En el convento de Santa Clara, en Monforte de Lemos, Galicia, está enterrada
la mujer que fue virreina del Perú por casi un año. Se trata de Ana Francisca
Hermenegilda de Borja y Doria (1640- 1706), sobrina nieta del virrey don
Francisco de Borja y Aragón, príncipe de Esquilache.
Cuando Esquilache gobernó el Perú -de 1616 a 1621- no imaginó que una mujer
ocuparía su cargo y menos que sería su pariente.
Poco se recuerda que por cosas del destino tuvimos una virreina, "dama de
mucho cascabel y de más temple que el acero toledano", según el tradicionista
Ricardo Palma, en "¡Beba, padre, que le da la vida!...".
¿Cómo llegó una joven de 29 años a virreina del Perú? La cosa va así. Doña
Ana Francisca quedó viuda a edad temprana del V marqués de Távara. En 1664 se
casó con un grande de España: su primo lejano Pedro Antonio Fernández de Castro,
X conde de Lemos y VII marqués de Sarria.
Tres años después, en 1667, su marido fue nombrado virrey del Perú por
Mariana de Austria, quien regía en España pues el rey Carlos II, su hijo, era
aún niño.
Palma relata que Mariana de Austria autorizó al conde de Lemos "para que, en
caso de que el mejor servicio del reino le obligase a abandonar Lima, pusiese
las riendas del gobierno en manos de su consorte". Y llegó así el día en que la
linajuda Ana Francisca fue virreina.
Don Ricardo Palma escribe que "era doña Ana, en su época de mando, dama de
veintinueve años, de gallardo cuerpo, aunque de rostro poco agraciado. Vestía
con esplendidez y nunca se la vio en público sino cubierta de brillantes. De su
carácter dicen que era en extremo soberbio y dominador, y que vivía muy
infatuada con su abolorio y pergaminos".
Y no es para menos. Ana Francisca pertenecía a la Casa de Borja (o Borgia),
fue hija del VIII duque de Gandía y de la princesa de Doria de Melfi.
Por línea paterna era nieta, ni más ni menos, que de San Francisco de Borja,
duque de Gandía, de quien toma el nombre el limeño distrito de San Borja.
Cuando los condes de Lemos arribaron al Perú, el virreinato pasaba por
momentos convulsos: Puno se había levantado y todos los intentos para aplacar la
insurrección habían sido infructuosos.
El virrey decidió enfrentar personalmente el problema y partió a Puno, el 7
de junio de 1668, dejando a su esposa a cargo del gobierno.
Y así Ana Francisca fue virreina durante los diez meses que su marido
resolvía el conflicto altiplánico.
No fue una figura decorativa, tomó decisiones adecuadas, enfrentó crisis, el
intento de ataque del pirata Morgan, y emitió útiles decretos; nadie cuestionó
su autoridad.
"Cuán grande es la astucia femenina [...] cuando la mujer se mete en política
o en cosas de hombre, sabe dejar bien puesto su pabellón [...]", escribe Palma.
Dejó Lima tras la muerte de su marido y, junto a sus hijos, llevó el cuerpo
del virrey a su tierra natal.
Lima vio alguna vez a una mujer que supo gobernar. Quién lo diría.
Una de las tradiciones
Ricardo Palma cuenta su historia
- "¡Beba, padre, que le da la vida!...", es la tradición de Palma que narra
las vicisitudes de quien, por cédula real de María de Austria, pudo ejercer como
virreina en ausencia de su marido. Sus detractoras la bautizaron como 'la
patona'. Palma supone que debió tener pies grandes.
Impulsó su canonización
Una devota más de Santa Rosa de Lima
- La virreina interina, esposa del conde de Lemos, fue principal impulsora de
la canonización de Rosa de Lima. Con su propio dinero, Ana Francisca compró el
ataúd de plata para reemplazar al de madera en el que reposaban sus restos.
El Comercio, 05 de febrero de 2014
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viernes, febrero 07, 2014
¿Lima preparada para la COP20?
En diciembre, Lima será sede de la cita climática más importante del planeta.
¿Estamos listos?
La Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, COP-20, será en Lima, del 1 al 12 de diciembre. Los ojos del mundo nos miran.
A la Cámara de Comercio de Lima (CCL) le preocupa que la organización no esté bien encarrilada. Y es que la cita congregará a más de 20 mil delegados, entre presidentes, ministros, empresarios y científicos de más de 190 países. No estamos para improvisaciones ni para perder la oportunidad de lucirnos ante el mundo.
Eficientes
Lima, lo mencionamos en una nota anterior, tiene posibilidades de convertirse en lo que los sociólogos urbanos llaman ciudad Alfa. Una urbe como Londres, Nueva York, Paris o Tokio, creadora de tendencias, globalmente atractiva como centro económico, turístico y cultural. Pero la Lima Alfa será posible solo cuando nuestras autoridades abracen la eficiencia y apuren su perezoso paso.
