (conocido factor cancerígeno) hagan de las suyas mientras pasamos horas en los múltiples embotellamientos que padecen Lima y el resto de grandes ciudades del país, y vulnera la Ley 30120, firmada por el propio presidente Ollanta Humala. Esa ley dispone medidas preventivas contra los efectos nocivos para la salud por la exposición prolongada a la radiación solar. Y las lunas polarizadas son una forma de protegerse.
El cáncer de piel es apenas una de las consecuencias del exceso de exposición al sol. Entre los otros daños están: el envejecimiento prematuro de la piel, pérdida de la elasticidad, manchas oscuras, formaciones precancerosas, aumento del riesgo de cataratas y problemas visuales, debilitamiento del sistema inmunológico, etc.
Esta es una de las razones, también, por las que la mayoría de vehículos sale de fábrica con lunas polarizadas. ¿La otra? Una mejor visibilidad para los conductores en condiciones extremas de luz.
En noviembre del año pasado, se desarrolló un importantísimo congreso en Arequipa, donde el Centro de Investigaciones de las Radiaciones (Cirad) realiza investigaciones desde 1995.
En ese congreso participaron reconocidos dermatólogos, oftalmólogos y otros especialistas internacionales. En la reunión characata se llegó al Consenso Arequipa 2013 y se firmó la Declaración de Arequipa 2013, en la que físicos, dermatólogos, oftalmólogos, inmunólogos y educadores plasmaron sus opiniones sobre la amenaza que suponen los RUV. Un grupo de especialistas de la Ciudad Blanca estableció la Sociedad Peruana de Fotobiología y Fotomedicina (filial Arequipa) para enfrentar la indiferencia de entidades gubernamentales sobre el tema. El problema de los RUV es grande y nos atañe a todos.
Así como se recomienda el uso de bloqueadores solares, anteojos y sombreros para protegerse de la radiación solar (con su carga ultravioleta), lo que nos protege mientras viajamos en cualquier vehículo son justamente las lunas polarizadas. Ya son varias las ciudades alrededor del planeta donde el uso de lunas polarizadas es obligatorio, por medida de salud pública.
Aquí mientras tanto el ministro nos las quiere quitar, pese a que estas -sin ser totalmente negras- llegan a impedir el paso de más del 90% de los peligrosos RUV, protegiéndonos de posibles cánceres de piel.

RUV
En un día nublado
No es necesario estar largas horas bajo un sol radiante para que los rayos ultravioletas causen estragos sobre la salud. Aun en días nublados la radiación UV puede ser alta.
Como se sabe, ese tipo de radiación es uno de los principales disparadores de cánceres de piel, cataratas, deterioro del sistema inmunológico, entre otros.
De cada 100 tumores hasta 5 corresponden a algún tipo de cáncer de piel, y en el Perú ese tipo de malignidad ocupa el cuarto lugar entre los más frecuentes, detrás de los cánceres de estómago, pulmón y mama (según datos del Ministerio de Salud).
En el hospital Cayetano Heredia, del Minsa, los casos de cáncer representan aproximadamente el 1,5% de todas las enfermedades atendidas cada año.
El debilitamiento de la capa de ozono hace que los rayos UV sean cada vez más fuertes.

El llamado agujero en la capa de ozono lleva a que aun en los días nublados las radiaciones ultravioletas puedan ser muy altas y, con ello, peligrosas.

Martha Meier MQ.
Editora Central

El Comercio, 09 de setiembre de 2014 (Página de Ecología)

El 'olón' azul

¿Reforma?

En Lima el caos del tránsito es un sufrimiento compartido por los vecinos de todos los estratos sociales. Lo padece quien tiene auto, viaja en colectivo, taxi o combi, y hasta quien anda con chofer. Toda Lima, por eso, esperaba que la alcaldesa Susana Villarán de la Puente lograra el cambio requerido y que los embotellamientos, las combis asesinas y la chatarra humeante quedaran en el recuerdo.
Todos queremos una ciudad segura, con el tránsito ordenado, donde cruzar la calle, caminar o montar bicicleta no sea tentar a la muerte. Nadie, pues, puede alegrarse con el fracaso de la alcaldesa.
La gestión Villarán no tuvo la visión ni la capacidad para dar al tránsito de Lima el giro requerido. Una reforma se basa en la innovación y aquí solo se han cambiado rutas, impedido la circulación de ciertas combis, creado corredores como el azul, color que en pocos días ya es símbolo de improvisación.
En sus primeros días de operación el malhecho corredor azul generó colas, hasta de una hora, retrasos e insatisfacción en los usuarios. Se equivocó la alcaldesa si creyó que esto la catapultaría hacia una segura reelección.
Los usuarios están fastidiados, llegan tarde a sus trabajos, deben caminar hasta 30 cuadras -bajo el frío y con la garúa matutina- para encontrar un paradero, no hay orientadores y hay quienes deben pagar hasta tres colectivos que los lleven hasta el corredor (esta es la principal queja de los vecinos del Rímac, zona de Amancaes, y de San Juan de Lurigancho).
Faltan buses para atender la demanda y unidades alimentadoras; los vehículos no son nuevos sino vejeces pintadas, y así. Pero la cereza de este pastel desmoronado es que las unidades no están habilitadas para atender a personas en silla de ruedas, como lo comprobó, in situ, el congresista Gian Carlo Vacchelli, y eso es un olvido imperdonable.
Todos esperamos que nuestras autoridades hagan las cosas bien, y si no están en capacidad de hacerlo, preferible es que se crucen de brazos para no embarrarla creando desconfianza. No dudamos de las buenas intenciones de Villarán, pero el problema ha sido su falta de conocimiento de la dinámica de la capital, su afán de politizarlo todo y polemizar sobre toda causa progre. Y el problema principal: su tremenda falta de experiencia en gerenciar.
Dicen que en política nada está dicho, pero en este caso todo indica que el azul es el color del Waterloo de Villarán y que, con o sin Castañeda en carrera, simplemente no la hace. Su reforma es el gran 'olón' azul que arrastra el último grano de arena de su esperanza en ser reelecta.
La gente se enardece porque se siente estafada. Al elector no se le puede engañar ni vender castillos de humo porque está muy bien informado. Le basta entrar a Internet y buscar "reforma del transporte" para darse cuenta de todo lo que puede aspirar y debió incluirse: interconexión con trenes, tranvías, monorrieles, puentes elevados, pasos a desnivel y mucho más.

