Páginas

sábado, julio 22, 2017

¿Decisión de Estado?

Más de cuatro mil seiscientos millones de dólares de sobrecostos se detectaron en quince obras de Odebrecht. Ver: https://idl-reporteros.pe/los-sobrecostos-de-odebrecht-en-peru/

Más de cuatro mil seiscientos millones de dólares equivalentes a 102 veces el presupuesto anual destinado al cuerpo general de bomberos.

Más de cuatro mil seiscientos millones de dólares que representan la construcción de 18 modernos hospitales del niño, en un país donde uno de cada tres niños padece anemia.

Repele la conducta de Marisol Pérez Tello de Rodríguez, ministra de Justicia y Derechos Humanos, y su decisión de despedir a la Dra. Katherine Ampuero, procuradora ad-hoc para el caso Odebrecht; despido que propició la salida de la Dra. Julia Príncipe, de la presidencia del Consejo de Defensa Jurídica del Estado, ente encargado de que ni propios ni extraños nos hagan “cholitos”.

La ministra-notaria pretende convencernos de que su desatino fue una “decisión de Estado”, esto pese a que dijo: “a mí nunca me gustó esa señora” [Ampuero]. ¿Sus gustos son tema de Estado?

Según el constitucionalista Natale Amprimo ningún reglamento sustenta la actitud de Pérez Tello. “No hay causal de sacar a la procuradora porque no es de mi confianza, eso no existe”, dijo a canal N.

Pérez Tello botó a la procuradora el miércoles durante el programa de televisión Todo Se Sabe, conducido por Milagros Leiva, en RPP. Dijo que la separaba por desconocer el Decreto de Urgencia N°003, e interponer una medida cautelar que frenó la venta de la participación de Odebrecht en Olmos (pequeño detalle, Ampuero se enteró vía t.v. de su despido, mientras la entrevistaba el periodista Beto Ortiz, en ATV).

Una “cuestión de Estado” sería, por ejemplo, intervenir Olmos para controlar la venta pretendida, y así cobrar a los brasileros una monumental reparación civil por el perjuicio económico y moral generado.

Perez Tello anunció que enviará un recurso de "amicus curiae" al juez Richard Concepción Carhuancho, quien admitió el pedido de Ampuero para evitar la venta de los activos de Odebrecht. Es el mismo juez que envió a prisión preventiva a la ex pareja presidencial, a César Álvarez (La Centralita) y, oh, oh, oh, tres veces oh, a Martín Belaunde Lossio, el preso por el que tanto se preocupó Pérez Tello cuando ella era congresista.

La indignación que todo esto ha generado demuestra que los decentes somos legión y minoría quienes chapotean en las aguas servidas de la corrupción. ¡Chau Marisol! 

Martha Meier M.Q.

Expreso, 22 de julio de 2017

sábado, julio 15, 2017

Engreimientos de Varguitas

En 2011 Mario Vargas Llosa impulsó a Ollanta Humala para bloquear a Keiko Fujimori; a seis años de esa campaña sus engreídos Ollanta Humala y Nadine Heredia están presos.

Durante los últimos años ha sostenido que el mediocre Humala ha sido el mejor presidente de la historia del Perú, así que seguramente no comprende porqué el juez Richard Concepción Carhuancho dictó prisión preventiva contra tan portentoso súper-héroe.

Estoy en desacuerdo con la “justicia previa” expresada en la prisión preventiva, pero es evidente que la dupla Humala-Heredia será sentenciada antes que después y es que no hay lugar para la duda. La parejita robó, traficó influencias, lavó dinero, amplió el ámbito de la corrupción brasilera, sobornó periodistas, tapó la extraña muerte de su colaborador Fasabi y la de Daniel Seiffert, sobrino del expresidente. Nadine negó sin suerte, su letra, sus agendas, sus apuntes; y ya sabemos que el Capitán Carlos, el asesino serial de Madre Mía, fue cinco años inquilino de Palacio y se llama Ollanta Humala.

Para los que no lo recuerdan: Humala tentó la presidencia en 2006 y se enfrentó en segunda vuelta a Alan García, entonces MVLL escribió: “Si las fuerzas políticas que representan (Alan) García y (Lourdes) Flores no se unen, cualquiera de ellos que quede finalista será derrotado”. Y la victoria de Humala, sería “una  regresión brutal hacia las peores plagas de nuestro pasado: caudillismo, militarismo, populismo y autoritarismo”. Ganó Alan.

En 2011 olvidó lo escrito y apoyó a Humala pues su imaginación le decía que Keiko instauraría un "fascismo de derecha",  esto pese a que meses antes de conocerse que el ballotage sería entre Keiko y Ollanta, dijo que tal escenario era elegir entre el cáncer y el sida (“su” candidato de primera vuelta, Pedro Pablo Kuczynski, quedó rezagado) yVargas Llosa votó por Humala (¿cáncer o sida?) con la “esperanza” de que no siguiera a Chávez  “sino a Lula”, hoy preso por corrupto.

Ese mismo año el escritor renunció por segunda vez a publicar en El Comercio porque era “una máquina propagandística a favor de Keiko Fujimori” para impedir “que gane Ollanta Humala” (lo había hecho, también, en 1995, pero volvió). Así las cosas Varguitas nos ha sacha-gobernado vía corruptos peleles (Toledo y Humala), o simples peleles (PPK), y hace pataleta cuando los medios no siguen “su” agenda. Allá los sonsos pues serán tan despreciados como los devaneos del escribidor. 

