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viernes, enero 24, 2014

Era cuestión de tiempo

Era cuestión de tiempo para que los enemigos del crecimiento empresarial y quienes buscan venganza personal contra este grupo se unieran.
Su campaña no tiene que ver con la coartada de la supuesta "concentración", a raíz de la reciente asociación con Epensa ni con la defensa del derecho de información. Dos artículos del ex embajador político humalista en Buenos Aires Nicolás Lynch, de las canteras del Partido Comunista Revolucionario (PCR), lo demuestran. Datan del 2009 y del 2013, cuando Epensa no estaba en el tapete.
En "Ley de medios argentina: una victoria democrática", Lynch escribe: "No es casual que, así como en Argentina se opone el oligopolio del Grupo Clarín, aquí se oponga, a cualquier legislación de este tipo, el también oligopólico Grupo El Comercio. Ello se refleja a nivel continental donde la batuta opositora la lleva la Sociedad Interamericana de Prensa, un sindicato de dueños de medios".
Antes, en el 2009, cuando el Senado argentino aprobó esa ley, Lynch decía en "La República" que "una ley similar urge en el Perú. Hay necesidad de superar el secuestro mediático al que nos tienen sometidos", sin explicar en qué consistía tal "secuestro".
Recordamos que Nicolás Lynch fue cesado como embajador político del humalismo al conocerse (por los medios, claro) que había recibido al Movadef, brazo político del sanguinario Sendero Luminoso, en nuestra embajada en Buenos Aires.
Como un espectro del pasado ha aparecido su compañero de travesías ideológicas Manuel Dammert, quien saltó a la luz en 1980 como diputado por el Partido Comunista Revolucionario (PCR), para impulsar una ley estilo argentina. Se suman las voces de quienes gestaron sus fortunas con cargos durante la corrupta dictadura militar de Velasco, así como las de periodistas interventores de los medios, esos sí "secuestrados" por la dictadura militar en 1974.
La campaña contra este grupo se gesta desde antes del montaje de la falsa "concentración", cosa materialmente imposible por la cantidad de medios existentes, y cuya figura no aparece en nuestras últimas constituciones (1979 y 2003).
En junio de 1906, el anarquista Manuel González Prada escribió un artículo para esclarecer temas ideológicos y advertía: "Entre socialistas y libertarios pueden ocurrir marchas convergentes o acciones en común para un objeto inmediato".
Solo a la luz de esa frase se entiende que periodistas difusores del liberalismo como doctrina se alíen con viejos periodistas velasquistas y medios quebrados para abrir la puerta a la intervención del gobierno en la prensa.
La inexistente "concentración" no es el punto. Lo importante es saber si el presidente Ollanta Humala se arrancó la camisa de fuerza de la hoja de ruta y ahora nos guía al despeñadero de la gran transformación, o lo que es lo mismo: la vuelta a los años setenta.

El Comercio, 11 de enero de 2014

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