Reformar es innovar, no reordenar. Azul es el color del adiós.

Martha Meier MQ.
Editora Central

El Comercio, 06 de setiembre de 2014

Osterling, el reconciliador coherente

Ciertos seres humanos pasan por la vida arrastrados como la hojarasca; otros dejan un fuego que arde a través del tiempo. Felipe Osterling Parodi (1932-2014) pertenece a esa estirpe que imprime huellas imperecederas.



Notable jurista, político honorable, hombre generoso, 'Pipe' -como lo llamaban los amigos- partió el último sábado 30 de agosto, Día de Santa Rosa.
Algunos solo lo recuerdan como el presidente del Senado que se pechó con las fuerzas del orden, tras el autogolpe fujimorista del 5 de abril de 1992, que clausuró el Congreso. Él fue mucho más. Poco se recuerda, por ejemplo, su contribución a la restauración de la libertad de prensa en nuestro país, tras la dictadura militar. En junio de 1980 -a propuesta del líder pepecista Luis Bedoya- el electo presidente Fernando Belaunde lo convocó como ministro de Justicia.
El embajador Óscar Maúrtua de Romaña escribe: "Belaunde se había comprometido a 'no dormir ni una noche en Palacio de Gobierno mientras no se restaurase en el país la libertad de prensa'. Esta medida implicaba la restitución de los medios de comunicación a sus legítimos dueños". Las confiscaciones estaban respaldadas por decretos leyes que no podían saltarse a la garrocha, como tampoco las funciones del nuevo Congreso, pero Osterling encontró la solución. Esta, como explica Maúrtua, respetaba "principios jurídicos y el carácter restaurador y de respeto por el orden democrático del nuevo gobierno". Osterling usó "las mismas leyes de la dictadura militar para restituir la propiedad privada y la libertad de prensa", aplicándose los decretos vigentes para nombrar a los legítimos dueños o a quienes estos designasen como los nuevos directores y gerentes de sus medios. La "fórmula preservaba el orden jurídico y no causaba intromisión por parte del Ejecutivo en las tareas del Parlamento [y] el presidente Belaunde pudo ver cumplida su promesa".
Pero quizá su gran mensaje se resuma en dos palabras: coherencia y generosidad. En un país donde la cuchipanda y la componenda son pan de cada día -a vista y paciencia de los electores-, debilitando a los partidos y al sistema democrático, Osterling se alejó de la política activa para dar cátedra.
Su propio partido, el PPC, la izquierda y otros grupos participaron en el Congreso Democrático Constituyente (CCD), legitimando el autogolpe y gestó la Constitución "fujimorista". Osterling se rehusó a ser parte del juego en el que participaron desde Lourdes Flores hasta Henry Pease, pasando por Fernando 'Popy' Olivera. Solo el Apra, Acción Popular y él no siguieron la comparsa.
En una de sus últimas entrevistas le comentó a Carlos Castillo, de "Perú 21", que los partidos no habían aprendido la lección del "injustificable" autogolpe [...], "tan es así que decidieron incorporarse masivamente al Congreso unicameral que fue creado por Fujimori para aprobar su Constitución. Yo me rehusé a participar [...]".
Y este señor, enemigo político de Fujimori, tuvo la grandeza de ser uno de los primeros en abogar por el indulto o el arresto domiciliario del ex presidente. "Este hombre -dijo- me causa ahora mucho pesar. Deberían mandarlo a su casa por todos los problemas de salud que pasa [...] nos guste o no, fue presidente de la República. Esa es mi reflexión, no para generar debate".
Sus palabras eran las de un hombre que ya se sabía enfermo y que apostaba por un Perú sin odios ni rencores.

Una vida incomparable
El libro de memorias

- "Páginas del viejo armario", es el libro de memorias de Osterling, en el que narra su vida. El monumental "Tratado de las obligaciones", del que fue coautor, comprende cerca de 18 mil páginas de análisis e interpretación del Código Civil peruano.

Martha Meier MQ
Editora Central

El Comercio, 03 de setiembre de 2014