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lunes, octubre 25, 2010

¿Y la tierra girará yerma?

Tomemos una simple abeja. Ella como otros insectos polinizadores brinda servicios ambientales a la humanidad valorizados en más de 200 mil millones de dólares. ¿Quién las toma en cuenta? Solo los apicultores, los convencidos del poder nutritivo y sanador de su miel entre otros productos de colmena, así como los investigadores que encontraron que uno de los componentes de su veneno, la melitina, es un potente antitumoral. Diez por ciento de la agricultura para consumo humano depende de los insectos polinizadores. Su declive –sea por el uso de pesticidas, contaminación, pérdida de bosques, entre otros– llevaría al colapso de diversos hábitats naturales y a una hambruna generalizada.
Poco a poco los humanos hemos empezado a comprender el valor real de las especies, el gran servicio que nos brindan. Un mono en la selva, por ejemplo, saltando de rama en rama mientras come un fruto o al defecar se convierte en un regenerador del bosque al dispersar las semillas. La pérdida de una sola especie de mono podría significar la desaparición de especies de árboles asociados a su dieta.
Nagoya la capital automovilística del Japón se ha convertido, por estos días, en el escenario de la reunión ‘verde’ más importante del final de la primera década del siglo XXI. Desde el último lunes 18 y hasta el viernes 29 de octubre, delegados de 193 países se han dado cita en esa ciudad para la X Conferencia de las Partes del Convenio sobre Diversidad Biológica, de la cual forma parte nuestro país. En Nagoya nos jugamos literalmente la vida.
Para Achim Steiner, director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), esta podría ser la última oportunidad para frenar la desaparición acelerada de los hábitats y especies de flora y fauna que las conforman. “Estamos destruyendo la vida en la Tierra”, afirmó en el evento inaugural. Tan simple como eso. Y tal destrucción amenaza también nuestra supervivencia como especie. El secretario ejecutivo del Convenio, Ahmed Djoghlaf, ha dado un panorama aún más sombrío “Es realmente un momento definitorio en la historia de la humanidad”.
Una humanidad que cuenta, por ejemplo, con una flota pesquera capaz de sacar dos veces y medio más peces de los que existen en los océanos y cuya demanda sobre los recursos naturales excede en 50% la capacidad natural de la Tierra.
Datos del informe “Planeta Vivo” de la World Wide Fund (WWF) muestra un retroceso de la diversidad mundial de 30%, desde 1970. La pérdida de especies de flora y fauna ha sido más dramática en las zonas tropicales (70%) como nuestra Amazonía. Cada minuto se pierde una extensión similar a 36 canchas de fútbol de bosques y selvas tropicales, por la tala indiscriminada, las operaciones ganaderas y agrícolas, la quema de cobertura vegetal, entre otros. Así desaparecen valiosas especies de flora y fauna, de importancia médica, industrial, alimenticia, entre otras. Tenemos que una especie de cada tres especies de anfibio, más de un ave de cada ocho, un mamífero de cada cinco y más de una especie de árbol conífero de cada cuatro están amenazadas de extinción.
Uno de los acuerdos oficiales esperados es un Plan Estratégico de la biodiversidad para el período 2011-2020 con una visión de la diversidad biológica para 2050. Instrumentos para proteger la biodiversidad que hacen de su valor el centro de todas las iniciativas del desarrollo humano. Esto llevaría a incorporar la variable “diversidad biológica” en los proyectos de desarrollo, tanto en el ámbito estatal cuanto privado.
Se espera alcanzar, de una vez por todas, un acuerdo que reconozca los intereses de los países ricos en biodiversidad (Perú es considerado de megadiversidad) y garantizar los derechos de los pueblos indígenas sobre los recursos genéticos y su conocimiento tradicional.
En 1992 en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo (Cnumad), realizada en Río de Janeiro se adoptó el Convenio sobre la Biodiversidad Biológica, estableciendo 21 objetivos. A estas alturas ha quedado claro que no han sido alcanzados. Esperemos que en Nagoya impere la sensatez para que la frase del escritor venezolano Arturo Uslar Pietri no sea alguna vez realidad: “y la Tierra girará yerma y sin vida, en el inmenso espacio, como el mejor mausoleo a la insensatez humana”.