Martha Meier M.Q.

Expreso, 15 de julio de 2017

sábado, julio 08, 2017

Indignación selectiva

El filósofo español Gustavo Bueno decía que “La Historia no es memoria ni se constituye por la memoria”. Así, la memoria histórica es inexistente e invocada solo por quienes quieren poder político sin pasar por las urnas. Perpetuar versiones ideologizadas de hechos no constatables, a falta de documentación y pruebas materiales, es una perversa herramienta de desestabilización y división.

Desde hace casi dos décadas en el Perú usan esa estrategia la izquierda terrorista; los comunistas; los “mastines” de la dictadura militar velasquista, hoy autoproclamados referentes democráticos; los libertario-mercantilistas-fujiconversos; los caviares y los ingenuos aspirantes a ingresar a la selecta secta. ¿El interés? visibilizar a sus agrupaciones y enriquecerse con el dolor ajeno, captando fondos extranjeros para reconstruir la historia en base al frágil recuerdo de muchos.

La marcha de ayer contra el improbable indulto al presidente Alberto Fujimori fue muestra de indignación selectiva. La divisionista roja Verónika Mendoza increpó al presidente vía twitter: “Sr. PPK, soltar a Fujimori lo haría cómplice de corrupción y asesinatos. ¿Así quiere pasar a la historia? ¿Dándole una puñalada a la democracia?”. Y lo escribe quien se resiste a llamar dictadura a los regímenes de Cuba y Venezuela; y además calla ante las irrefutables pruebas que condenan al asesino serial de Madre Mía, el Capitán Carlos (su ex líder Ollanta Humala).
“Marcha contra Kenji…porque es más peligroso que su hermana. Gritaremos también contra él”, escribió el periodista Juan Manuel Robles, en Hildebrandt en sus Trece, y así la supuesta oposición al indulto fue simple excusa de los “antis”.

La oenegé Human Rights Watch, HRW, dijo que "cualquier indulto u otra liberación política de Fujimori sería una bofetada a las víctimas de atrocidades en Perú". ¿No saben que las atrocidades fueron perpetradas por Sendero Luminoso y el MRTA, y que Alberto Fujimori detuvo la sangría derrotando al terrorismo? Coincidencia, Human Rights Watch recibió U$ 100 millones de dólares del especulador financiero y promotor de las drogas, George Soros, vía la Open Society, la misma que amamanta a varias oenegés locales y “activistas” que convocaron la marcha anti-fujimorista.  

Pedro Pablo Kuczynski podría pasar a la historia como el presidente sanador de las viejas heridas y rencillas entre peruanos, pero pareciera que su legado será el de un financista que nos endeudó y desorganizó, para beneficio de “fondos buitres”, como los de Soros, que lucran en economías pasmadas por el enfrentamiento y el desencanto. 

Martha Meier M.Q.

Expreso, 08 de julio de 2017





sábado, julio 01, 2017

Necrosis institucional

El presidente Pedro Pablo Kuczynski debe dejar de oír a su entorno que lo aísla y lo desconecta de la realidad, y buscar el consejo de su único hijo varón, el psicólogo, escritor y filósofo John-Michael Kuczynski.
En un podcast vía su página de Facebook, Kuczynski hijo reflexiona sobre la “necrosis institucional”, es decir la vida y muerte de las instituciones, y anota cuándo estas son saludables y florecen, y cuándo empiezan a decaer.
El hijo del presidente menciona que las instituciones están vivas cuando son abiertas, se comunican con el exterior y responden a las fuerzas externas. Su análisis se centra en las universidades y la disciplina de la filosofía, pero bien puede aplicarse a los partidos políticos, a las instituciones democráticas, a las empresas y al propio gobierno de su papá.
“Cuando la respuesta de las instituciones es cerrarse en sí mismas, se estancan, bucean con la nariz tapada al “oblivion” de la burocracia”, o lo que es lo mismo: pasan a un estado de “no-existencia”…¡existiendo! Algo de eso empieza a ocurrirle al actual gobierno, como le ha pasado ya a algunas instituciones fundamentales de nuestra democracia.
Lejos de agarrar al toro por las astas, aceptar la vigencia de una mayoría parlamentaria representativa de la voluntad popular, transformar la energía opositora en una fuerza creadora y convocante, PPK se mira al ombligo rodeándose de quienes le dicen que todo está bien, mientras el castillo de naipes empieza a derrumbarse. Ya pues, la culpa de todo no la tiene la bancada fujimorista; si el gobierno no avanza es porque se la pasa disparándose a los pies.
PPK tiene que aceptar sus errores y dejar el “juguemos a la ronda entre pepekausas”, porque de otro modo el país no despegará. No se gobierna usando a los medios para difundir la narrativa del “obstruccionismo” y contarnos la historia del brillante economista que puede convertir al Perú en Disneylandia, o algo parecido, pero no puede por culpa de unos pichiruchentos congresistas.
El hombre y sus ministros se desgastan en los medios que les son afines y pretenden señalar una meta cuando las masas hace rato llegaron a otra.
PPK debe gobernar en la cancha (no la del Golf de San Isidro), avanzar al grito y a la sonrisa, actuar después del discurso y conversar más con su hijo John-Michael, para no dejarnos como única herencia más “necrosis institucional” de la que ya padecemos.
Martha Meier M.Q.
Expreso, 01 de julio de 2017