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sábado, mayo 18, 2013

¿De qué hablaron los humalistas en Cieneguilla?

El gobierno de Ollanta Humala se ha vuelto experto en desviar la atención de la opinión pública. La noche del sábado tuvimos una muestra más de esa creatividad.
Y es que esa noche, la del sábado, se reunió con su bancada -presidente del Congreso, Víctor Isla, incluido- en el resort Kankay de Cieneguilla. La actividad no estaba anunciada y, lógicamente, generó suspicacias. La desconfianza creció cuando se supo que una operación intentó que la llegada de Humala pasara inadvertida. Empezó a correr como reguero de pólvora que en Cieneguilla se evaluaba la inhabilitación (por diez años) del ex presidente Alan García, de cara a las elecciones del 2016. Curiosamente recién ayer domingo por la mañana apareció Jaime Delgado, vocero de la bancada oficialista, para 'aclarar' que la reunión fue para evaluar la gestión parlamentaria, y que incluso participaron representantes de la Asociación Civil Transparencia y algunos periodistas.
Si así fue ¿por qué no se anunció la actividad?; ¿por qué ninguno de los supuestos periodistas presentes informó nada ayer en los medios en que laboran?; ¿por qué la página institucional de Transparencia no consignó la actividad? Y -aquí va la pregunta del millón- ¿por qué no participaron los garantes de la hoja de ruta o del juramento de San Marcos? Como reza el dicho, "para mentir y comer pescado, hay que tener mucho cuidado".
Si algo le sobra al actual gobierno, es capacidad para crear coyunturas artificiales para no tratar los asuntos medulares que afectan al país: creciente inseguridad, conflictos socioambientales, paralización de las inversiones y de proyectos mineros y energéticos, las abiertas simpatías del régimen por la Cuba de Fidel Castro y la Venezuela chavista, los intentos de las empresas estatales de competir con las privadas.
Cada día que pasa parece que el Humala presidente se acerca más al Humala candidato que con el puño en alto acuñó para la historia eso de "agua sí, oro no". ¿Y la hoja de ruta? Vaya usted a saber.
Por estos días sobran los fuegos artificiales para entretenernos: la posible candidatura de la primera dama, Nadine Heredia (nadie se la cree); el limbo del indulto humanitario a Alberto Fujimori (no se lo darán); el abogado Manuel Huamán que estuvo preso por narcotráfico y asesoró al gobierno de Alan García en la Comisión de Indulto y Derecho de Gracia, hoy Comisión de Gracias Presidenciales (no se dice que trabajó, también, para el actual régimen hasta mediados del 2012); el juez Malzón Urbina y su fallo a favor de los vendedores de La Parada y un largo etcétera.
Ayer en entrevista con nuestro Diario, el legislador Luis Galarreta dijo que debíamos estar alerta porque "ya empezó la gran transformación". ¿Será? Y a todo esto ¿de qué hablaron realmente los humalistas el sábado en Cieneguilla?

PUERTAS CERRADAS.El secretismo a toda costa. La reunión del presidente Ollanta Humala y sus congresistas del sábado por la noche tenía carácter de ultrareservada, por ello fue a puerta cerrada y se informó que todos los legisladores oficialistas tuvieron que mantener apagados sus celulares.

ENTRE BAMBALINAS. La participación del Ejército. Se supo que tan secreto intentó ser el encuentro que la coordinación de la cita en el resort de Cieneguilla estuvo a cargo de los servicios de inteligencia del Ejército y que Humala llegó al lugar en un vehículo no oficial de lunas polarizadas.

Martha Meier M.Q.

Editora central de fin de semana y suplementos

El Comercio, 15 de abril de 2013






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