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jueves, agosto 13, 2015

MATRIMONIO GAY Y DISCRIMINACIÓN

Diario EXPRESO

Martha Meier M.Q.

DERECHO DE GUERRA
              
Sábado 27 de junio del 2015


Las parejas del mismo sexo que lucharon y luchan por el derecho a casarse “no buscan denigrar el matrimonio, sino vivir sus vidas, honrar a sus cónyuges y estrechar su vínculo”. Son las palabras del juez Anthony Kennedy, vocero de la mayoría de la Corte Suprema de los Estados Unidos que, ayer viernes, extendió el matrimonio entre parejas homosexuales a los cincuenta estados del país. Un día antes, solo 36 estados y el Distrito de Columbia-D.C. reconocían este derecho.
La sentencia histórica fue adoptada tras casi dos décadas de avances y retrocesos. Cuatro de los integrantes de la Corte votaron en contra pues coincidieron en que el tema compete a cada estado y a los votantes. Paradojas de la democracia, desde un punto de vista estrictamente constitucional y de ordenamiento democrático, no les falta razón pese a que sea un avance en una sociedad libre y, justamente, democrática. Y no todo es color de rosa.
 
Los representantes de organismos de derechos humanos y conocidos activistas de la causa progay han alertado sobre las implicancias de estos matrimonio en un país con fuerte tradición discriminatoria (contra negros, inmigrantes latinos y, cómo no, la comunidad gay).
 
La decisión de la Corte parece se ha dado en un país que no está del todo preparado –cívica y legalmente- para dar el gran paso. Hace un par de días Cleve Jones, activista pro derechos homosexuales, y que fuera amigo y colaborador del legendario Harvey Milk, dio a entender que el fallo traería una cuota de riesgo porque en buena parte del territorio gringo subsisten normas discriminatorias por orientación sexual que pueden convertir a los gais y lesbianas que decidan casarse, en el blanco perfecto de estas.
 
Según la revista Time, dos tercios de la población norteamericana (unos 206 millones de personas), viven en estados donde se permite despedir a un empleado por su homosexualidad; y solo en 18 estados y el D.C. existen leyes contra la discriminación de inquilinos por su identidad sexual. Así, se está permitiendo el acceso al matrimonio en todo el país, olvidando que en una buena parte del territorio puede derivar en despidos y desalojos de las felices nuevas parejas. Contradicciones e imperfecciones del sistema democrático.
 
Como explicó a Time Kevin Cathcar, director ejecutivo de Lambda Legal –grupo de defensa de derechos gais– “la libertad para casarse abrirá muchas puertas, pero no eliminará la discriminación y la violencia”.

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