El Comercio, 23 de octubre de 2010

El heredero de los mares y el ruido de un sopapo

“Planta un pez” intenta incentivar a la población y a los gobiernos a recuperar la vida en mares y ríos depredados, garantizando así la seguridad alimentaria. Se trata de una iniciativa global, sin fines de lucro, impulsada por Fabien Cousteau, economista ambiental de la Universidad de Boston y nieto mayor del mítico oceanógrafo, buzo y documentalista francés Jacques Yves Cousteau (1910-1997).
Entre sus principales metas está comprometer a la comunidad con los ambientes naturales acuáticos circundantes. “Es simple: nuestras acciones cotidianas tienen consecuencias”, ha dicho este cuarentón que empezó a bucear a los 4 años y fue criado como pez en el agua por una familia absolutamente marítima y cuyo patriarca reveló al mundo los más grandes secretos de los océanos, así como su fragilidad.
Fabien estuvo de paso por nuestro país y fue uno de los ponentes de la Tercera Reunión de APEC de los Océanos y Pesca Sostenible, que congregó a 21 ministros de diferentes países. El evento empezó –por desgracia– el 10 de octubre, es decir al día siguiente del sonado supuesto sopapo presidencial. Así las cosas, la reunión realizada en Paracas, la presencia de Fabien Cousteau, su disertación sobre el manejo sostenible de los mares y el impacto del cambio climático sobre los océanos pasaron inadvertidos. Y es que en este terruño eso no es noticia: no hay escándalo, no hay audio ilegal, no hay mentira, montaje ni intromisión en la intimidad. Horror de horrores, hay ideas y propuestas claras. ¿Y eso a quién cuernos le importa en estos tiempos de decrépita decadencia, verdad?
Aquí estamos escribiendo sobre un hombre educado, inteligente, exitoso, que se codea con las máximas autoridades y empresarios del globo, en el afán de contagiarles su entusiasmo por conservar los mares y con ello la principal fuente de proteínas del planeta. Un señor que puede aportar mucho a un país pesquero como el nuestro. ¿Ni drogas ni desnudos ni hijas que matan a sus madres? Aburridísimo, pues.
Aquí la noticia, lo importante, lo que se resalta y toma por ejemplar es a un fracasado que insulta al presidente de la República, le menta la madre en una institución pública y después sale a gemir, cual gatita, que usaba “su libertad de opinión”. Perú que le dicen, donde el empobrecimiento de las ideas, los buenos modales y el bien común son asuntos pasados de moda.
El estruendo de la virtual bofetada, mediáticamente amplificado para deshilachar al presidente García, no permitió que escuchásemos a Cousteau recordarnos la inmensa riqueza del mar peruano y la necesidad de su conservación, a través del aprovechamiento que garanticen alimento a las presentes y futuras generaciones, y el sano equilibrio del ciclo natural de los océanos y de sus variadas y hermosas especies.
Este integrante de la tercera generación de la familia Cousteau viene afinando una propuesta de políticas públicas y privadas en la que la “disciplina ambiental” es la base de soluciones innovadoras y de econegocios que logran hacer rentable la conservación. Así se hizo en Sudáfrica con el temible gran tiburón blanco, antes desollado para venderlo al peso en los mercados. Hoy proliferan los paseos de avistamiento y en el balance de los lugareños está claro que más se gana con el escualo vivito y coleando.
El economista ambiental sostiene que la humanidad debe comprender que “nuestra salud y bienestar como especie está ligada a la adecuada administración de los ecosistemas marinos”, los cuales cubren 73% de la Tierra. Una de sus mayores preocupaciones es legarles un planeta saludable a las nuevas generaciones, en ese sentido trabaja incesantemente para empoderar a los jóvenes en temas vinculados al agua, a los mares y a la protección de la naturaleza. Como integrante de la Alianza para la Innovación del Agua (WIA, por sus siglas en inglés) es una verdadera pulga en la oreja de los empresarios y ejecutivos relacionados con los negocios del líquido elemento para que adopten decisiones más informadas, tecnologías adecuadas y por tanto compatibles con la conservación y mejor uso del invalorable recurso.
La visita de Fabien Cousteau resulta de trascendencia, tomando en cuenta que los sectores vinculados con la pesca representarán este año aproximadamente el 31% del PBI de nuestro país. Tomar en cuenta su invocación para que protejamos nuestro mar y aprovechemos racionalmente sus recursos hubiera resultado más valioso que lo dicho por un insultador de pasadizo. Pero para qué hacer hígado, tomando en cuenta que los titulares sobre la brillante conferencia dictada por el ex vicepresidente estadounidense Al Gore en torno a los retos que nos plantea el cambio climático coincidieron en que “le gustó mucho la comida peruana”. Que Dios nos coja confesados, caray.
El Comercio, 17 de Octubre de 2010