Es evidente el desfase entre el lento andar de los gobiernos (central, regional y local) y el ritmo acelerado y eficiente del ámbito empresarial. La organización de la COP-20 requiere planificación, innovación, competitividad, creatividad y eficiencia. Algo que no muestran los organizadores ni los anfitriones, es decir el Ministerio del Ambiente, Minam, y la Municipalidad de Lima.
¿Quién trabaja?
El Minam -cartera de Manuel Pulgar- habla de un grupo multisectorial que ya se reunió seis veces para ver temas de transporte, alojamiento, seguridad, visas, salud, y más. Otros cuatro equipos están a cargo de la organización, logística, comunicaciones, etc. Minam afirma trabajar "activamente para organizar la COP 20 [porque] tenemos el presupuesto" (unos S/.175 millones, desembolsados por el Economía y Finanzas). Veremos.
Aló¿Lima?
Mientras tanto ¿cuál es el gesto dado por la alcaldesa de la ciudad anfitriona? ¿Qué hace para reducir la huella de carbono de Lima? Nada.
Susana Villarán no parece animada con la cumbre mundial. No vemos programas de forestación, campañas con los vecinos, alianzas con las empresas eléctricas para repartir material sobre ahorro energético y reducción de huella ecológica, entre otras.
El ejemplo Bloomberg
Michael Bloomberg fue alcalde de Nueva York durante tres periodos y logró que esa megalópolis fuera más amigable con el ambiente. Demostró que localmente puede avanzarse más que desde el gobierno. Ahora el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, lo ha nombrado "enviado especial para las Ciudades y el Cambio Climático", y este asesora sus conversaciones con los alcaldes del mundo para luchar contra el cambio climático.
Durante su gestión, Bloomberg logró reducir casi 20% las emisiones de gases efecto invernadero.¿Su estrategia?, más zonas peatonales, más seguridad, más carriles para bicicletas, incentivos para que los taxistas utilicen vehículos híbridos y que los constructores apuesten por infraestructura energéticamente eficiente.
En esas debería estar la alcaldesa, mientras el ministro tendría abocarse a la COP-20, una reunión de trascendencia planetaria, como pocas.
Perú vulnerable
PNUD: el cambio que viene
El Programa Naciones Unidos de Desarrollo, PNUD, ha publicado el "Informe sobre Desarrollo Humano 2013 para el Perú". Se trata de "uno de los productos emblemáticos", que esperan convertir en "el resultado de un esfuerzo compartido con las instituciones del gobierno, de la sociedad civil y del sector empresarial"..
El Informe incorpora la variable del cambio climático y cómo impactará sobre los avances, los planes y proyectos para el desarrollo humano. Esto en el afán de que el tema se incorpore en la "agenda del debate nacional como clave para los destinos del país".
El cambio climático ya afecta a la población, a la propiedad, a las actividades económicas, la infraestructura y los ecosistemas.
"Las crisis climáticas -alerta PNUD- tienen la capacidad de erosionar o destruir las bases de sustento y capacidades de los más pobres, con el riesgo de lanzarlos a una espiral descendente que se transmite a las generaciones siguientes".
El Comercio, 04 de febrero de 2014
La Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, COP-20, será en Lima, del 1 al 12 de diciembre. Los ojos del mundo nos miran.
A la Cámara de Comercio de Lima (CCL) le preocupa que la organización no esté bien encarrilada. Y es que la cita congregará a más de 20 mil delegados, entre presidentes, ministros, empresarios y científicos de más de 190 países. No estamos para improvisaciones ni para perder la oportunidad de lucirnos ante el mundo.
Eficientes
Lima, lo mencionamos en una nota anterior, tiene posibilidades de convertirse en lo que los sociólogos urbanos llaman ciudad Alfa. Una urbe como Londres, Nueva York, Paris o Tokio, creadora de tendencias, globalmente atractiva como centro económico, turístico y cultural. Pero la Lima Alfa será posible solo cuando nuestras autoridades abracen la eficiencia y apuren su perezoso paso.
Es evidente el desfase entre el lento andar de los gobiernos (central, regional y local) y el ritmo acelerado y eficiente del ámbito empresarial. La organización de la COP-20 requiere planificación, innovación, competitividad, creatividad y eficiencia. Algo que no muestran los organizadores ni los anfitriones, es decir el Ministerio del Ambiente, Minam, y la Municipalidad de Lima.
¿Quién trabaja?
El Minam -cartera de Manuel Pulgar- habla de un grupo multisectorial que ya se reunió seis veces para ver temas de transporte, alojamiento, seguridad, visas, salud, y más. Otros cuatro equipos están a cargo de la organización, logística, comunicaciones, etc. Minam afirma trabajar "activamente para organizar la COP 20 [porque] tenemos el presupuesto" (unos S/.175 millones, desembolsados por el Economía y Finanzas). Veremos.
Aló¿Lima?
Mientras tanto ¿cuál es el gesto dado por la alcaldesa de la ciudad anfitriona? ¿Qué hace para reducir la huella de carbono de Lima? Nada.
