Páginas

lunes, diciembre 30, 2013

Gitanos: limeños de los que poco sabemos

Hasta hace algunos años era común ver a las gitanas pasear por las calles de Lima, ataviadas con largas y vaporosas faldas, pañuelos y collares coloridos. Se acercaban a los transeúntes y les ofrecían revelarles su futuro a cambio de unas cuantas monedas, ya fuera echándoles las cartas o leyendo las líneas de las manos. Muchos preferían cruzar a la acera contraria cuando las veían: estas exóticas mujeres eran víctimas de toda clase de prejuicios.
Se decía que eran carteristas, embaucadoras y secuestradoras de niños. De hecho "te van a llevar las gitanas" era el segundo recurso más usados -después del "cuco"- para asustar a niñas y niños cuando no obedecían. Y lo invocaban tanto los padres y abuelos, las nanas, lo que evidencia que los prejuicios eran intergeneracionales y estaban enraizados en las diversas clases sociales.
Tras quince años de investigación y acercamiento a esta etnia, el historiador Carlos Pardo-Figueroa Thays ha publicado "Gitanos de Lima", un libro que nos permite conocer la historia, tradiciones, vida y costumbres de estos enigmáticos personajes, vistos aún con recelo, aquí y en otros países. Recordemos que la semana pasada el presidente de Francia, François Hollande, dio pase al retorno de una niña gitana, a condición de que lo hiciera sin sus padres. Esto despertó fuertes críticas de diversos sectores y se recordó la persecución y exterminio que sufrieron a manos de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial (al menos medio millón fueron ejecutados). Pardo-Figueroa recuerda que la historia gitana está marcada por la explotación, esclavización y marginación.
Es una cultura de la que poco sabemos, pese a que se asentó en el Perú desde el S. XVI. Ya desde entonces se dieron normas para evitar que siguieran llegando al virreinato. El proyecto de conquista de la corona española dependía, fundamentalmente, de su alianza con la Iglesia y la difusión de una sola y unificadora fe, el catolicismo, en el territorio americano. Los gitanos, por sus propias creencias y oficios de adivinadores y curanderos eran vistos como obstáculo para la tarea evangelizadora.
El historiador Pardo-Figueroa ha dicho que el tema de la inmigración gitana al Perú ha sido escasamente tratado. "Hay muchas publicaciones sobre chinos, japoneses, italianos, alemanes...pero ha habido poco interés en los gitanos". Su interés por publicar se despertó al toparse con un recorte periodístico de 1952 sobre un proyecto para expulsar gitanos del país y por vivir en La Victoria, donde se concentran los pocos que hoy habitan en la capital.
El libro es una mirada que nos permite comprender mejor a este conjunto de grupos étnicos organizados en torno a la autoridad masculina, que comparten un idioma y hábitos migratorios, que tienen un gran orgullo racial y gran conciencia de sus linajes que conservan a través de matrimonios dentro de sus mismos clanes.
Para Carlos Pardo-Figueroa, se los puede definir "como una nación, un grupo étnico transnacional y multinacional, porque en su tránsito han recogido características de los lugares que los acogen".
Orígenes
La lengua que va mutando con el tiempo
- Los estudios lingüísticos determinan que proceden de la India. El romanés o romaní es el idioma más hablado por ellos y tiene claros vínculos con el actual hindi. Aquí en el Perú, ya con el castellano aprendido, una gran mayoría se dedicó al comercio de autos usados.
Presencias
Las distinciones dentro del grupo étnico
- Según el libro de Carlos Pardo-Figueroa, los gitanos se distinguen en tres subgrupos: los rom -procedentes de Europa Oriental, y al que pertenecen la mayoría de los ya peruanos-, los ludar -asentados en el norte del país- y los calé.

El Comercio, 30 de octubre de 2013

No hay comentarios.:

Publicar un comentario