sábado, octubre 09, 2010

El escritor que aborrece la mediocridad


“En medio del hormigueo, de la multiplicación general de la mediocridad, es un estímulo formidable”, ha escrito el chileno Jorge Edwards ni bien enterarse de que el Nobel de Literatura 2010 ha sido –por fin– para Mario Vargas Llosa. Como un salmón que nada a contracorriente para retornar al origen, Vargas Llosa ha enfrentado con la pluma y el verbo la mediocridad, la banalidad y la frivolidad convertidas ya en el indeseable sello de nuestros tiempos. Su extraordinaria obra literaria es un compromiso con la excelencia que la mayoría prefiere no cansarse en buscar.
En un mundo de facilismos, de verdades a medias y de evasiones, nuestro Nobel es una especie en extinción. Asunto que quedó bastante claro tras “La civilización del espectáculo”, conferencia dictada en Madrid (2008) en la Asamblea 64 de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y publicada posteriormente en la revista “Letras libres”. Lo de Vargas Llosa fue un grito de libertad, una feroz crítica a esta sociedad de valores invertidos en que lo único importante es pasarla. No quedó títere con cabeza. “La literatura light –dijo–, como el cine light y el arte light, da la impresión cómoda al lector, y al espectador, de ser culto, revolucionario, moderno y de estar a la vanguardia con el mínimo esfuerzo intelectual. De este modo, esa cultura que se pretende avanzada y rupturista, en verdad propaga el conformismo a través de sus manifestaciones peores: la complacencia y la autosatisfacción”.
Se podrá discrepar con MVLL de ciertos enfoques políticos, de su activa militancia por la secularización de la sociedad y su postura antimilitarista, pero no podrá negarse que es un intelectual preocupado por su tiempo y más preocupado aun porque “en nuestros días, el intelectual se ha esfumado de los debates públicos, por lo menos de los que importan [...] Porque en la civilización del espectáculo el intelectual solo interesa si sigue el juego de moda y se vuelve un bufón”.
Hace mucho que Varguitas pudo recostarse en su zona de confort, no seguir nadando a contracorriente y dormirse sobre sus muchos laureles. Pero es justamente su inconformidad y convicción de que el mundo de las ficciones y de la realidad siempre podrán ser mejores, lo que ha llevado a que se le conceda un premio que por largas décadas le fue esquivo.
Recorrer el Perú de la mano de este perfeccionista de la palabra es una aventura fascinante. Vamos por la costa urbana, degradada de espacios asfixiantes y cerrados a los espacios abiertos de los Andes y la Amazonía, y en el centro siempre el ser humano con todos sus matices, contradicciones y sabiduría. En su libro “El Hablador” –ambientado en la selva– nos recuerda: “La relación del hombre y la naturaleza, por ejemplo. El hombre y el árbol, el hombre y el pájaro, el hombre y el río, el hombre y la tierra, el hombre y el cielo. El hombre y Dios, también. Esa armonía que existe entre ellos y esas cosas nosotros ni sabemos lo que es, pues la hemos roto para siempre”.


El Comercio, 09 de octubre de 2010

sábado, octubre 02, 2010

Cuidado con el tamaño del dragón

Empecemos por lo mejor de la campaña. Mañana una mujer será elegida alcaldesa gracias al voto popular. Un hecho inédito en la historia de la capital peruana que bordea los 500 años de fundación española.
Se espera que tal mujer tenga la capacidad, visión y liderazgo para voltear la página de esta Lima insoportable, insegura e insostenible. Tan insoportable como la campaña que ha tenido: interceptación ilegal de las comunicaciones, medias verdades y mentiras tan grandes que parecen fabricadas por el ‘Ministerio de la Verdad’ (dedicado justamente a fabricar mentiras, como lo vislumbraba George Orwell en su icónica novela “1984”).
Ha sido una gran desilusión para esta columnista la falta de transparencia de Susana Villarán de la Puente en temas medulares y descubrir su capacidad de ocultar con una sonrisa sus muchas contradicciones. En el fondo no se sabe bien quién es ni qué se trae.
De la otra, es decir de Lourdes Flores Nano, lo sabemos todo: que milita en el PPC desde el inicio de su vida política y la respaldan movimientos conocidos de centroderecha y de derecha y que en su lista de regidores va el hijo del alcalde Castañeda. No ha negado que trabajó como asesora legal de alias Cataño (importador de autos chatarra, hoy bajo investigación por presuntos vínculos con el narcotráfico) y reconoce el error de haber dado prioridad a su profesión de abogada sobre su vida política.
A estas alturas el dicho de Susana Villarán de la Puente se percibe tan incierto como desatinadas sus respuestas a cada cuestionamiento que se le hace. Para negar su participación en una reunión de la izquierda radical en Venecia, Italia, muestra su relación migratoria y señala que no tiene salidas hacia esa ciudad (no dice que no hay vuelo Lima-Venecia, ni siquiera uno directo a Roma). Deslinda del humalismo pero lleva de regidora a Marisa Glave, actual regidora municipal del partido de Ollanta Humala (Glave se pasó a las filas del padre Arana, abierto simpatizante del humalismo). Villarán no quiere recordar que en las presidenciales del 2006 acusó a su contrincante Humala de ser el ‘capitán Carlos’. Dijo a la revista “Caretas”: “En Madre Mía [donde supuestamente operaba el tal ‘Carlos’, para ella Ollanta] hubo una política sistemática de violación de los derechos humanos”. ¿Total?
En “El arte de la mentira política”, J. Arbuthnot (1667-1735), médico y mordaz crítico político, advierte a quienes recurren a la estrategia de la “pseudología” (la mentira): “Que sus cometas, ballenas o dragones mantengan siempre un tamaño razonable; y que respecto a los temporales, tormentas, tempestades y terremotos deberá siempre decirse que ocurrieron a alguna comarca alejada del lugar en que se está al menos la distancia que un hombre puede recorrer a caballo en un día”.
En el último tramo de la campaña Villarán ha creado un dragón de dimensiones inverosímiles. ¿Creerá como el político británico Disraeli que “solo el gentleman sabe, por su propia condición, cuándo conviene decir la verdad y cuándo callarla o disfrazarla”?
El Comercio, 02 de octubre de 2010