Susana Villarán no parece animada con la cumbre mundial. No vemos programas de forestación, campañas con los vecinos, alianzas con las empresas eléctricas para repartir material sobre ahorro energético y reducción de huella ecológica, entre otras.
El ejemplo Bloomberg
Michael Bloomberg fue alcalde de Nueva York durante tres periodos y logró que esa megalópolis fuera más amigable con el ambiente. Demostró que localmente puede avanzarse más que desde el gobierno. Ahora el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, lo ha nombrado "enviado especial para las Ciudades y el Cambio Climático", y este asesora sus conversaciones con los alcaldes del mundo para luchar contra el cambio climático.
Durante su gestión, Bloomberg logró reducir casi 20% las emisiones de gases efecto invernadero.¿Su estrategia?, más zonas peatonales, más seguridad, más carriles para bicicletas, incentivos para que los taxistas utilicen vehículos híbridos y que los constructores apuesten por infraestructura energéticamente eficiente.
En esas debería estar la alcaldesa, mientras el ministro tendría abocarse a la COP-20, una reunión de trascendencia planetaria, como pocas.
Perú vulnerable
PNUD: el cambio que viene
El Programa Naciones Unidos de Desarrollo, PNUD, ha publicado el "Informe sobre Desarrollo Humano 2013 para el Perú". Se trata de "uno de los productos emblemáticos", que esperan convertir en "el resultado de un esfuerzo compartido con las instituciones del gobierno, de la sociedad civil y del sector empresarial"..
El Informe incorpora la variable del cambio climático y cómo impactará sobre los avances, los planes y proyectos para el desarrollo humano. Esto en el afán de que el tema se incorpore en la "agenda del debate nacional como clave para los destinos del país".
El cambio climático ya afecta a la población, a la propiedad, a las actividades económicas, la infraestructura y los ecosistemas.
"Las crisis climáticas -alerta PNUD- tienen la capacidad de erosionar o destruir las bases de sustento y capacidades de los más pobres, con el riesgo de lanzarlos a una espiral descendente que se transmite a las generaciones siguientes".
El Comercio, 04 de febrero de 2014
Lesa verdad, será
Un grupo de "opinólogos" sigue con su campaña de desinformación para que el
ex presidente Alberto Fujimori sea condenado por el delito de lesa humanidad. Y
apoyándose en la "lesa verdad", han rebautizado "Esterilizaciones forzadas" a su
Programa de Salud Reproductiva y Planificación Familiar, que incluyó la
Anticoncepción Quirúrgica Voluntaria, AQV. Casos aislados y lamentables
derivados de esas cirugías se generalizan para crear la percepción de que hubo
una política contra miles de mujeres andinas.
La abogada Rocío Villanueva lo ha desmentido hasta el cansancio. Villanueva fue defensora adjunta de la Mujer de la Defensoría del Pueblo y declaró a "El País", de España, su sorpresa porque ahora se habla de "más de 200.000 mujeres ligadas contra su voluntad... la Defensoría conoce e investigó 690 casos" [773, a la fecha]. Pero la verdad no le interesa a quienes solo buscan destruir a Fujimori.
En mayo del 2004 Salomón Lerner Febres, entonces rector de la Universidad Católica del Perú y presidente de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, CVR (cuyo informe final ni se ocupa del tema), declaró: "En ese caso espantoso la ideología confundió todo. El empecinamiento de las feministas, el afán del Opus Dei de manejar el tema". La mentira de Lerner dio el pitazo de partida para la gran campaña de Lesa Verdad que vemos. ¿Alguien cree que el Opus Dei apoya la anticoncepción? Además ese programa de salud reproductiva contó con el apoyo de ONG feministas, el financiamiento del Fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA) y Usaid, entre otros, y fue monitoreado.
La experta en políticas públicas Cecilia Villegas Otero explica que el programa aumentó "el uso de métodos modernos de 31%, en 1992, a 51% en el 2000, reduciéndose la mortalidad materna de 265 por 100.000 nacidos vivos en 1996, a 185 en el 2000". Esa es la verdad.
Ahora, es curioso que quienes se rasgan las vestiduras por los derechos de las mujeres pobres y las poblaciones más vulnerables abanderan el aborto, es decir un verdadero genocidio que propugnan despenalizar en nuestro país. Promueven, además, que las mujeres pobres sean atiborradas con anticonceptivos cuyo uso se vincula a cánceres, derrames cerebrales y más.
El Instituto del Cáncer de Estados Unidos menciona que "los riesgos de cáncer de seno, de cérvix y de hígado parece que aumentan" [con los anticonceptivos]". ¿Alguien se lo advierte a las mujeres menos privilegiadas?
¿Y quién alerta que la "píldora del día siguiente" no debe utilizarse con diabetes, depresión, migrañas o si hay antecedentes familiares de cáncer de mama o nódulos benignos, o uso de lentes de contacto por posibles cambios de visión?
