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jueves, enero 09, 2014

Los cambios del cambio climático

Desde el sabor de las manzanas al aroma de las flores, pasando por el desplazamiento hacia el norte de Europa de las zonas vitivinícolas, hasta llegar a ciudades horroríficas y violencia.
Todo esto, y más, deriva de la inestabilidad climática.
Las actividades humanas están alterando los procesos naturales de regulación climática por dos causas: aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), procedentes de la quema de combustibles fósiles, por ejemplo, y disminuyendo la captación natural (deforestación y cambio de uso de suelos, entre otras).
Ambas están relacionadas con la veloz urbanización (entre 1950 y el 2011 la población urbana aumentó casi cinco veces, y en los países menos desarrollados se concentran tres cuartas partes de esa población).
Las ciudades son enormes, con sus empresas, transporte, infraestructura y los patrones de consumo de sus habitantes -es decir, de cada uno de nosotros- son grandes fuentes de emisiones de GEI, lo que las convertiría en trampas invivibles, insalubres y quebradas sociocultural y económicamente.
La iniciativa Ciudades y Cambio Climático (ONU-Hábitat) intenta fortalecer las capacidades locales para una gestión urbano-ambiental que lleve al desarrollo urbano sostenible y contrarreste los efectos climáticos.
Lo que no hay cómo contrarrestar es el cambio del sabor de las manzanas. La Organización Nacional de Agricultura e Investigación Alimentaria (NARO, por sus siglas en japonés) concluyó que el sabor y la textura de las manzanas han sido ya afectados por el cambio climático.
La manzana de hoy no sabe como hace 40 años y expertos afirman que lo mismo ocurre con otras frutas. ¿Conclusión? Menos acidez y firmeza, y corazón aguachento.


Mientras tanto, las rosas y los lirios despiden aromas más intensos, según un estudio difundido por "Trends in Plant Sciences".
El perfume es hoy 10% más potente que hace tres décadas y se espera que aumente hasta 40% en las próximas. El futuro promete ser más aromado aunque más violento. Esto según las universidades norteamericanas de Princeton, Cambridge y California.
A más temperatura -dicen- más violencia personal (crímenes) e intergrupal (guerras). Las olas de calor pueden incluso provocar cambios de gobierno.
El aumento de 2 ºC previsto para las próximas décadas elevaría hasta en 50% las guerras civiles, según esas investigaciones que demostraron cómo en las últimas sequías de la India creció la violencia doméstica. En Estados Unidos las olas de calor son sinónimo de más crímenes y violaciones; en toda Europa de choques étnicos; en Holanda de mayor violencia policial y en África de proliferación de guerras civiles.
Malas noticias hasta para los bebedores de vino. Se espera que para el 2050 las zonas tradicionalmente vitivinícolas del Mediterráneo (España, Francia, Italia) se reduzcan hasta en 73%, y en Chile y Argentina escasee el agua.
El vino, dicen, será mejor en Alemania, Gran Bretaña y Rumania. ¿Pero, a qué sabrán las uvas para entonces?

Definiendo el problema
La cambiante e inestable temperatura
- El llamado cambio climático es un aumento paulatino de la temperatura global. Además hay una mayor frecuencia de lluvias y tormentas, así como de sequías e inundaciones. Todo, con consecuencias extremas.

Drásticas consecuencias
Huyendo de las catástrofes climáticas
- Se calcula que en el 2008, unos 20 millones de pobladores tuvieron que desplazarse del lugar donde vivían por catástrofes climáticas repentinas. La Organización Internacional para las Migraciones los llama refugiados medioambientales.

El Comercio, 08 de enero de 2013

¿Por qué los bosques tropicales albergan tanta biodiversidad?

La revista "Science" publicó en su primera edición del 2014 un artículo con una hipótesis que asocia la alta biodiversidad de flora de las selvas tropicales a variedad de pestes y bichos.