Colorín colorado, este
cuento no ha acabado


“Aunque la mona se vista de seda mona se queda”, dice el refranero popular. Y el dicho le cae bastante bien al Partido Comunista del Perú (PCP), que se hace llamar Patria Roja y ahora se descafeína con el nombre de Movimiento Nueva Izquierda (MNI), que de nueva no tiene nada y sí mucho de vieja mona de izquierda. Es la misma ideología trasnochada, con las caras de siempre y un local compartido que demuestra que no hay la tal distancia –ni física ni ideológica– entre el Partido Comunista del Perú y el MNI. Vale recordar, además, que su secretario general, Alberto Moreno Rojas, fue el fundador del MNI, hoy liderado por Nílver López, ligado a Patria Roja vía el Sutep.
Esa es –por desgracia– la plataforma que impulsa a la muy carismática Susana Villarán de la Puente hacia el sillón de la Alcaldía de Lima. Mientras que Villarán cree que sus aliados colorados no le pasarán la factura, estos profetas del pasado se despachan con escritos tales como: “Nos proponemos construir una sociedad distinta, esa sociedad distinta y superior se llama socialismo”. Ajá, socialismo, eso mismito que hundió por largas décadas a la Europa Oriental y que mantiene en el atraso a la caribeña isla de los hermanos Castro.
Villarán de la Puente pudo aliarse –muchos y muchas lo hubiésemos deseado así– con sectores menos enrevesados y más coherentes con su propuesta y visión. ¿Por qué Perú Posible, Acción Popular y otros grupos de centroizquierda no la apoyaron? Ellos debieron acompañar en su aventura electoral a esta mujer de notables cualidades y trayectoria intachable. Gran error de esas fuerzas.
Villarán ha dejado claro que de llegar a la alcaldía no se dejará manipular por la cola de partidos, movimientos, redes y demás que la apoyan. ¿Será posible en el caso del Partido Comunista del Perú-Patria Roja? Para ellos Villarán es solo una pieza de un proyecto mayor: “Lamentablemente a la fecha –dicen en su web– no se ha logrado la confluencia de los sectores antineoliberales en un solo referente electoral [...] lo que representa una clara ventaja para la derecha [...] A pesar de ello, en diversas regiones del país se vienen procesando importantes experiencias unitarias [que] influirán notoriamente en el proceso de las elecciones presidenciales del 2011. Un escenario importante es Lima [...] La unidad lograda alrededor de la candidatura de Susana Villarán, en la que el partido jugó un rol importante, es una conquista que hay que preservar y proyectar”. Ajá, bastan dos dedos de frente para entender.
Leídas estas frases resultaría cándido creer que bastan las buenas intenciones de Villarán para sacudirse del partido del ‘camarada’ Alberto Moreno, ese hombre que cambió su nombre de pila –Hernán Gotardo, apellidado Rojas del Río– para llevar el de un sindicalista al que admiraba. Se le ha achacado a Lourdes Flores Nano –carisma cero, por cierto– una estrecha vinculación con el actual alcalde limeño Luis Castañeda Lossio, por llevar al hijo de este en su lista de regidores. ¿Aplica lo mismo para la señora Villarán? La hija de Alberto Moreno Rojas, Maia Libertad Rojas Bruckmann, va en su lista de regidores con el número 19.


El Comercio, 25 de setiembre de 2010