El archivamiento de las "esterilizaciones forzadas" es un paso hacia la verdad. Los médicos que dañaron o incumplieron protocolos deben ser juzgados y las mujeres y familias afectadas, resarcidas económicamente.
Lo que no puede permitirse es el uso de esos lamentables casos con fines de venganza política o figuración.
¿Habrá que tipificar ya el delito de lesa verdad?
El Comercio, 01 de febrero de 2014
La abogada Rocío Villanueva lo ha desmentido hasta el cansancio. Villanueva fue defensora adjunta de la Mujer de la Defensoría del Pueblo y declaró a "El País", de España, su sorpresa porque ahora se habla de "más de 200.000 mujeres ligadas contra su voluntad... la Defensoría conoce e investigó 690 casos" [773, a la fecha]. Pero la verdad no le interesa a quienes solo buscan destruir a Fujimori.
En mayo del 2004 Salomón Lerner Febres, entonces rector de la Universidad Católica del Perú y presidente de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, CVR (cuyo informe final ni se ocupa del tema), declaró: "En ese caso espantoso la ideología confundió todo. El empecinamiento de las feministas, el afán del Opus Dei de manejar el tema". La mentira de Lerner dio el pitazo de partida para la gran campaña de Lesa Verdad que vemos. ¿Alguien cree que el Opus Dei apoya la anticoncepción? Además ese programa de salud reproductiva contó con el apoyo de ONG feministas, el financiamiento del Fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA) y Usaid, entre otros, y fue monitoreado.
La experta en políticas públicas Cecilia Villegas Otero explica que el programa aumentó "el uso de métodos modernos de 31%, en 1992, a 51% en el 2000, reduciéndose la mortalidad materna de 265 por 100.000 nacidos vivos en 1996, a 185 en el 2000". Esa es la verdad.
Ahora, es curioso que quienes se rasgan las vestiduras por los derechos de las mujeres pobres y las poblaciones más vulnerables abanderan el aborto, es decir un verdadero genocidio que propugnan despenalizar en nuestro país. Promueven, además, que las mujeres pobres sean atiborradas con anticonceptivos cuyo uso se vincula a cánceres, derrames cerebrales y más.
El Instituto del Cáncer de Estados Unidos menciona que "los riesgos de cáncer de seno, de cérvix y de hígado parece que aumentan" [con los anticonceptivos]". ¿Alguien se lo advierte a las mujeres menos privilegiadas?
¿Y quién alerta que la "píldora del día siguiente" no debe utilizarse con diabetes, depresión, migrañas o si hay antecedentes familiares de cáncer de mama o nódulos benignos, o uso de lentes de contacto por posibles cambios de visión?
El archivamiento de las "esterilizaciones forzadas" es un paso hacia la verdad. Los médicos que dañaron o incumplieron protocolos deben ser juzgados y las mujeres y familias afectadas, resarcidas económicamente.
Lo que no puede permitirse es el uso de esos lamentables casos con fines de venganza política o figuración.
¿Habrá que tipificar ya el delito de lesa verdad?
El Comercio, 01 de febrero de 2014
Lima, ciudad aimara
Lima tiene mucho más de aimara de lo que se percibe y el asunto no se reduce
a grupos de migrantes que se abren paso en la capital con éxito. Esa es una
parte de la historia, la otra se remonta a tiempos preíncas.
El etnohistoriador Waldemar Espinoza Soriano comenta que, tras derrotar al imperio puquina (Tiahuanaco), los aimaras se dispersaron por el Altiplano y el sur de los Andes Centrales. Fundaron reinos independientes entre sí, pero con el común denominador de la lengua.
Siendo rivales, los unían estrechos lazos culturales.
Todo indica que por esos tiempos tres grupos aimaras arribaron a la costa central del Perú. El padre Pedro Villar Córdova, siguiendo la tesis expuesta en 1924 por Carlos Alberto Romero Ramírez (1863-1956) y apoyándose en datos antropológicos, arqueológicos, etnográficos y lingüísticos, sostiene que tales etnias llegaron hasta Lima. Es más, afirma que 'Lima' es palabra aimara para Limaq-Limaq o Limaq-Huayta, una flor amarilla usada para que los niños hablaran tempranamente, estimulándoles la lengua con su tallo.
Villar Córdova es autor del clásico "La arqueología del departamento de Lima" (1935) y refiere que los tres grupos fueron los: kollas, huallas y huanchos. Los kollas bajaron de Canta por la quebrada de Arahuay y poblaron la margen izquierda del río Chillón, desde Yangas hasta el Callao.
Los huallas llegaron desde la sierra de Chancay, fundando Kara Hualla (Carabayllo), Maranca (Maranga), Huadca Hualla, Sulco y Marca Huillca. El tercer grupo es el de los huanchos, que bajaron de Huarochirí siguiendo el cauce de los ríos Santa Eulalia y Rímac, para establecerse en Huachipa, Carapongo, Huampaní, Cajamarquilla, entre otros lugares.
