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martes, junio 24, 2014

Antonio de León Pinelo: el oráculo de América

En 1595 fueron condenados a la hoguera en Portugal, el exitoso comerciante judío de origen sefardí Juan López y su esposa. El trágico suceso llevó a que décadas más tarde los tres hermanos León Pinelo arribaran al Nuevo Mundo, para bien de la cultura. ¿Cómo se vincula su presencia en América con la muerte de la pareja portuguesa?
Las víctimas de la Inquisición eran los abuelos paternos de los León Pinelo; el fuego asesino llevó a que el hijo de la pareja, el capitán Diego López de León y su esposa, Catalina de Esperanza Pinelo, se refugiaran en Valladolid, España, donde en 1590 nació Antonio, el segundo hijo de los hijos, quien sería un influyente intelectual.
De Valladolid, Diego, el padre, partió a Buenos Aires para forjarse una mejor situación. Su facilidad para el comercio le permitió alcanzar cierta prosperidad y pudo reunir a la familia en tierras americanas, en 1605.
Al cabo del tiempo, Diego llegó a Lima con sus dos hijos mayores, ya como judíos conversos (para evitarse problemas y persecuciones se ordenaron como sacerdotes católicos). Antonio estudió en la Universidad de San Marcos y Diego, el menor, llegó a ser rector de ella.
A Antonio de León Pinelo llegó a llamársele el oráculo de América, por su vasto conocimiento sobre todas las materias del Nuevo Mundo, según Guillermo Lohmann Villena.
Antonio fue un destacado jurista y erudito, es considerado el primer gran bibliógrafo de temas americanos, pues reunió información detallada, siendo relator y cronista del Consejo de Indias.
Entre sus obras destaca una muy singular, en la que conjuga historia, geografía, teología y filosofía: "El paraíso en el Nuevo Mundo. Historia natural y peregrina de las Indias Orientales",1656. Allí afirma que el jardín del edén se ubica en la Amazonía, convencido de que los exuberantes escenarios descritos en el Génesis eran ese interminable verdor cruzado por inmensos y serpenteantes ríos.
Fue al dejar Lima y volver a España que se dedicó incansablemente a escribir sobre el Nuevo Mundo (siempre llamó así a América). Sus últimos años los pasó en Madrid, admirado como el oráculo de América.
Sus obras abarcan la geografía, historia, poesía, bibliografía y hasta la culinaria, como en su pequeño tratado litúrgico-gastronómico, "Cuestión moral sobre si el chocolate quebranta el ayuno eclesiástico" (1624).
El manuscrito de "El paraíso..." no se encontró por muchos años pero, a mediados del siglo XVIII, apareció en poder del historiador peruano José Eusebio Llano Zapata, quien lo recibió en Buenos Aires, como obsequio del arzobispo de Charcas. El historiador hizo una copia para el rey, que hoy se encuentra en la Biblioteca del Palacio Nacional de Madrid.
Para 1943, Raúl Porras Barrenechea publica ese texto, en dos tomos, considerando que contenía la "realidad viva y esplendorosa, visión radiante de un nuevo mundo visto con los lentes de hipérbole de un cosmógrafo saturado de textos medievales".
El colegio de la comunidad judía en Lima lleva el apellido de estos tres hermanos que destacaron en su campo, pero principalmente honra a Antonio, quien creyó encontrar en nuestra Amazonía el paraíso terrenal.




Tratado sobre América
"El paraíso en el Nuevo Mundo"
- Antonio de León Pinelo regreso a España en 1622 y dedicó todas sus horas a "El paraíso en el Nuevo Mundo", un libro sobre la naturaleza, la prehistoria y las sociedades americanas que intentó probar que el edén -con sus cuatro ríos- se ubicó en el centro de América del Sur.
Los orígenes
El inicio de la crónica de lo real maravilloso
- "El paraíso en el Nuevo Mundo" es considerado por muchos estudiosos como el libro que marca la senda de lo que cientos de años después sería la crónica de lo real maravilloso con Alejo Carpentier, Juan Rulfo y Gabriel García Márquez.

El Comercio, 26 de marzo de 2014

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