 Si miramos nuestro planeta desde el espacio, podremos distinguir una suerte de cinturón verde que lo circunda. Son los bosques tropicales, las áreas más ricas en biodiversidad que se conocen y que recorren partes de África, América del Sur y, además, extensas zonas de Asia.
A lo largo de las décadas, los científicos se rompían la cabeza tratando de explicar esa sorprendente diversidad, especialmente de flora. Para muestra un botón: en una hectárea de selva tropical, particularmente amazónica, puede encontrarse hasta 650 especies de árboles, "más que en todos los bosques de Canadá y el territorio continental de Estados Unidos", combinados. Otra muestra, solo en los alrededores de la ciudad de Iquitos, se han catalogado 182 vegetales nutritivos de uso cotidiano, entre domesticados y silvestres.
El artículo "Sobre los bosques tropicales y sus pestes", aparecido en el primer número de este año de la prestigiosa revista "Science" (3/1/2014),esboza una respuesta a esta realidad.
La nueva teoría
Phyllis Coley y Thomas Kursar, del Departamento de Biología de la Universidad de Utah y del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, en Panamá, sostienen ahora que la interacción con las pestes que amenazan a las plantas, aceleran su desarrollo y diversidad y promueven la proliferación de especies.
Los autores sostienen que según sus investigaciones puede explicarse por qué tantas y tan diversas especies de plantas medran en pequeños espacios de selva, y mencionan la "sintonización" de las defensas de esta flora por las interacciones con los insectos que las devoran o aniquilan.
La gran guerra
Según estos hallazgos, la batalla sin fin que se vive en las plantas e insectos, en las zonas tropicales, permite que la flora se dé en nichos únicos dentro de sus ecosistemas. Y es que la urgencia por defenderse de los insectos herbívoros o de agentes patógenos se convierte en la fuerza que impulsa la constante evolución de la flora.
Las plantas y árboles tropicales producen genes para atacar a sus "enemigos", lo que podría llevar al surgimiento de nuevas especies.
Como ejemplo se refieren a los árboles del género inga (con más de 300 especies, entre ellas el pacay): se han detectado hasta 45 de estas especies coexistiendo en apenas 25 hectáreas.
En los árboles tropicales, 75% del daño generado por sus "enemigos" se da cuando las hojas están muy tiernas (por su alto contenido de proteína).
El artículo refiere que las hojas del género inga "producen elementos químicos y presentan nectarios extraflorales de los que se obtiene azúcar y estos atraen a hormigas predadoras que funcionan como guardaespaldas contra los herbívoros".
Como en la vida, en la selva tropical lo que no mata fortalece y ayuda a crear y recrear. No siempre lo que ataca daña, sino todo lo contrario.
Sintonización
En la selva tropical lo que no mata fortalece y ayuda a crear y recrear.No siempre lo que ataca daña, sino todo lo contrario.

DATOS
Carrera armamentista
Los insectos herbívoros y las enfermedades llevan a los árboles a desarrollar una verdadera guerra que termina por contribuir a que en una hectárea de selva tropical coexistan 650 especies de flora.
Crecimiento
Un estudio de la Universidad Nacional de Colombia encontró que las plantas de más rápido crecimiento tienden a ser las predilectas de los insectos herbívoros, parásitos y otros "enemigos".
Defensas
La flora presenta dos principales tipos de defensas: mecánicas y químicas.
Altura
La mayor diversidad de vida está en la copa de los árboles, a más diversidad de ellos mayor diversidad de otras especies de flora y fauna.
Amistades
Muchas especies han evolucionado en conjunto con algunos insectos para generar defensas por mutualismo, la asociación entre hormigas y plantas son el ejemplo más común.


Herbivoría
Volverse intocable
Los biólogos colombianos Jennyfer Insuasty-Torres, Óscar Rojas-Zamora y Diego Casallas-Pabón han estudiado a fondo cómo atacan los herbívoros a los árboles y plantas leguminosas y las ventajas que presentan aquellas protegidas por hormigas (algo que en la ciencia se conoce como "mirmecofilia").
Los autores anotan: "Los organismos se relacionan de maneras diferentes con el medio físico y con otros organismos dentro del ecosistema. Particularmente, la herbivoría es una de las posibles interacciones entre plantas y animales, y tiene profundas implicaciones para los procesos ecológicos y evolutivos, permitiendo la existencia de gran diversidad de defensas en las plantas".
Estos autores colombianos, realizaron sus estudios previamente a los de los norteamericanos Coley y Kursar, que mostraron cómo los insectos herbívoros, parásitos y pestes, propician la gran biodiversidad de la flora tropical en pequeños espacios de selva.
Según los colombianos, las plantas tropicales tienen varias maneras de intoxicar, resistir o escapar de los herbívoros. Ante un ataque, "las plantas despliegan dos tipos básicos de defensa: rasgos de resistencia que reducen el daño provocado por los herbívoros, y rasgos de tolerancia que minimizan los efectos negativos de los daños sobre la adecuación". Aunque parezca increíble, el "escape" es una estrategia antiherbivoría.

