El transporte público limeño es un problema de salud pública. Con sus
vetustas combis genera millares de accidentes (muchos de ellos mortales), por su
inmundicia es foco de contagio de la tuberculosis, TB, y lleva la bacteria de
extremo a extremo de la capital.
Mientras esta realidad amenaza a los vecinos de "ciudad caótica", la
alcaldesa Susana Villarán de la Puente -siempre con una sonrisa de oreja a
oreja- anda degustando potajes en Mistura y recomendándole al presidente de la
República, Ollanta Humala, "digerir las encuestas con pisco". "Yo me he vuelto
una experta en eso", dijo. Y como están las cosas parecería que no fue una
metáfora.
En setiembre del 2011 la susodicha suscribió el pacto Respira Vida, Juntos
contra la TB, pero parece que lo olvidó porque no toma acciones firmes y
coordinadas para que los limeños y limeñas no sigamos contagiándonos de
tuberculosis, cada vez más resistentes a los antibióticos. ¿Más pisco?
Quizá quien se confesó aficionada al destilado de uva no sepa que en Lima la
variante TB-XDR, la más letal de las tuberculosis, prolifera en El Agustino, San
Juan de Lurigancho, Santa Anita y Ate.
Desde que en 1999 fue diagnosticado el primer caso de TB-XDR, se han
detectado cerca de 500 y dos de las terceras partes de los afectados murieron.
Lima es un peligroso caldo de cultivo para la TB, yo misma la he padecido y
sé, de primera mano, las dificultades para su diagnóstico, la confusión de sus
síntomas con los de otros males, el alto costo del tratamiento, los estragos
hepáticos por los antibióticos para combatirla y la debilidad que dura por años
(más aun en personas de escasos recursos, mal nutridas y que deben trabajar aun
enfermos, muchas veces sin saberlo). Pero volvamos al transporte: Villarán no
entiende que es una vía de transmisión de enfermedades, una suerte de gran
insecto metálico convertido en vector.
En el 2008 una investigación de varias universidades determinó que 3 de cada
4 choferes y cobradores de combis, en Ate-Vitarte, estuvieron expuestos a la TB.
Según el estudio, 76,6% de los 400 transportistas estaba infectado con el
bacilo.
Tras un estudio posterior, la coordinadora nacional de la Estrategia
Sanitaria Nacional de Prevención y Control de la TBC del Ministerio de Salud
(Minsa) dijo que desarrollaban acciones de prevención y campañas de detección
temprana en los paraderos del Metropolitano y el tren eléctrico. ¿Alguien ha
visto allí algo más que un par de folletos?
Ahora bien, la señora que digiere con pisco su baja aceptación en las
encuestas no ejerce la mano dura necesaria para reformar el transporte, donde
una mayoría de vecinos pasa más de hora y media al día. Tampoco se preocupa ni
ocupa por los estándares de salubridad, desinfección, limpieza y ventilación de
los vehículos, ni coordina con otras instancias para que esto se haga. ¡Salud,
alcaldesa!
Padecimientos
Los síntomas de la enfermedad
- Cada año en Lima se registran 20 mil nuevos casos de tuberculosis (60% de
los del país). Los síntomas son: tos persistente por 15 días o más, pérdida de
peso, generalmente con esputo amarillo, verde o incluso con sangre. Cansancio,
fiebre mayor a 38 grados y malestar general.
Presencias
Estudios y evaluaciones del mal en la ciudad
- Según evaluaciones difundidas en el 2010 por la revista de la Unión
Internacional Contra la Tuberculosis y Enfermedades Pulmonares, en Ate, de 506
infectados, 4,9% presentaba TB multidrogorresistente (TB MDR).
El Comercio, 11 de setiembre de 2013
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