Desde mediados del siglo XX, Lima ha visto llegar nuevos migrantes aimaras. Moisés Suxo Yapuchura es descendiente de ellos, un profesional con varias publicaciones e investigaciones sobre la actual dinámica socioeconómica y cultural de los aimaras en Lima.
Suxo ha demostrado, desde un enfoque lingüístico, que lejos de ser engullidos por la ciudad, los aimaras están dejando su fuerte huella sin pérdida de identidad. En su libro "La voz de una nación: Los aymaras de Lima Metropolitana", aborda su presencia como comerciantes.
Al comentar el libro de Suxo, el profesor sanmarquino Rodolfo Sánchez Garrafa recuerda que en 1987 una publicación del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), de Golte y Adams, explicó que los campesinos migrantes conquistaban la gran Lima, en un "proceso de astuta e ingeniosa inserción que los iba convirtiendo en una especie de invasores triunfantes. Los migrantes avanzaban literalmente a paso de vencedores".
Por su parte, Suxo explica la estrategia del disimulo asumida por los migrantes llegados de Unicachi. "De algún modo es la idea del caballo de Troya -escribe Sánchez Garrafa-, gente inofensiva", que no suponía "un peligro de desplazamiento para el poblador criollo limeño. El tiempo desvelaría lo que se incubaba [...]. Mostrando coherencia grupal, en poco más de medio siglo se han posicionado en el mundo empresarial urbano limeño. Hoy, miembros de esta colectividad étnica son promotores accionistas de un impresionante número de empresas".
Hoy los aimaras enriquecen Lima con su trabajo, rica cultura y su ejemplo. Y a ellos les debemos el emblemático equeco, símbolo de suerte y prosperidad.
LEGADO AIMARA EN LIMA
Carabayllo, los Mamani y los Quispe. El distrito de Carabayllo, según el Padre Pedro Villar Córdova, se llama en realidad Kara-Hualla, término de origen aimara. Los apellidos Mamani y Quispe son también de indiscutido origen aimara y de los más numerosos en zonas andinas y urbes del Perú, Bolivia y Chile.
DEDICADOS AL COMERCIO.
Migrantes de Unicachi, Yunguyo. Los campesinos aimaras del distrito de Unicachi, ubicado en la provincia de Yunguyo, en Puno, han migrado a Lima desde los años cuarenta. Son portadores de una cultura agraria y son un pueblo familiarizado con el comercio del Altiplano.
El Comercio, 29 de enero de 2014
El etnohistoriador Waldemar Espinoza Soriano comenta que, tras derrotar al imperio puquina (Tiahuanaco), los aimaras se dispersaron por el Altiplano y el sur de los Andes Centrales. Fundaron reinos independientes entre sí, pero con el común denominador de la lengua.
Siendo rivales, los unían estrechos lazos culturales.
Todo indica que por esos tiempos tres grupos aimaras arribaron a la costa central del Perú. El padre Pedro Villar Córdova, siguiendo la tesis expuesta en 1924 por Carlos Alberto Romero Ramírez (1863-1956) y apoyándose en datos antropológicos, arqueológicos, etnográficos y lingüísticos, sostiene que tales etnias llegaron hasta Lima. Es más, afirma que 'Lima' es palabra aimara para Limaq-Limaq o Limaq-Huayta, una flor amarilla usada para que los niños hablaran tempranamente, estimulándoles la lengua con su tallo.
Villar Córdova es autor del clásico "La arqueología del departamento de Lima" (1935) y refiere que los tres grupos fueron los: kollas, huallas y huanchos. Los kollas bajaron de Canta por la quebrada de Arahuay y poblaron la margen izquierda del río Chillón, desde Yangas hasta el Callao.
Los huallas llegaron desde la sierra de Chancay, fundando Kara Hualla (Carabayllo), Maranca (Maranga), Huadca Hualla, Sulco y Marca Huillca. El tercer grupo es el de los huanchos, que bajaron de Huarochirí siguiendo el cauce de los ríos Santa Eulalia y Rímac, para establecerse en Huachipa, Carapongo, Huampaní, Cajamarquilla, entre otros lugares.
Desde mediados del siglo XX, Lima ha visto llegar nuevos migrantes aimaras. Moisés Suxo Yapuchura es descendiente de ellos, un profesional con varias publicaciones e investigaciones sobre la actual dinámica socioeconómica y cultural de los aimaras en Lima.
Suxo ha demostrado, desde un enfoque lingüístico, que lejos de ser engullidos por la ciudad, los aimaras están dejando su fuerte huella sin pérdida de identidad. En su libro "La voz de una nación: Los aymaras de Lima Metropolitana", aborda su presencia como comerciantes.
Al comentar el libro de Suxo, el profesor sanmarquino Rodolfo Sánchez Garrafa recuerda que en 1987 una publicación del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), de Golte y Adams, explicó que los campesinos migrantes conquistaban la gran Lima, en un "proceso de astuta e ingeniosa inserción que los iba convirtiendo en una especie de invasores triunfantes. Los migrantes avanzaban literalmente a paso de vencedores".
