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sábado, marzo 26, 2011

De la editora


Julio Verne (1828-1905), en su novela “París en el siglo XX”, escribió sobre un siglo que apenas atisbó. Dijo: “aunque todo el mundo sabía leer, ya nadie leía”, y “en esa época de negocios el consumo de papel aumentase en proporciones inesperadas […] los bosques ya no servían para calefacción, sino para la impresión”. ¿Vio acaso el futuro? Sus seguidores aseguran que sí, pues anticipó el viaje a la Luna, los rascacielos, el submarino, Internet, los motores de combustión, el fax, la iluminación eléctrica, entre otros inventos y sucesos que se dieron después de su muerte. Para los investigadores, la curiosidad, la creatividad y el estudio de las teorías científicas de su época le permitieron vislumbrar lo que vendría. A Verne hay que leerlo y releerlo, pero su principal enseñanza es que la imaginación, los sueños y la fantasía son la génesis de los grandes cambios.
El Dominical, 06 de febrero de 2011

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