El Comercio, 07 de enero de 2014 (Ecología)

'Pichi' para ciudades más verdes

Tras las celebraciones de Año Nuevo, el Centro de Lima, particularmente, suele convertirse en un gigantesco urinario. Son muchos y muchos más los que creen que celebrar pasa por embriagarse hasta perder la conciencia. Y muy a la mañana del primer día del año se les ve tambaleando por las calles, buscando un poste, muro, árbol o terreno baldío para relajar la vejiga del exceso cervecero de la noche anterior. Esto a vista y paciencia de los transeúntes.
No es raro que en los alrededores de los bares más concurridos se formen verdaderos charcos de 'pichi'. Bueno sería encontrarle utilidad a ese líquido que tantos descargan en las calles, y mucho más la madrugada del 1 de enero. Pues bien, en Holanda le han encontrado una utilidad y una nueva ley hace que, a partir de hoy, el asunto sea oficial.
Puede sonar sucio, pero no lo es. Aquello que la poeta Elvira 'Pimbola' Roca Rey M.Q. describe en uno de sus versos como "silbo dorado", es decir el acto fisiológico de orinar, se ha convertido en una de las nuevas maneras de ayudar a los agotados suelos de nuestro cada vez más estéril planeta. De paso, el nuevo uso de este desecho corporal líquido evitará, a mediano plazo, tener que tratar una buena parte de los desagües domésticos.
Por toda Ámsterdam han empezado a proliferar baños portátiles para quienes, en medio del diario ajetrear en las calles, cumpliendo sus actividades, sienten el llamado de la madre naturaleza. Hace algunas semanas las autoridades de esa ciudad, y otras de Holanda, dispusieron la instalación de estos servicios en lugares estratégicos como parques y espacios concurridos, invitando a los paseantes a participar en un programa a favor del ambiente.
¿De qué va este proyecto? Pues usar la 'pichi' a favor del planeta. En vez de que la orina termine en las tuberías, las autoridades del agua han encontrado que ese desperdicio se convierte en fertilizante para granjas, jardines y techos verdes urbanos. Ocurre que la orina humana tiene un alto contenido de fósforo y nitrógeno, dos de los principales componentes del suelo sano y productivo. El proyecto holandés espera que el fósforo y el nitrógeno extraídos de esos urinarios sirvan para sostener los techos y azoteas verdes urbanas.
Según cálculos, si se lograra extraer fósforo y nitrógeno de la orina de todos los habitantes de Ámsterdam, podría fertilizarse el equivalente de diez mil canchas de fútbol cultivadas con plantas alimenticias y ornamentales. Los componentes recuperados de urinarios irán a parar a uno de los principales techos verdes de la ciudad.
Todo empezó cuando las tuberías de los desagües domésticos empezaron a taponearse con los cristales de fósforo que formaba la orina. Las autoridades decidieron eliminar el problema de manera creativa y útil. Desarrollaron un mecanismo para reusar este elemento.
Cuando la 'pichi' llegue a una planta de recuperación, el fósforo y el nitrógeno serán aislados y transformados en fertilizante estruvita, altamente eficiente y de lenta liberación.
Problema solucionado y ciudad reverdecida. No le caería mal a Lima algo similar.

Déficit de áreas verdes
Preocupante situación ecológica
- Usar la orina como fertilizante vegetal ayudaría a superar el déficit de áreas verdes de la capital. Un estudio del Servicio de Parques de la Municipalidad de Lima (Serpar) alerta sobre que en el 2015 Lima tendrá un déficit de 5.213 hectáreas de áreas verdes.
Independencia
Una medida urgente
- En la segunda mitad del 2013, el alcalde de Independencia, Evans Sifuentes Ocaña, anunció multas para evitar que las personas miccionen en la vía pública y ensucien el distrito. Estas deberán pagar S/.925, el 25% de una UIT. Si reinciden la pena será de S/.1.100.

El Comercio, 01 de enero de 2014