Por su parte, Suxo explica la estrategia del disimulo asumida por los migrantes llegados de Unicachi. "De algún modo es la idea del caballo de Troya -escribe Sánchez Garrafa-, gente inofensiva", que no suponía "un peligro de desplazamiento para el poblador criollo limeño. El tiempo desvelaría lo que se incubaba [...]. Mostrando coherencia grupal, en poco más de medio siglo se han posicionado en el mundo empresarial urbano limeño. Hoy, miembros de esta colectividad étnica son promotores accionistas de un impresionante número de empresas".
Hoy los aimaras enriquecen Lima con su trabajo, rica cultura y su ejemplo. Y a ellos les debemos el emblemático equeco, símbolo de suerte y prosperidad.
LEGADO AIMARA EN LIMA
Carabayllo, los Mamani y los Quispe. El distrito de Carabayllo, según el Padre Pedro Villar Córdova, se llama en realidad Kara-Hualla, término de origen aimara. Los apellidos Mamani y Quispe son también de indiscutido origen aimara y de los más numerosos en zonas andinas y urbes del Perú, Bolivia y Chile.
DEDICADOS AL COMERCIO.
Migrantes de Unicachi, Yunguyo. Los campesinos aimaras del distrito de Unicachi, ubicado en la provincia de Yunguyo, en Puno, han migrado a Lima desde los años cuarenta. Son portadores de una cultura agraria y son un pueblo familiarizado con el comercio del Altiplano.
El Comercio, 29 de enero de 2014
La delimitación marina que nos falta
El problema limítrofe marino entre el Perú y Chile no era lo único pendiente.
Falta la creación de amplias reservas marinas.
Cuando en el 2021 el Perú celebre el bicentenario de su independencia deberá tener 10% de mar protegido. No es un capricho 'verde', sino una obligación del Estado -enmarcado en el Convenio sobre la Biodiversidad (CDB)- y por ende del actual gobierno y siguientes. Pero la propuesta de la Asociación Inkaterra de crear un área reservada en el mar tropical -para el aprovechamiento ordenado y sostenible de los recursos naturales, deportivos y turísticos- ya generó malestar a los petroleros.
La Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH) ha pedido información al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp) aduciendo que podrían afectarse lotes en exploración y en explotación.
Obligación
Lo que la Sociedad Peruana de Hidrocarburos desconoce es que el Perú está obligado a cumplir lo consensuado en la reunión de las partes del Convenio sobre la Biodiversidad/COP-10, en Aichi, Nagoya, del 2011, es decir, el Plan Estratégico de la Biodiversidad 2011-2020 y los Objetivos o Metas Aichi, entre los que figura proteger 10% del mar en el 2020.
Se debe continuar con el ejemplo de civismo dado al acatar el fallo de La Haya sobre los límites marítimos con Chile, y con ese espíritu cumplir con los convenios y tratados de los que formamos parte, incluido el de
la Biodiversidad.
La propuesta
Desde el 2012 la Asociación Inkaterra impulsa la creación del área protegida Cabo Blanco - Banco de Máncora, con una extensión de 6.500 kilómetros y 5 millas mar adentro. El área alberga 35% de las especies marinas nacionales. De entrada ya fue encogida. Pedro Gamboa Moquillaza, jefe del Sernanp, declaró al diario "Gestión" que "se ha hecho un primer acotamiento por más de 200 mil ha en la zona entre Tumbes y Piura".
¿Sernanp no está tomando en cuenta que solo tiene seis años para cumplir con la obligación de proteger 10% del mar). Quien aprobará la reserva norteña es el Ministerio del Ambiente, hoy en manos del muy despreocupado Manuel Pulgar-Vidal.
Conservar el mar
A principios de los años 90, el recordado investigador Manuel Vegas Vélez propuso la creación de la reserva de Máncora (Tumbes, Piura) y la de Illescas (Piura, Lambayeque). Luego, el doctor Guillermo Castro Escudero propuso un área protegida en el Banco de Máncora, con la idea de integrarla al "Corredor Marino de Conservación y Desarrollo Sostenible conformado por Galápagos (Ecuador) e Isla de Coco (Costa Rica), y los parques nacionales Coiba (Panamá), Gorgona y Malpelo (Colombia)".
La actual propuesta de Inkaterra cubre esos espacios y debería llegar a buen puerto, pues abarca una zona desprotegida y, principalmente, porque es el primer paso para que en el 2020 el Perú haya cumplido con el artículo 11 de las Metas Aichi: conservar 10% del mar.
OBLIGACIONES
Las metas de Aichi
En la décima reunión (COP-10) de la Conferencia de las Partes de Convenio sobre la Biodiversidad se instó a aplicar el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020. Este incluye los objetivos o metas Aichi, consensuadas y vinculantes. El documento debe servir como un marco flexible para la elaboración de metas nacionales y regionales.
