Alfredo Bryce Echenique (Lima, 1939) cumple 73 años. Y tiene para rato.
Toda su vida estuvo dedicada a la literatura y sus lecturas formaron al escritor.
De su paso por Francia, España y otros escondidos territorios europeos, nacieron muchos de los títulos de sus novelas que alumbran su obra; y, del Perú, de Lima, cogió la riqueza de un país diverso que carga su apesadumbrada historia sobre los hombros de las nuevas generaciones. Nos muestra en cada lectura nuestras diferencias y las injusticias que nos separan, y nos presta sus vivencias para crear mundos posibles.
De su vida recogió y creó a un tierno orejón llamado Julius -quien no es más que el mismo Bryce-, desde cuya pequeña mirada se esgrime el vertical panorama de la estructura social de nuestro país, el racismo y el olvido.
Alfredo Bryce Echenique celebra un año más y viene preparando una nueva novela. Inquieto como el niño Julius, lleno de mambo y guaracha, lleno del Perú, respira hoy los aires fríos de La Punta, que lo mecen apuntando hacia el futuro. Hoy celebramos, con este especial de El Dominical, su eternidad.
Toda su vida estuvo dedicada a la literatura y sus lecturas formaron al escritor.
De su paso por Francia, España y otros escondidos territorios europeos, nacieron muchos de los títulos de sus novelas que alumbran su obra; y, del Perú, de Lima, cogió la riqueza de un país diverso que carga su apesadumbrada historia sobre los hombros de las nuevas generaciones. Nos muestra en cada lectura nuestras diferencias y las injusticias que nos separan, y nos presta sus vivencias para crear mundos posibles.
De su vida recogió y creó a un tierno orejón llamado Julius -quien no es más que el mismo Bryce-, desde cuya pequeña mirada se esgrime el vertical panorama de la estructura social de nuestro país, el racismo y el olvido.
Alfredo Bryce Echenique celebra un año más y viene preparando una nueva novela. Inquieto como el niño Julius, lleno de mambo y guaracha, lleno del Perú, respira hoy los aires fríos de La Punta, que lo mecen apuntando hacia el futuro. Hoy celebramos, con este especial de El Dominical, su eternidad.
El Dominical, 19 de febrero de 2012
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