Con cinco metas estratégicas y 18 objetivos, las metas Aichi son un marco de acción de diez años -con una ventana hasta el 2020- para todos los países que forman parte del Convenio sobre la Biodiversidad, incluido el Perú. La intención es proteger la biodiversidad y al mismo tiempo hacerla más provechosa para la humanidad, de manera racional y sostenible.
El punto 11 ilustra sobre la importancia de crear reservas como la propuesta por Inkaterra para el mar tropical del norte peruano. "A más tardar en el 2020 no menos del 17% de las aguas terrestres e interiores y el 10% de las zonas costeras y marinas se conserva mediante sistemas de zonas protegidas", indica.
El Comercio, 28 de enero de 2013 (Ecología)
Cuando en el 2021 el Perú celebre el bicentenario de su independencia deberá tener 10% de mar protegido. No es un capricho 'verde', sino una obligación del Estado -enmarcado en el Convenio sobre la Biodiversidad (CDB)- y por ende del actual gobierno y siguientes. Pero la propuesta de la Asociación Inkaterra de crear un área reservada en el mar tropical -para el aprovechamiento ordenado y sostenible de los recursos naturales, deportivos y turísticos- ya generó malestar a los petroleros.
La Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH) ha pedido información al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp) aduciendo que podrían afectarse lotes en exploración y en explotación.
Obligación
Lo que la Sociedad Peruana de Hidrocarburos desconoce es que el Perú está obligado a cumplir lo consensuado en la reunión de las partes del Convenio sobre la Biodiversidad/COP-10, en Aichi, Nagoya, del 2011, es decir, el Plan Estratégico de la Biodiversidad 2011-2020 y los Objetivos o Metas Aichi, entre los que figura proteger 10% del mar en el 2020.
Se debe continuar con el ejemplo de civismo dado al acatar el fallo de La Haya sobre los límites marítimos con Chile, y con ese espíritu cumplir con los convenios y tratados de los que formamos parte, incluido el de
la Biodiversidad.
La propuesta
Desde el 2012 la Asociación Inkaterra impulsa la creación del área protegida Cabo Blanco - Banco de Máncora, con una extensión de 6.500 kilómetros y 5 millas mar adentro. El área alberga 35% de las especies marinas nacionales. De entrada ya fue encogida. Pedro Gamboa Moquillaza, jefe del Sernanp, declaró al diario "Gestión" que "se ha hecho un primer acotamiento por más de 200 mil ha en la zona entre Tumbes y Piura".
¿Sernanp no está tomando en cuenta que solo tiene seis años para cumplir con la obligación de proteger 10% del mar). Quien aprobará la reserva norteña es el Ministerio del Ambiente, hoy en manos del muy despreocupado Manuel Pulgar-Vidal.
Conservar el mar
A principios de los años 90, el recordado investigador Manuel Vegas Vélez propuso la creación de la reserva de Máncora (Tumbes, Piura) y la de Illescas (Piura, Lambayeque). Luego, el doctor Guillermo Castro Escudero propuso un área protegida en el Banco de Máncora, con la idea de integrarla al "Corredor Marino de Conservación y Desarrollo Sostenible conformado por Galápagos (Ecuador) e Isla de Coco (Costa Rica), y los parques nacionales Coiba (Panamá), Gorgona y Malpelo (Colombia)".
La actual propuesta de Inkaterra cubre esos espacios y debería llegar a buen puerto, pues abarca una zona desprotegida y, principalmente, porque es el primer paso para que en el 2020 el Perú haya cumplido con el artículo 11 de las Metas Aichi: conservar 10% del mar.
OBLIGACIONES
Las metas de Aichi
En la décima reunión (COP-10) de la Conferencia de las Partes de Convenio sobre la Biodiversidad se instó a aplicar el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020. Este incluye los objetivos o metas Aichi, consensuadas y vinculantes. El documento debe servir como un marco flexible para la elaboración de metas nacionales y regionales.
Con cinco metas estratégicas y 18 objetivos, las metas Aichi son un marco de acción de diez años -con una ventana hasta el 2020- para todos los países que forman parte del Convenio sobre la Biodiversidad, incluido el Perú. La intención es proteger la biodiversidad y al mismo tiempo hacerla más provechosa para la humanidad, de manera racional y sostenible.
El punto 11 ilustra sobre la importancia de crear reservas como la propuesta por Inkaterra para el mar tropical del norte peruano. "A más tardar en el 2020 no menos del 17% de las aguas terrestres e interiores y el 10% de las zonas costeras y marinas se conserva mediante sistemas de zonas protegidas", indica.
El Comercio, 28 de enero de 2013 (Ecología)
¿En cuánto más mentirán?
En nuestro país jamás hubo algo parecido a una campaña de "esterilizaciones
forzadas" durante el gobierno del ingeniero Alberto Fujimori. Así ha concluido
el fiscal Marco Guzmán Baca, de la Segunda Fiscalía Penal Supraprovincial, al
finalizar su investigación sobre la "anticoncepción quirúrgica voluntaria", AQV.
El caso había sido archivado en el 2009, a falta de indicios criminales, y se
reabrió por presiones de la muy sesgada Corte Interamericana de Derechos
Humanos, CIDH.
Con su conclusión el fiscal tira por tierra la patraña urdida por algunas ONG, y, sin querer, saca a la luz cómo se perpetra impunemente la mentira.
Guzmán Baca archivó la denuncia de "crimen de lesa humanidad" al no encontrar indicios de que durante el gobierno de Fujimori hubiera intención de esterilizar sistemáticamente a las mujeres pobres del país.
Las inexistentes "esterilizaciones forzadas", sin embargo, fueron difundidas, a lo largo de varios años, por una cofradía de escribas y opinólogos que coordinan con ONG de izquierda para aplanar honras. Coincidentemente, son los mismos que en la campaña electoral del 2006 afirmaron que Ollanta Humala era el tenebroso 'Capitán Carlos', el asesino de la base de Madre Mía, para luego auparlo en la campaña del 2011.
La anticoncepción quirúrgica voluntaria, AQV, ha sido ampliamente investigada por la experta en políticas públicas María Cecilia Villegas Otero. Ella explica que el Programa de Salud Reproductiva y Planificación Familiar del gobierno de Alberto Fujimori se implementó justamente para enfrentar la alta tasa de mortalidad materno-infantil y mejorar las condiciones de salud de la población más marginada del Perú: las mujeres andinas.
Para Villegas, la constante agenda de desinformación y el sesgo ideológico llevaron a que el término "esterilizaciones forzadas" se instale en el imaginario peruano, pese a no haber ocurrido tal cosa en el país.
En su investigación saca a la luz que "solo en 1993, 1.670 mujeres murieron por causas relacionadas con el embarazo, parto y posparto: una muerte cada 5 horas".
El tema de las AQV era uno de los caballitos de batalla de los que quieren hacer creer al Perú que todos sus males empezaron con Fujimori y terminaron con su captura.
Ahora bien, ese programa fue supervisado por la Defensoría del Pueblo y el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), y financiado con fondos de la cooperación internacional. La propia defensoría detectó irregularidades y las subsanó. Villegas explica que "fueron casos aislados e inaceptables. Esos médicos debieron ser juzgados y las víctimas resarcidas". Y eso es justamente lo que se hará con los médicos responsables de las irregularidades y de la muerte de Mamérita Mestanza, cuyo caso ha sido groseramente aprovechado y manipulado con fines políticos.
¿En cuánto más mentirán?
Si algo no debe permitirse, es que la mentira campee.
El Comercio, 25 de enero de 2013
Con su conclusión el fiscal tira por tierra la patraña urdida por algunas ONG, y, sin querer, saca a la luz cómo se perpetra impunemente la mentira.
Guzmán Baca archivó la denuncia de "crimen de lesa humanidad" al no encontrar indicios de que durante el gobierno de Fujimori hubiera intención de esterilizar sistemáticamente a las mujeres pobres del país.
Las inexistentes "esterilizaciones forzadas", sin embargo, fueron difundidas, a lo largo de varios años, por una cofradía de escribas y opinólogos que coordinan con ONG de izquierda para aplanar honras. Coincidentemente, son los mismos que en la campaña electoral del 2006 afirmaron que Ollanta Humala era el tenebroso 'Capitán Carlos', el asesino de la base de Madre Mía, para luego auparlo en la campaña del 2011.
La anticoncepción quirúrgica voluntaria, AQV, ha sido ampliamente investigada por la experta en políticas públicas María Cecilia Villegas Otero. Ella explica que el Programa de Salud Reproductiva y Planificación Familiar del gobierno de Alberto Fujimori se implementó justamente para enfrentar la alta tasa de mortalidad materno-infantil y mejorar las condiciones de salud de la población más marginada del Perú: las mujeres andinas.
Para Villegas, la constante agenda de desinformación y el sesgo ideológico llevaron a que el término "esterilizaciones forzadas" se instale en el imaginario peruano, pese a no haber ocurrido tal cosa en el país.
En su investigación saca a la luz que "solo en 1993, 1.670 mujeres murieron por causas relacionadas con el embarazo, parto y posparto: una muerte cada 5 horas".
El tema de las AQV era uno de los caballitos de batalla de los que quieren hacer creer al Perú que todos sus males empezaron con Fujimori y terminaron con su captura.
Ahora bien, ese programa fue supervisado por la Defensoría del Pueblo y el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), y financiado con fondos de la cooperación internacional. La propia defensoría detectó irregularidades y las subsanó. Villegas explica que "fueron casos aislados e inaceptables. Esos médicos debieron ser juzgados y las víctimas resarcidas". Y eso es justamente lo que se hará con los médicos responsables de las irregularidades y de la muerte de Mamérita Mestanza, cuyo caso ha sido groseramente aprovechado y manipulado con fines políticos.
¿En cuánto más mentirán?
Si algo no debe permitirse, es que la mentira campee.
El Comercio, 25 de enero de 2013